Hoy, martes 1 de octubre, los chinos están de fiesta. Se cumplen 64 años de la instauración de la República Popular China, bajo la dirección del Partido Comunista. Fue el capítulo final de la lucha de Mao Zedong, el gran líder que venía luchando desde 1920, con diferente fortuna. China es una potencia económica, aunque todavía pertenece al Tercer Mundo. Su desarrollo en los últimos 25 años hace prever que en la mitad del milenio disputará a los Estados Unidos la supremacía mundial, si no se interpone la Rusia de Putin. China está en una ofensiva diplomática y económica con Latinoamérica. Su presidente, Xi Jinping, se ha entrevistado con varios mandatarios de nuestra región. A Ecuador, China le da préstamos mediante contratos en que intervienen los dos gobiernos, Petroecuador y Petrochina.
Un artículo de Ezequiel Vásquez-Ser publicado en la edición digital de El País de Madrid del 13 de septiembre, afirma que China le ha prestado a Ecuador más de 8.000 millones de dólares. Las condiciones son muy ventajosas para los chinos: reciben el 6,5% de interés anual, tienen petróleo como garantía y dice que “Ecuador ha firmado una carta irrevocable a favor de Petrochina la cual establece que Ecuador acepta que ante cualquier incumplimiento en la entrega de petróleo, el comprador tiene derecho a incautar cualquier petróleo ecuatoriano vendido a cualquier otra empresa, en cualquier parte del mundo”. Además que “el país renuncia a su inmunidad soberana y se somete al arbitraje de la Cámara de Comercio China para la resolución de cualquier causa”. Es que ahora sí tenemos patria soberana.
Con tantas ventajas ¡cómo no han de prosperar los chinos!, se harán más ricos, mientras “ayudan” a un país que renunció a financiarse con la banca de los capitalistas y tiene pocas opciones de obtener créditos en el mercado occidental. El Gobierno ecuatoriano seguramente tiene razones para actuar así. Sería bueno saberlas.
Es que necesita más y más dinero para hacer la felicidad de todos. Como no tiene suficiente, a los maestros que quieren jubilarse les ofrece bonos a 5 y 9 años plazo y a tasas de interés que van del 5,07 al 6,21 por ciento anual. Es decir que a los maestros ecuatorianos les paga menos interés que a los amigos chinos.
Hace años concurrí a una reunión con jóvenes patriotas preocupados por el problema de la deuda externa, que consideraban ilegítima y abusiva. Algunos de ellos ahora detentan el poder. En algún momento me pidieron que opinara y les dije que las condiciones se convienen pero que una es la perspectiva desde afuera, cuando no se está en el poder, y otra es la realidad cuando se forma parte del gobierno.
Ahora lo viven. Siguiendo sus simpatías políticas recusaron a la banca occidental y se les abrió el panorama de China. Venezuela hace lo mismo. Pero el dinero no tiene ideología y siempre se encontrarán con la frase cínica de los dirigentes rusos cuando el Che Guevara les pidió mejores precios para el azúcar cubana, alegando la solidaridad socialista: sí, pero tenemos que competir con los mercados, fue la respuesta.
Fuente: www.eluniverso.com
