“El sabio comienza por hacer lo que quiere enseñar y después enseña”
Confucio…
La situación económica me ha llevado a consultar a expertos economistas, para ver como salimos de este laberinto, y de tanta politiquería ideológica barata, donde no tenga cabida el capitalismo salvaje de economía libre bajo la rectoría del mercado; ni tampoco el ‘capitalismo de estado socializante’, que tiene a la economía venezolana al borde del abismo: según las opiniones escuchadas creo que el gobierno nacional bolivariano, presidido por Nicolás Maduro Moros. Debe ponerle un parao a este despelote. El gobierno bolivariano debe ser más democrático, aplicando una economía mixta bajo la rectoría del Estado que evite la polarización politiquera de una lucha de clases, con un compromiso histórico para construir una Venezuela para todos, totalmente alejado del autoritarismo, implementando el desarrollo de una verdadera democracia socialista en el marco de un nuevo pacto social.
Venezuela requiere un nuevo esquema de industrialización (para poder decir que aquí tenemos patria) empezando inmediatamente a implementar: la sustitución de importaciones, y la industrialización del país, que nos permita la exportación de manufacturas, o sea la producción de bienes y de buenos salarios.
Tomando en cuenta que las nuevas estrategias de industrialización de la ‘patria’ se enfoquen bajo nuevos esquemas de integración regional, específicamente en el área de lograr la industrialización de la nación. De lograse esto se podrá promover la exportación de manufacturas al mismo tiempo que se proteja al productor nacional, participando activamente el gobierno nacional en la conducción de las exportaciones.
Es necesario, reorientar bajo un revolucionario estructuralismo, que busque el camino hacia un nuevo paradigma socio económico.
Para salir de esta crisis, no es necesario ser un científico social, como me lo dicen muchos compatriotas en la calle, no es aplicando la ortodoxia dogmatica del anacrónico socialismo real del siglo XX, sino el surgimiento de una verdadera revolución tecnológica, evitando que el talento criollo siga abandonando el país.
Una nueva estrategia de desarrollo en Venezuela tendrá que venir de nosotros mismos.
Para ello se requiere implementar una teoría, y una política monetaria-financiera, bajo una nueva estructura dirigida por expertos más sensatos, y con los pies puestos en la tierra. Al mismo tiempo que se implemente un Estado con una nueva economía política.
En este mundo moderno y globalizado, el desarrollo nacional, debe ser democrático, y con una economía mixta bajo la rectoría del estado. Pero se requiere para que esto se cumpla que el gobierno sea democrático en lo político, y que su participación sea más racional en lo económico: así empezaríamos a acabar con la inflación, la escasez, y la especulación etc.
Es muy necesaria la instrumentación de políticas claras que definan, la participación del Estado como planificador, como empresario, como inversionista, y como regulador de los precios y del desarrollo.
La distribución del ingreso debe ser fortalecida: seguro social, educación, salud, seguridad, bienes básicos etc. Ser promotor a través de políticas del fomento industrial, y comercial, y en el área bancaria a través de una política monetaria de regulación y promoción financiera del desarrollo nacional.
Hay que definir los límites y alcances del papel del gobierno, en el campo de la economía política, que es lo que determinará la naturaleza de la economía mixta, bajo la dirección del Estado, garantizando su carácter democrático y participativo dentro del proceso bolivariano, donde seguirá siendo fuerte, lo que no implica que sea el más grande. La intervención irracional del gobierno bolivariano en la economía lo esta debilitando políticamente, por su ineficacia económica, poniendo en peligro la legitimidad política de la revolución bolivariana. Cuando el gobierno sustituyó al sector privado de la economía, su mal accionar no ha garantizado el mecanismo a través del cual se realiza la producción y distribución, sino que su acción a través de sus erráticas políticas de producción, fomento y regulación, ha disparado: la escasez, y la especulación.
Cabe señalar que no sólo se trata de una crítica lo aquí expuesto, sino algo analítico, y también prospectivo que debe ser tomado en cuenta por el alto gobierno.
Este socialismo, esta siendo percibido por el pueblo venezolano como algo obsoleto: porque se trata de un capitalismo de estado autoritario, bajo la rectoría de la contrarrevolución inflacionaria. En los llamados socialismos reales del siglo XX esto fue desmitificado no sólo en la teoría sino también en la práctica.
Hay que enfrentar esta crisis respetando los postulados de libertad política, y de justicia social salvaguardando la independencia, y la soberanía nacional.
El gobierno bolivariano debe asumir planificadamente ciertas funciones que debe desempeñar como factor económico apoyado en una ejecución estratégica, y eficiente de tales funciones, promoviendo sin politiquería la participación social, y con esto se fomentará la democratización del país.
Hay que impulsar un sistema de economía mixta, democrático, ejercido a través de un sistema de planificación participativa. Cohabitando con los intereses de las clases, muchos de ellos divergentes, que armonicen las distintas fuerzas sociales en la búsqueda de objetivos nacionales y comunitarios.
La acción del gobierno bolivariano debe ser democrática y participativa, como instrumento y principio de gobierno, fijando los límites de la intervención del Estado, para alejar la tendencia de muchos ‘loquitos de carretera hacia el totalitarismo’.
Aquí no se necesita un gobierno todopoderoso, sino un gobierno más racional, y eficiente en lo económico, y más participativo y democrático en lo político.
Aquí mucho de los ‘altos líderes socialistas’ en el gobierno bolivariano quieren hacer de la lucha de clases, y de la dictadura del proletariado su sustento ideológico para imponer un despotismo de Estado. ¡El suscrito por lo menos idiota no lo es, y lo veo clarito!
La economía existe en todas las sociedades, y bajo cualquier sistema político-ideológico y donde predomina la propiedad, en formas diferentes. Tiene que existir normas jurídicas que proporcionen una estructura orgánica, donde los inversionistas diriman sus controversias, en la materia económica, y seria la dinámica entre las libertades económicas, y los derechos sociales.
Percasita11@yahoo.es
Fuente: http://aporrea.org/actualidad/a173767.html
*El artículo es una copia del original: no ha sido editado ni corregida su ortografía.
