A ponernos serios por María Elena Arcia Paschen - Runrun
A ponernos serios por María Elena Arcia Paschen

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No es para nada una novedad señalar lo grave de la situación económica y social que vivimos los venezolano y que hace que cada día esté repleto de constantes actos heroicos de supervivencia, desde obtener los productos de la dieta diaria y aseo personal que el pasado constituían una actividad rutinaria, pasando por asistir a un servicio de salud, obtener algún documento oficial, hasta lograr regresar al hogar sano y salvo.

Esto obviamente está generando en la mayoría de la población una enorme frustración e irritabilidad producto de la zozobra permanente.

Resultaba casi imposible imaginar hace apenas 15 años, que nos encontraríamos en una situación como la actual cuando teníamos un país, si es verdad, con muchas deficiencias corregibles, que nos permitía progresar producto de nuestro esfuerzo y de las oportunidades que brindaba, hoy en día casi inexistentes.

La dramática situación económica producto de las erradas y suicidas políticas implementadas nos han colocado como país en el limbo. Los trabajadores se encuentran desmotivados producto  de los bajos salarios y la falta de oportunidades; los empleadores tienen severas limitaciones de toda índole para producir lo que se traduce en la imposibilidad de generar mejores condiciones económicas para su entorno (empleados, proveedores, clientes), la corrupción ha minado todas las esferas de nuestra vida diaria,  todo lo cual genera mucho malestar resultado de la evidente disminución de la calidad de la vida y de la lamentable pérdida de valores.

Es impostergable que el actual Gobierno, legítimo o no, eso en este momento es irrelevante, tome las decisiones tendientes a corregir los errores y estamos muy conscientes de las consecuencias que en el corto plazo se podrían generar en la población mayoritariamente de escasos recursos. El temor está en los costos políticos, pero es el momento de los hombres serios y valientes.

Debemos apelar a la racionalidad sobre las pasiones y conductas instintivas que ya por básicas y repetitivas están dejando de ser “atractivas” para la gran mayoría de venezolanos que ven como día a día se deteriora su calidad de vida y se alejan las esperanzas sobre un futuro mejor. Si en algún momento fueron creíbles y hasta simpáticas ya dejaron de serlo por lo que señores, es hora de ponernos serios.

Ni la convocatoria a una Asamblea Constituyente ni la aprobación de una Ley Habilitante, van a resolver los problemas que nos aquejan; son las acciones concretas y con efectos prácticos en el quehacer diario las que permitirán generar un clima de concordia que nos aleje del pesimismo y nos estimule a trabajar para el progreso.

Estamos cansados de los alusiones a guerras que no existen sino en las mentes de quienes las mencionan y en sus propias acciones, de sabotajes, de cruzadas, imperios y otras frases similares que sólo escurren el bulto de las inmensas responsabilidades que el rol de gobierno exije y que supone el coraje necesario para rectificar errores y aplicar medidas oportunas indispensables.

El mundo es de los hombres y mujeres valientes que conociendo sus capacidades y limitaciones asumen las responsabilidades que el momento histórico les atribuye. Si no contamos con el coraje suficiente -el miedo es libre-, demos un paso atrás para que sean otros quienes con determinación y sin temor asuman las riendas en esta compleja situación para salir del oscurantismo y reconstruir la sociedad sobre bases más decentes y más justas que las que están provocando esta barbarie. Somos muchos los que estamos dispuestos a asumir el compromiso.

@malarcia