Profesionales de la Salud emiten comunicado sobre la actual epidemia de influenza A(H1N1)pdm09 que afecta a Venezuela - Runrun
Profesionales de la Salud emiten comunicado sobre la actual epidemia de influenza A(H1N1)pdm09 que afecta a Venezuela

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Quienes suscribimos, profesionales de la salud en el ejercicio de cargos de autoridades universitarias  y de decanatos de universidades nacionales;  presidente y expresidentes de la Academia  Nacional  de Medicina;  exministros  de Salud;   presidente y demás  miembros  de la Junta  Directiva,  y expresidentes de la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela  y otros  médicos  infectólogos y epidemiólogos,  en  cumplimiento de  la  Ley Orgánica   de  la Academia  Nacional  de Medicina,  de la Ley de Universidades, y de la Ley de Ejercicio de la Medicina,  que en sus artículos  dos,  en el caso de las dos primeras,  y 25 de la última,  rezan, así: “La Academia  Nacional  de  Medicina  se ocupará en  todo lo  relativo  al estudio  de  las Ciencias Biológicas y en especial de la Patología e Higiene Nacionales, asuntos  en que puede actuar   como   cuerpo   consultor”  ,  “Las  Universidades  son  Instituciones  al  servicio de  la Nación  y a ellas corresponde  colaborar  en la orientación  de la vida del país mediante  su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales”, y “Sin perjuicio de lo que establezcan las disposiciones legales vigentes, los profesionales que ejerzan la medicina  están  obligados   a:1.  Prestar  su  colaboración   a  las  autoridades   en  caso  de epidemias,  desastres y otras  emergencias;  suministrar oportunamente los datos  o informaciones  que  por  su  condición  de  funcionarios  o  de  médicos,  de  acuerdo   con disposiciones legales, les sean requeridos por las autoridades.”, respectivamente; acordamos fijar posición  sobre  la actua epidemia de influenza  A(H1N1)pdm09 que  afect a nuestro país.

No  hay duda  que  las autoridades de salud del país han  olvidado que  “La meta primordial para la comunicación de emergencias de salud es comunicarse con la gente de tal forma que se fomente,   mantenga  o  recupere  la  confianza  en  las autoridades   de  salud”.  Desde  el comienzo de la epidemia actual de influenza  A(H1N1)pdm09, la ministra del Poder  Popular para  la Salud se negó  a aceptar que  estábamos en presencia  de una  epidemia, a desestimar la importancia de la vacunación y a proporcionar información insuficiente  de lo que  venía ocurriendo, bajo  su tristemente  célebre  frase elproblema  no  es el mero  de casos o el número   d muertes,  no  es  el parte  diario  numérico  el  problema,   el  asunto  es  cómo hacemos parainformar a la gente adecuadamente sobre las medidas que deben tomar para prevenir la influenza. [..] Yo no voy a decir los números. Llegando al extremo de afirmar: “Los medicamentos  indicados contra la AH1N1 son:ninguno.

La realidad, sin embargo, no  pudo  ser ocultada, la ministra  y la viceministra  de  Redes  de Salud  Colectiva,  pasaron por  alto  que  en este mundo interconectado, es imposible  ocultar al  público   la  información  sobre,   el  avance   de  la  epidemia,  el  número  insuficiente  de vacunados   y  el  de  pacientes   que   han   ameritado  atención  médica;   ¿cuántos   de  estos pacientes  debieron ser  hospitalizados,  y cuántos  murieron?;  ¿ Cuál  fue  la  razón  real  del cambio  en la Guía de Manejo Clínico de Influenza  (GMCI), vigente  para  la fecha , por  otra elaborada por  el Ministerio  del  Poder  Popular  para  la Salud  (MPPS),  el 29  de  mayo  del presente año?, tres semanas después de iniciada la epidemia; según ésta, a los pacientes diagnosticados  como   casos  sospechosos   o  confirmados  de  AH1N1  que  ameritan hospitalización, no se les administrarán antivirales  inhibidores  de la Neuraminidasa como  el oseltamivir.  Esta decisión, sin fundamento científico basado  en evidencias  y que contraviene las recomendaciones  de la OPS-OMS,  de otros  expertos internacionales y de las conductas propiciadas  y  actualizadas   por   todos   los  ministerios   de  salud  a  nivel  mundial,  estuvo precedida por  declaraciones de la ministra  de salud, ampliamente difundidas  en los medios de comunicación del país, donde señalaba, No hay indicacióndel uso de medicamento antiviral. ¿Porqué  no  se le informo al país y en particular  a los profesionales médicos  que laboran en  los  establecimientos de  atención médica  del  sector  público  y  privado de  un segundo  cambio  en la GMCI , fechada  quince días después  del primero, donde, se restituye, en  las  pautas   de  tratamiento  para   pacientes   diagnosticados  como   casos  sospechosos   o confirmados  de  AH1N1  que  ameritan hospitalización, “Iniciar tratamiento antiviral”.  ¿Cuál tratamiento antiviral,  cuando no existe disponibilidad en el país?

Más temprano que  tarde, el país se enteró de lo que  estaba  ocurriendo, lamentablemente no  por  boca  de  las autoridades de  salud;  si ellas hubiesen  anunciado,- lo antes  posible,  lo que se avecinaba, por no haber  adquirido el MPPS, oportunamente, el número de dosis necesarias  de  vacunas  contra  la influenza,  para  proteger a los grupos  de  riesgo;  no  haber cumplido con la cobertura de vacunación de la población objetivo; ni de haber  adquirido la cantidad suficiente de virocult  para  recolectar las muestras;  y los antivirales  indicados  para los enfermos  que lo ameritaran; y sobre todo por no haber  alertado oportunamente las consecuencias  del grave  error  cometido de eliminar  el uso de medicamentos antivirales,  tal como   se  indicó  en  la  GMCI  del  29  de  mayo-,   la  situación  sería  otra,   porque hubiese permitido adoptar medidas  que  disminuyeran la alta letalidad que  la epidemia ha causado. Está claro que  el MPPS no  fomentó la confianza  en la población y hasta  el presente no  ha intentado recuperarla, por  el contrario, sus actuaciones, entre  ellas, la eliminación  del  uso de antivirales  en las pautas  oficiales de tratamiento a pacientes  hospitalizados, y su posterior rectificación,  ocurrido de manera oculta,  poco  transparente, han provocado el reclamo  y las advertencias de calificados profesionales de la salud.

A pesar de esta conducta negadora de la epidemia, en ocho  semanas desde  la semana epidemiológica  18, hasta la semana  epidemiológica  26 sehan confirmado en todo el país 2.300  caso de  influenza   (H1N1)pdm09,  del  total   acumulado  de  2.322  casos confirmados en2013. Una  cantidad 387  veces mayor  si se compara con  el períodosimilar de  2012  cuando se repor que  ocurrieron solo  6 casosconfirmados.  Así mismo,  cerca de 500  personas  con  infección  respiratoria aguda  grave  han  sido hospitalizadas semanalmente en el mismo período mencionado de ocho  semanas.

Los funcionarios   no  pueden declarar  sobre  el tema.   En algunos  estados  los  médicos  que trabajan en establecimientos de atención médica de las redes públicas de salud, han sido conminados  a guardar silencio; se les ha prohibido opinar  sobre  el problema. La razón  es simple, a entender de lasautoridades del MPPS, la epidemia de influenza  no existe. No hay epidemia. Divulgarla  podría sembrar  “desestabilización del régimen”, una confabulación de intereses  para  dañar   al  Gobierno. O  simplemente  hay  que  acatar   la  orden de  silencio, conducta  omitiva   y  negligente,  consciente   o  no,   ante   un  hecho   que   ha  rebasado  la capacidad de anticipación y respuesta  del Gobierno Nacional.

Mientras   tanto,  la  epidemia  de   influenza   A(H1N1)pdm09   cobra  víctimas   en   todo  el territorio nacional,   se h diseminado ampliamente; unas  88  personas   han  fallecido   la caus básica  es  la influenza,  pero   las cifras no  son  importantes, como   ha  enfatizado la ministra  del  Poder  Popular   para  la  Salud  públicamente.  Todo   lo  que  hay  que  hacer  es lavarse   las  manos   y  taparse   la  boca   al  toser o estornudar.  Ya en la historia de la insensibilidad y la falta de compromiso humano, otros  se lavaron las manos.

Como  si fuera  poco,  la medida  de prevención más importante para atenuar el impacto de la  epidemia:  la  inmunización,  no  s aplicó oportunamente   en  cantidades  suficientes. Ahora no hay vacunas;  la mayoría de las embarazadas, de los pacientes  pertenecientes a los grupos   de   riesgo,   susceptibles   de   padecer  las  formas   graves   de   la  enfermedad  están desprotegidos.  ¿Qué  decir de  los trabajadores  de  la salud que  en su gran  mayoría no  hasido vacunados y que están expuestos  al riesgode enfermar por razones ocupacionales?. Precisamente fueron  enfermeras de  un  centro  de  salud  en  Mérida  los primeros  afectados por   esta   nueva   epidemia  de   influenza.   Parece   que   esto   no   es  importante  para   las autoridades de  la salud,  cuando por  el contrario puede  tener  un  impacto grande  sobre  el funcionamiento  de  los  establecimientos  de  atención  médica.   Como   lo  ha  anunciado  el MPPS no  s vacunará   los millone de  personas   que  aún  restan  por  vacunar   en  este momento.No  se  harán  siquiera  trámites  para  conocer   la  existencia  y  disponibilidad  de vacunas  en otros  países del Hemisferio  Sur, no se consultó  a la OPS para  adquirir  en forma extraordinaria las vacunas  mediante el Fondo Rotatorio. La solución  del problema actual, será  diferida  hasta  el  fin de  año,  en  octubre, se adquirirán las vacunas  que  necesitamos ahora  y que comenzarán a aplicarse a finales de 2013 o comienzos  de 2014. Se vacunará extemporáneamente,  cuando  la  epidemia  haya   culminado  lo  que   resulta   un  absurdo. Ministra, la vacunación debe  ser ahora. No tiene sentido  alguno  esperar  6 meses.

Se comprende, que  si no  hay  un  problema de  salud pública  como intentan convencernos, la autoridades  del   MPPS,   qué   propósito  tiene   informar   al  público,   sensibilizarlos   y comunicarles  continua ycompletamente sobre el curso de los acontecimientos, ¿para qué reforzar  conductas  saludables?,   en  consecuencia,  muy  poco   se  ha  implementado  para orientarles,  con   mensajes   educativos   a  gran   escala,  mediante  el  poderoso  sistema  de propaganda y medios  públicos,  de cómo  prevenir la enfermedad, de ayudarles  a identificar los síntomas  de alerta,  informarles  cuándo asistir al médico.  En resumen no  hay que  hacer campaña de información y educación para  evitar enfermarse.Y  ¿qué haremo co lo pacientes   grave que  deben   ser  atendidos  en  los hospitales?

¿Encontrarán   los   servicios   bien    dotados,   el   personal   suficientemente   entrenado   y capacitado,  con  información  actualizada  sobre  las  conductas   médicas  y  la  terapéutica?, ¿Dispone el personal de equipos  de protección personal para evitar el contagio?, ¿Tiene conocimiento  de  las  modificaciones  de  las  GMCI  del  MPPS?,  ¿Dispone  el  MPPS  de  la cantidad suficiente de antivirales  para  atender la modificación realizada, el 13 de junio  del 2013, a la GMCI?,¿ Los medicamentos antivirales  que el MPPS ha distribuido a los establecimientos hospitalarios de las redes públicas de salud, tienen  Registro Sanitario en Venezuela?,   ¿Se  han   asimilado   las  lecciones  aprendidas  de  la  pandemia  de  2009?.   La respuesta  es no.

La  negación   reiterada  del   problema,  así  como   la  deficiente  información,  educación, promoción de conductas saludables de laparticipación responsable de la sociedad,  del uso oportuno y suficiente devacunas de la eliminación  durante un período de la epidemia del empleode antivirales  par incidir sobre los casos más graves, son decisioneserradas  que nos privan  de  los  recursos  más  importantes de  la  ciencia  y  la  tecnología del  siglo XXI para combatir la epidemia y desafortunadamente nos condena a padecerla, como  si esta falsificación de la realidad  nos ubicara  irremediablemente en el escenario  de principios  del siglo XX, cuando ocurrió  la pandemia de 1918 y poco  podía  ofrecérsele  a los afectados, más allá de la conmiseración, el aliento  y la solidaridad.

Ministra,  ante  la  gravedad de  lo  que  ha  venido   ocurriendo  lpasividad   con  que  ha actuado el MPPS, le hacemos  un llamado areflexionar, usted  le debe  muchas  explicaciones al país.  Para  recuperar la confianza  y la credibilidad de  la población, su mensaje  deberá reconocer  errores,   ordenar  una  investigación   sobre   hechos   que  se  desprenden  de  esta Declaración   con   la  mayor   transparencia  que   la  situación   amerita,  deslastrándose   de opacidades e intereses  políticos.  Tenga  presente, sin embargo, que  “la transparencia, por  sí misma,  no  garantiza   la  confianza”•,  y  que  la  principal   meta   de  salud  pública  en  este momento es controlar la epidemia cuanto  antes, eficientemente, con el menor sufrimiento  y trastorno  social  posible;   conciliando  el  esfuerzo   de   toda   la  población,  respetando   y atendiendo la opinión de las organizaciones académicas,  científicas y profesionales.

A fin de cuentas su obligación  es garantizar el derecho a la salud y elderecho de acceso a la información sobre asunto de extremo interéspúblico  como  lo es una epidemia.

Caracas, 15 de julio de 2013.

Dr. Nicolás Bianco Colmenares, Vicerrector Académico  de la Universidad Central  de Venezuela

Dr. Ulises Rojas S., Vicerrector Académico  de la Universidad de Carabobo

Dr. José Corado, Decano  de la Facultad  de Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo

Dr. Gerardo Tovitto,  Decano  de la Facultad  de Medicina  Universidad de Los Andes

Dr. Rafael Muci-Mendoza, Presidente  de la Academia Nacional  de Medicina

Dr. Antonio  Clemente Heimerdinger, Ex Presidente  de la Academia Nacional  de Medicina

Dr. José Félix Oletta, Ex Ministro de Sanidad y Asistencia Social

Dr. Rafael Orihuela, Ex Ministro de Sanidad y Asistencia Social

Dr. Pablo Pulido, Ex Ministro de Sanidad y Asistencia Social

Dr. Carlos Walter,  Ex Ministro  de Sanidad y Asistencia Social

Dra. María Yanez, Presidente  de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas

Dra. Trina Navas,  Ex Presidente  de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas

Dr. Saúl O. Peña, Ex Presidente  de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas

Dr. Enrique López Loyo, Ex Presidente  de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas

Dr. José Ramón  Medina  Bereciartu,  Ex Presidente  de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas

Dra. Ana C. Carvajal,  Médico  Infectóloga y Ex Miembro de la Comisión  de Epidemiología de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas.

Dr. Julio Castro M., Médico  Infectólogo.

Dr. Oswaldo Godoy, Médico  Epidemiólogo. Dr. Andrés Barreto,  Médico  Epidemiólogo

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