Demasiado grave por Ramón Guillermo Aveledo - Runrun
Asamblea_Nacional_Venezuela
Puede que entre escribir y publicar sesione la Asamblea Nacional, lo que es constitucional y debería ser normal. No es mi intención interferir en un diálogo elemental, pero en todo caso éste tiene un marco que es el respeto a la Constitución y, desde luego, el respeto a las personas y a lo que representan, que es a millones de venezolanos.
La interrupción del funcionamiento del Poder Legislativo, el que constitucionalmente encabeza la organización del Poder Público Nacional, nace del abuso y la desviación de poder del primer llamado a conducir su buen funcionamiento. El presidente de la Asamblea no es su dueño. Sus atribuciones están en el reglamento, el cual se lee e interpreta, ante todo, con las claves del artículo 2 de la Constitución.
Este es «un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia», cuyos valores superiores son «la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político». Si la Asamblea tiene dueño, es el pueblo venezolano que elige sus representantes. Cada quién vota según su idea, por eso no es un coro. Y todos los diputados tienen el derecho, y el deber, de hacer oír en el hemiciclo la voz de los ciudadanos que los llevamos allí.
Negar el derecho de palabra a un diputado es la autonegación del Parlamento. Nadie tiene ese derecho ni puede atribuírselo, porque se dirige el debate para mantener el orden, nunca para subvertir el orden constitucional. Todo lo demás que se ha hecho, tan bochornoso como ha sido, es accesorio a ese crimen principal contra la institución. Agredir con premeditación a diputados en sus curules, no fue una reyerta sino un ataque alevoso, destituir los presidentes y vicepresidentes de comisiones de la Unidad y, finalmente, negar el sueldo a los diputados agredidos con la explicación de que «no trabajan», escandalosos como son, palidecen ante la arbitrariedad original.
La Asamblea debe debatir los problemas reales: violencia, inflación, escasez, y legislar sobre ellos, y controlar la administración. Los medios deben acceder libremente a las sesiones. La señal de Antv es para informar lo que pasa allí, y no para la propaganda partidista. Es elemental.
¿Busca el presidente de la Asamblea desestabilizar el país? ¿Cómo se explica su conducta? ¿Ira incontrolada o calculada insidia? ¿Actúa por su cuenta? ¿Lo apoya Nicolás Maduro? ¿Se lo permite o no puede impedírselo?
Lo que ha pasado es demasiado grave para no formularnos esas preguntas. Y otras más.
Ramón Guillermo Aveledo  

Fuente: Últimas Noticias