Los retos de Obama y, sobre todo, del Partido Republicano por José De Bastos - Runrun
Los retos de Obama y, sobre todo, del Partido Republicano por José De Bastos

La euforia por el triunfo en una muy peleada elección, tras una agotadora campaña, pasó rápidamente para el reelecto presidente Obama. Por delante tiene una agenda de temas urgentes por resolver en los próximos días, sabiendo que tiene que conseguir la manera de llegar a mínimos acuerdos con la Republicana Cámara de Representantes.

El principal asunto con el que se encuentra el líder Demócrata, y que ya inunda los medios de comunicación y ocupa a los analistas, es el llamado “fiscal cliff”, una serie de medidas que, de no hacer nada, entrarían en acción el primero de enero de 2013. Si no hay acuerdos entre el Presidente y el Congreso, se vencerá el plazo de los cortes de impuestos vigentes desde los días de Bush, así como una serie recortes en distintos planes sociales y el presupuesto militar.

En tal sentido, el segundo hombre de mayor peso en Washington D.C., el líder de la Cámara de Representantes, John Boehner, ha asegurado que es un hombre razonable y que no tiene dudas que entre él y Obama podrán llegar a acuerdos para evitar cualquier desastre inesperado.

Además de los temas nacionales, Obama también inicia su administración con una situación internacional plagada de problemas, en los que cada vez Estados Unidos parece tener menor poder de decisión.  El relevo en China, el programa nuclear de Irán, el conflicto en Siria, la crisis europea y el fin de la presencia estadounidense en Afganistán están en el tope de su agenda.

Pero políticamente Obama vive unas horas tranquilas. Sabe que superó un difícil escollo en las urnas, en un contexto económico en el que nunca había sido reelecto un mandatario en su país. Sabe que su partido se está consolidando entre la población que más va en aumento, y que cada vez son menos los estados impenetrables para un “liberal”. También respira profundo al saber que mantuvo y mejoró su mayoría en el Senado.

Por eso, es en la acera de enfrente en donde la profunda reflexión debe venir. El partido Republicano está en la hora decisiva para analizar una transición, algún cambio que los acerque medianamente al voto de las minorías y de las mujeres.

A pesar de la derrota, el “Grand Old Party”(GOP) no está hundido y tiene espacio de maniobra: posee una mayoría cómoda en la Cámara de Representantes, así como el manejo de 30 de las 50 gobernaciones del país. Sin embargo, tales logros pueden comenzar a desaparecer entre el corto y mediano plazo si no se revisan las posturas extremistas que desde 2010 han tomado al partido, y se avanza en posiciones más modernas en temas como la inmigración y los derechos de las minorías y las mujeres.

Para tal reforma interna, hay algunos pasos adelantados: varios de los candidatos más extremistas al Senado y al Congreso fueron derrotados el pasado martes, restando poder al influyente “Tea Party”, al tiempo que desde las filas Republicanas comienzan a surgir voces de diálogo y moderación. El partido también tiene a importantes figuras para esta transición bien posicionadas, como el Senador de origen hispano Marco Rubio, o la gobernadora de Nuevo México Susana Martínez. Una importante adhesión habría sido la de Mia Love, una joven afroamericana mormona que cayó derrotada en su lucha por un escaño en la Cámara de Representantes.

Por ahora, la primera obligación del GOP es mostrarte más abierto a alcanzar acuerdos con Obama en estas próximas semanas, claves en las negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo. Ya eso sería un cambio importante en relación a los últimos dos años, en el que varias figuras del partido conservador aseguraron que su prioridad número uno era frenar cualquier iniciativa del mandatario.

 

@JDeBastos