Confidenciales: Cuatro secretos electorales por Juan Carlos Zapata - Runrun


1-Paso a paso se va imponiendo la matriz del cambio. En el caso de la oposición ya se impuso con la retirada de los candidatos de mayor edad. Quedan las opciones que representan la nueva generación de liderazgo. Con lo cual –lo dijo acertadamente Antonio Ledezma ayer al anunciar su retiro-, lo de más edad suena a pasado, incluyendo al presidente Hugo Chávez, quien estará rozando los 60 años en 2012 y 14 años en el poder. Hoy esa es una matriz de opinión pública. Y de acuerdo a como se desarrolle la campaña pasará a convertirse en una matriz político-social. Ocurrió en 1998 cuando el candidato Hugo Chávez comenzaba a desplazar en las encuestas a Irene Sáez y a Henrique Salas Romer. El cambio fue tomando cuerpo hasta alcanzar la profundidad de la matriz social.

2-Se afina el mensaje. Los precandidatos le toman el pulso a los temas. Dejan atrás el discurso dirigido al electorado regional.  Leopoldo López maneja un programa de gobierno. Pablo Pérez y Henrique Capriles presentan propuestas que parten de la experiencia regional, bajo la premisa de extender al país los logros que con limitados recursos han alcanzado en los estados en los que gobiernan, Zulia y Miranda. María Corina Machado ha lanzado la idea central más polémica; se puede estar o no de acuerdo con ella, pero es una propuesta que vale la pena debatir: el capitalismo popular. Entonces es posible anticipar que para los debates que arrancan a mediados de este mes, los precandidatos habrán ya afinado el mensaje central del cambio, y sus elementos diferenciadores. Por ahora, una idea central ronda el discurso. El próximo gobierno debe ser un gobierno de unidad nacional, de inclusión, de todos y para todos los venezolanos, con lo cual marcan distancia con la teoría, práctica y estilo del presidente Chávez.

3-Los precandidatos no andan entretenidos con los partes médicos presidenciales. El plan de campaña está basado en si Chávez es candidato o no es candidato. Ambos escenarios entrañan riesgos. Con Chávez candidato, porque hay que enfrentarlo de manera directa, sin dudar la fortaleza que exhibe en las encuestas, y porque un nuevo gobierno bajo su conducción implica no más de lo mismo, sino la profundización del proceso. Si Chávez no es candidato, entonces el riesgo procede de un cuadro impredecible, al cual, la MUD, los equipos y los partidos que respaldan a los precandidatos le han puesto “imagenología”.

4-La matriz del cambio significa un reto para partidos como AD y Copei. ¿Cómo se actualizan? ¿Cómo se reinventan? Es un hecho que todos los precandidatos buscaban estos apoyos. El mismo Ledezma se retira reconociendo que no había logrado los respaldos que se había planteado. Chávez el domingo anticipó por dónde va atacar: repitiendo la fórmula contra AD y Copei. Ayer fue publicado un aviso en el que se da cuenta del Pacto de Punto Fijo como el inicio de la dictadura de pa rtidos: o sea,  de AD y Copei. En la rueda de prensa del viernes junto a Pablo Pérez, el secretario general de AD, Henry Ramos Allup, se lanzó con un discurso que no deja dudas del grado de reclamo y denuncias al que están dispuestos: sin medias tintas, sin edulcorantes. No es posible  todavía interpretar si el ataque de Chávez viene más porque entiende que a estas alturas de la historia  roja-rojita, AD y Copei ya deberían estar enterrados y no vivos y aspirando a ser poder de nuevo. Las encuestas decían hace 8 meses que AD tenía 4%. Hoy, ese porcentaje se ha duplicado. Y algo pasó este fin de semana en San Fernando de Apure. Hubo elecciones internas para escoger al abanderado blanco que buscará la nominación opositora a la alcaldía de San Fernando. Pues en esas internas votaron casi 6.000 personas, en un proceso prácticamente clandestino. Este número impo rta mucho, ya que en las elecciones legislativas del año pasado, AD registró 10.000 votos. ¿Cómo ha sido posible hoy tal participación? Entre otras razones, por el fracaso de los gobernadores chavistas en Apure. El militar Ramón Carrizales ha resultado peor que el militar Jesús Aguilarte Gámez. La decepción cunde. Y no sólo en Apure.