Concejal Prat denuncia abandono de la parroquia Unare
Concejal Prat denuncia abandono de la parroquia Unare

UnarePtoOrdaz

 

“Seguramente este año veremos a personeros del Gobierno en la UD-338”. El concejal de Caroní, José Prat, acudió al llamado de los vecinos del sector popular UD-338, perteneciente a la parroquia Unare de Puerto Ordaz, quienes solicitaron su presencia para que constatara el “abandono absoluto” en el que se encuentra esta comunidad.

Los residentes de la zona no solo solicitaron la presencia del gobernador Rangel Gómez y del alcalde José Ramón López en el lugar, sino también el apoyo de los concejales y diputados para que canalicen las peticiones y agilicen las respuestas.

“Nosotros seguimos atendiendo el llamado de los vecinos, así como lo hicimos en San José de Cacahual y en Pozo Verde. Este sector popular carece de todos los servicios y es evidente que las autoridades solo pasan a buscar votos”, manifestó el dirigente.

El problema de la inseguridad encabeza la lista en esta comunidad, ya que el módulo policial, que está identificado con el logo de la Policía del estado Bolívar, está solo: “sin funcionarios, sin herramientas de seguridad, sin indicios de que está operativo”.

Por otro lado, el deterioro de la vialidad ha impedido el libre tránsito del transporte público y privado, por lo que los habitantes de la UD – 338, sector cercano al Core 8, no pueden movilizarse hacia y desde sus hogares. “Aquí es donde es bueno preguntarse: ¿dónde están los grandes planes de asfaltado anunciados con bombos y platillos?”.

El líder causerrista resaltó que la realidad contrasta “drásticamente” con el discurso del alcalde López que “se dice a sí mismo ‘El campeón del asfalto’ cada vez que se le menciona el tema del mal estado de las calles y avenidas”.

El resultado de esta “pésima gestión” es, por supuesto, que tanto los autobuses como las camionetas y los taxis no quieran transitar por el lugar, no solo porque van a destruir sus vehículos al pasar por huecos y lagunas, y no se consiguen los repuestos; sino también por temor a ser atracados en plena vía.

Por último, recordó el problema con las aguas servidas y drenajes, que son focos de enfermedades e infecciones para niños y adultos. “Este asunto tiene años, siete para ser exactos, y no se ha atendido. El gobierno prometió poner a funcionar la planta de tratamiento y quienes trabajan en ella aseguran que solo les autorizaron hacerle mantenimiento. Mientras, las aguas negras siguen bordeando las casas”.

 

Notable ausencia

El concejal, que continúa su recorrido por distintas comunidades de Caroní, evidenció la mala calidad de vida que tienen los residentes de la UD-338 y certificó la decepción que sienten ante tantas promesas incumplidas.

“Uno de los comentarios más comunes que escuché fue que hace tiempo ninguno de los vecinos ha notado la presencia de las autoridades por el sector. Ojalá que no aparezcan justo este año que es electoral con nuevas promesas para buscar votos. Ojalá tengan vergüenza.”