Perú: La otra trampa por Juan Carlos Zapata - Runrun


En Perú, el miedo gana. O sea, la hija de Fujimori  puede ganarle a Ollanta Humala.  Los peruanos lo saben mejor que los venezolanos. En Perú aprenden de la lección venezolana. Mejor el mercado y la propiedad privada que la incertidumbre. Inclusive, piensan, hasta la represión fujimorista y la corrupción fujimorista son males menores ante lo que encarna Humala. Vargas Llosa dice que votar por la hija de Fujimori es avalar la inmoralidad del gobierno de Fujimori. Esto, dicho en frío, suena bien. Lo que pasa es que los peruanos miran hacia Venezuela y ¿qué ven? Un Chávez arrebatándolo todo. Y los peruanos no dejan de vincular a Humala con el presidente de Venezuela. Tan fuerte es el fantasma de Chávez y lo que él significa que en Perú hacen de tripas corazón para que la experiencia venezolana no se repita allí; no ahora cuando el país goza de un largo periodo de estabilidad y crecimiento económico. Los peruanos recuerdan lo que era Venezuela y lo comparan con la cruda realidad de hoy. Pero claro, no todo es miedo y apariciones y repeticiones. También está el hecho del voto duro a favor de Fujimori, que lo hay. Votantes que recuerdan que el gobierno de su padre acabó con dos pesadillas: Sendero Luminoso y la crisis económica. Si la estabilidad económica tiene un peso en la decisión de los votantes, entonces que gane Humala o que gane Fujimori, la culpa es fundamentalmente del sector democrático que acudió dividido, partido, atomizado, a la primera vuelta. Se entramparon ellos mismos.