Choki es una orgaización sin fines de lucro fundada con la misión de proteger la cultura y tradiciones de algunas de las comunidades más sagradas e intocables del mundo, que actualmente se encuentran bajo la amenaza de “la globalización”. Su filosofía consiste en construir un mundo de conciencia, llevando el legado de nuestra humanidad expresado en arte y la ilusión de aportar en la construcción de un mundo mejor.

Sus fundadores, Andrea Pinto (venezolana), Jessica Pinto (venezolana), y Cassey Hartnett (norteamericano), todos residenciados en Denver (EEUU), trabajan actualmente en su primer proyecto, apoyando a Choki, una escuela de artes tradicionales ubicada en las montañas del Himalaya, en Bhutan. Este pequeño país –también conocido como La Tierra del Dragón Relámpago– es el único reinado existente hoy en día. No tienen ningún tipo de política y su sistema de medición para determinar su mejora como país está basado en los niveles de felicidad de sus habitantes. Bhutan es un país con tradiciones milenarias y casi desconocidas por el resto del mundo debido a las dificultades de ingreso a sus tierras. No existe un sistema de turismo y la entrada a esta tierra mística es aprobada únicamente por sus reyes.

El plan de apoyo consiste en llevar sustentabilidad y seguridad a la escuela, la cual también funciona como un orfanato que rescata a los niños de las calles y los previene de trabajar en fábricas donde terminan siendo explotados por industrias extranjeras que han llegado recientemente al país. De 5 niños, la escuela ha pasado a tener 163, y todos viven allí. Reciben alimentación, vestimenta y educación en un esfuerzo por mantener vivas sus tradiciones. No solo crean impresionantes pinturas que llevan hasta diez meses en hacerse, sino también se caracterizan por la elaboración de tejidos con pigmentos naturales creados en sus propias tierras, usando como única herramienta sus manos. Para estos niños su arte representa una manera de adorar su cultura.

Choki cree que el arte sirve como un canal de comunicación para la mejora de sociedades, relaciones sociales, conciencia positiva, y un mejor entendimiento sobre el porqué de nuestra humanidad. El objetivo es subvencionar artistas tradicionales provenientes de lugares remotos para que sigan haciendo lo que ellos aman a cambio de dar a conocer sus comunidades y cultura al mundo a través de su arte. Choki subasta las obras y lo recaudado es llevado de vuelta a la escuela como sustento económico.

 El arte es un canal de expresión para revelar, enaltecer y entender nuestros conflictos internos, miedos y tensiones, al igual que aspiraciones y sueños. El arte es la universidad cultural por excelencia de la humanidad y esta abierta al público; es el más hermoso invento del hombre; es el lenguaje universal de la vida; un reflejo del propio ser, de su pasado, presente y futuro. Los poderes creativos del hombre son infinitos y tienen que ser protegidos.