Arreaza, Rodríguez y Cabello evaluaron las declaraciones de Aveledo
Las palabras de la Mesa de la Unidad Democrática no cayeron en saco roto.
Luego de que el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, anunciara el martes en la tarde su decisión de suspender los acercamientos con el Gobierno, el vicepresidente Jorge Arreaza, y el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, se trasladaron hasta la Asamblea Nacional para analizar junto con su presidente, Diosdado Cabello, la primera gran crisis que atraviesa el proceso de diálogo.
Estos tres altos jerarcas del régimen chavista habrían evaluado la propuesta de la MUD de instalar una Comisión de la Verdad «plural» como condición para «desatrancar» las conversaciones, indicaron las fuentes consultadas.
Una de las razones expuestas por Aveledo para «congelar» el proceso de diálogo, tiene que ver con la creación de una comisión parlamentaria, encabezada por Cabello, para investigar los hechos violentos ocurridos desde el 12 de febrero.
«Una comisión parlamentaria no es una Comisión de la Verdad. Eso es contrario a los acuerdos. El presidente de la AN que se deje de malacrianzas, que se baje de esa nube, que no se vista que no va», espetó el portavoz de la MUD.
Arreaza, Rodríguez y Cabello también habrían abordado la necesidad de garantizar el correcto desempeño de los comités de postulaciones judicial y electoral, otra de las exigencias presentadas por la coalición opositora. Estas instancias están llamadas a conducir la renovación parcial del Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia.
Al rescate
Los cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil: María Ángela Holguín, Ricardo Patiño y Luiz Alberto Figueiredo, y el nuncio apostólico, Aldo Giordano, tienen un objetivo claro este fin de semana en Caracas: salvar el proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición, «congelado» por parte de la MUD por «falta de resultados».
Los cuatro diplomáticos han sido testigos de las conversaciones entre los sectores políticos de Venezuela, han escuchado sus exigencias y están conscientes de la necesidad de que las conversaciones produzcan hechos tangibles.
El secretario ejecutivo adjunto de la MUD, Ramón José Medina, declaró ayer aAFP que este domingo se reunirán con los «terceros de buena fe» para explicarles su posición.
«Los cancilleres anunciaron que vienen el fin de semana y nos reuniremos con ellos y el Nuncio de Caracas el domingo», ratificó Medina.
Holguín ya había dicho a principios de la semana que esperaba que en los próximos días «las cosas avancen», y explicó que «ya están sobre la mesa esas prioridades que quiere la oposición e igualmente el Gobierno y sobre eso hay unas reuniones técnicas (…) vamos a ver los resultados y esperamos que al final de esta semana veamos por lo menos una luz».
El interés de los testigos es que el proceso de diálogo contribuya a bajar las tensiones y el clima de violencia política que vive el país desde el 12 de febrero. También el prestigio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) está en juego, instancia que tiene en Venezuela su primera gran prueba de fuego como mecanismo de concertación para la resolución de conflictos en el continente.
Ayer era el día pautado para que Gobierno y oposición se reunieran nuevamente, pero el anuncio de la MUD, sobre el congelamiento del proceso, influyó en la postergación del viaje. Fuentes diplomáticas comentaron que Holguín y Patiño estaban listos para venir a Caracas y fue la notificación de la ausencia de su homólogo brasileño lo que detuvo todo.
Fuentes oficiales explicaron a Efe que la presidenta brasileña Dilma Rousseff instruyó a Figueiredo a permanecer en Brasilia. Por su parte, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, afirmó a la agencia Zenit que en lo que respecta al viaje del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, a Venezuela «la situación permanece como la que ya se había hablado: Una disponibilidad en términos generales, pero no hay actualmente un viaje en programa».
