El presidente Nicolás Maduro no se siente responsable por la crisis económica que atraviesa el país. En la presentación de su informe anual de gestión, afirmó que son cuatro los factores que “gravitan” sobre la delicada situación nacional: la caída de los precios del petróleo, la falta de un aparato productivo sostenible, la ausencia de un espíritu nacional de cooperación para el desarrollo económico y  el ataque a la moneda a través del sistema cambiario.

“Quedamos en el terreno de la resistencia económica”, dijo Maduro, quien admitió que existe escasez y desabastecimiento que afecta la calidad de vida de la población, aunque aseguró que es la consecuencia de un “modelo de guerra no convencional” que es la guerra económica.

La culpa es de los sectores productivos. «Hemos avanzado en ese punto pero aún falta mucho por hacer. El sector capitalista se ha declarado en huelga de inversión. Es lo que nosotros llamamos como que se han sumado a los mecanismos de guerra económica contra Venezuela.  Este aspecto podríamos definirlo como ausencia de un espíritu nacional para el desarrollo económico y social por parte de los dueños de grandes empresas del país».

Maduro anunció que en los próximos días espera concretar un conjunto de iniciativas para impulsar los precios del petróleo. “Esto es malo para nuestro país, y se ha impuesto una situación de preguerra mundial, con intereses políticos que han golpeado los precios de nuestras materias primas», trató de justificar.

También afirmó que desde Colombia hay modelos que se impusieron para perturbar la vida económica: “Estos mecanismos han sido creados por laboratorios que se permiten desestabilizar sociedades independientes».

El jefe de Estado consideró que el año 2016 el debate en el país debe estar enfocado en «las grandes metas” de prosperidad y paz política. “¿Queremos que el país tome un rumbo de desarrollo creciente de una economía (…) o queremos que la economía se hunda y entre en una situación catastrófica? ¿A qué apuestan las posiciones políticas?».