El viernes 11 de mayo el cadáver de Carlos José Herrera Peña, de 32 años, fue localizado alrededor de las 3:00 de la mañana con golpes, heridas por arma blanca y un tiro en la cara en la urbanización Lomas de Ávila en Palo Verde, parroquia Petare del municipio Sucre del estado Miranda.
Peña vivía en la zona 6 del barrio José Félix Ribas de Petare con sus dos hijos, hasta hace tres meses laboró como vigilante en Chacaíto, pero fue despedido.
Tras quedar desempleado, Herrera, comenzó a buscar empleo en varios lugares de Caracas, pero era infructuoso y ante la situación por la que atraviesa el país se vio acorralado y comenzó a rebuscar comida de la basura para llevar a su familia.
A diario Herrera Peña salía a buscar la comida de su familia en los basureros de Lomas del Ávila. El jueves 10 de mayo se dirigió a la misma urbanización. A partir de ese momento sus familiares no supieron de su paradero hasta que el día siguiente un hermano de la víctima recibió una llamada telefónica a través dela cual le informaron que se Carlos José Herrera encontraba muerto en el mencionado conjunto residencial.
Los parientes de Peña acudieron al lugar y lograron identificarlo. Hasta el momento no han logrado averiguar el motivo por el cual lo asesinaron. Dejó en orfandad a dos hijos y era el mayor de tres hermanos.
A mas de una semana del asesinato sus familiares no habían logrado retirar el cadáver de la morgue de Bello Monte, debido a que no contaban con recursos para hacerlo por lo que solicitaron apoyo a la Alcaldía del municipio Libertador para llevar a cabo los trámites funerarios y darle cristiana sepultura a los restos del hombre.
@lysarurafuentes