En una entrevista difundida por Caracol Radio, Luis Argenis Vielma, abogado del capitán retirado Juan Carlos Caguaripano, quien fue detenido en agosto de 2017 por participar en la toma del Fuerte Paramacay en Carabobo, relató las torturas que ha vivido su defendido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en El Helicoide. También comentó las propias, pues él y su familia han sido asediados por atreverse a interceder por el militar.

Vielma informó que tras decidir defender a Caguaripano, funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) se dirigieron a su vivienda y a la de su madre para formalizar su detención. Los militares informaron a sus allegados que tenían una orden de detención dictada por el Tribunal Militar Tercero del Área Metropolitana de Caracas por los delitos: rebelión militar, sustracción de efectos de la Fuerza Armada y traición a la patria.

La Dgcim, además de visitar a la madre de Vielma, se la llevaron detenida junto a su hermano, pero la liberaron esa misma noche. Sin embargo, continuaron buscando mecanismos de chantaje que generaran su captura: persuadir a sus hijas y esposa. Para lograr tal fin visitaron el colegio de las niñas de 10 y 13 años, respectivamente. Hablaron con el padre que sirve como director de la institución y le sugirieron que les “colaborara” mostrándoles los expedientes de sus padres, enfermedades, en fin, toda su información, pues si no sería detenido. El cura se negó.

Aunque el abogado no tiene idea del porqué del asedio a sus hijas, expuso que presume las quieren para que éstas le llamen con voz de pavor y con ello conseguir su entrega por miedo a que les hagan daño a sus pequeñas. Además de denunciar la denuncia del acoso a sus dos hijas también participó el daño que la presencia de los funcionarios hizo en la institución educativa “no hay razón de que se presenten con vestimenta negra, encapuchados, armas largas. Eso afecta”, narró.

Se conoció que actualmente el capitán Caguaripano se encuentra detenido en la sede del Sebin en El Helicoide, específicamente, en el sitio que han denominado “La Tumba”. Vielma enfatizó que su defendido sufrió torturas durante su detención, las cuales fueron reflejadas en el informe forense que se le practicó en la medicatura de Bello Monte: desprendimiento de sus testículos tras una descarga de energía eléctrica que le fue suministrada a su cuerpo.