Calculan que venta de fuegos artificiales ha bajado 90% en 2017
Calculan que venta de fuegos artificiales ha bajado 90% en 2017

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El tradicional sonido de los fuegos artificiales durante diciembre parece haber quedado en el recuerdo de los venezolanos. Las noches en el país están inmersas en el silencio: el estallido de un cohetón es percibido por los ciudadanos como algo extraño. Los elevados costos de los pirotécnicos son difíciles de cubrir para las personas, que prefieren gastar el dinero en comida o medicamentos.

La feria de fuegos artificiales ubicada en El Poliedrito de Caracas es reflejo de la crisis que atraviesa Venezuela: comercios cerrados, vendedores sentados viendo la nada, pasillos llenos de escombros y la soledad en los locales saltan a la vista al llegar al lugar.

Los comercios de la feria abrieron sus puertas al público el 20 de diciembre, cuando antes lo hacían el 1° de noviembre, explicó Miguel Leo, comerciante con 12 años en el lugar.

Indicó que este año ha habido poco interés por parte de los ciudadanos en visitar la feria. “Se está perdiendo la costumbre de los fuegos artificiales en diciembre”, dijo con resignación.

El comerciante calcula que las ventas en El Poliedrito han caído en 90% este año. “De 73 puestos que hay en El Poliedrito de Caracas, solo 8 están abiertos”, aseguró.

Comercios cerrados en la feria de fuegos artificiales de El Poliedrito de Caracas​ | Fotografía: Fabiana Cantos

Otro comerciante que prefirió no identificarse dijo que para mantener su local con mercancía tuvo que hacer una inversión a principios de año. Destacó que la mayoría de los vendedores no pudieron invertir en los productos a tiempo, por lo que adquirirlos después les resultó imposible.

“Antes la gente compraba por bultos, ahora solo llevan bolsitas”, manifestó el hombre al recordar el movimiento en la feria 5 años atrás, cuando comenzó a trabajar ahí.

Las pocas personas que llegan a las tiendas a preguntar se van con las manos vacías: el cobro de 15% adicional por el pago con tarjeta de crédito dificulta la venta.

Los precios de la mercancía varían según el producto: las tortas de explosivos cuestan entre 3 y 15 millones de bolívares, un paquete de luces de bengala cuesta 110.000 bolívares, una caja con 10 bombeadores alcanza los 180.000 bolívares y una bolsa con un globo del deseo vale 50.000 bolívares.

“Esto es logro de la revolución, han acabado con todo”, vociferó otro vendedor de la zona.

La feria de fuegos artificiales de la Universidad Santa María no escapa de la realidad del país: solo un toldo está ubicado a un lado del amplio estacionamiento donde deberían estar dispuestos los otros comerciantes.

Giovanni Bisanti, organizador de la venta de fuegos pirotécnicos en el lugar, señaló que años atrás varios comerciantes se situaban en el estacionamiento para ofrecer los productos al público, lo que contrasta con la feria en la actualidad.

Agregó que su puesto ha presentado pocas ventas y aseguró que los comerciantes que están decididos a adquirir el producto lo compran a regañadientes a pesar del alto costo que tienen, pues saben que si esperan un poco más los precios subirán.

En el lugar se pueden conseguir variedades de precios según el pirotécnico: una caja individual de cebollitas vale 20.000 bolívares, una caja de luces de bengala cuesta 15.000 bolívares y cada globo del deseo alcanza los 150.000 bolívares.