Muchas opciones, pocos electores y trampas definieron las municipales en El Hatillo
Muchas opciones, pocos electores y trampas definieron las municipales en El Hatillo

El Hatillo Zona Rural Centro de Votación

La elección municipal en uno de los bastiones indiscutibles de la oposición en el área metropolitana de Caracas, el municipio El Hatillo, con 56.370 votantes, estuvo categorizada por una baja participación histórica en su zona urbana, a pesar de que la zona rural superó el mínimo esperado.

Seis candidatos lucharon este domingo para obtener el puesto de alcalde, ocupado por Reinaldo Díaz tras el exilio forzoso del alcalde electo David Smolansky. La candidata del Psuv, Francis Herrera, se enfrentaba a los cinco postulados por distintos partidos independientes y opositores, con Elias Sayegh de IPP y Yon Goicochea de Avanzada Progresista como favoritos.

Las nubes auguraban lluvia desde tempranas horas del domingo 10 de diciembre. El clima frío y la apatía provocada por los llamados a no votar de diversos actores políticos fueron las causas de que muchos de los miembros de mesa designados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) no acudieran a los centros de votación, consideró una testigo en el Colegio Conopoima de El Hatillo.

Allí, solo una mesa pudo abrirse con miembros, y las demás debieron ser conformadas por testigos de mesa que acostumbran a ayudar en comicios electorales pasados. El fenómeno sucedió en más de la mitad de los centros, confirmó Runrun.es en un recorrido por El Hatillo.

La ausencia de miembros fue tan solo la primera de las irregularidades. Votantes denunciaron la presencia de personas fuera de algunos centros que intentaban condicionar el voto al mostrar imágenes de un candidato con la excusa de realizar una encuesta, contenida en una carpeta marrón. Esto se pudo confirmar específicamente en el Club La Lagunita y la Universidad Nueva Esparta. «Dicen ser de la Universidad Central de Venezuela (UCV), pero no tienen credenciales. Además, le suman votos en su encuesta al candidato que están intentando favorecer», aseguró un elector a las afueras del Club.

En el Colegio Caniguá, la mesa 3 tuvo problemas con su máquina y dejó esperando a sus votantes por más de 5 horas. El presidente del centro comentó que la irregularidad fue notificada, y que los técnicos del CNE prestaron su ayuda para arreglarla lo más rápido posible, aunque a las afueras del colegio unos 50 electores molestos exigían activar el voto manual. El problema fue solucionado después de las 2 de la tarde, y la mesa alcanzó los niveles de participación de las demás mesas del lugar.

Según datos extraoficiales de observadores electorales, la participación para las 10 de la mañana no llegaba al 10 % en la zona urbana de El Hatillo, usualmente dominada por votantes opositores. Sin embargo, fue aumentando cerca del mediodía y para las 5 de la tarde rozaba el 30 %. Desde el inicio de la jornada, la zona rural, de tradición oficialista, duplicaba esos números con participación entre 18 y 23 % para las 10 de la mañana y 50 % para las 5 de la tarde.

El municipio registraba 53.415 electores en las municipales del 8 de diciembre de 2013, de los cuales participaron en los 32.332, un porcentaje de 60,52.

Puntos rojos sin pena

Otra irregularidad electoral denunciada por votantes y testigos fue la presencia de puntos rojos puestos por el oficialismo a menos de 200 metros de centros de votación. Los votantes acudían antes y después de ejercer el sufragio para presentar su carnet de la patria. Las mismas denuncias fueron replicadas en muchos municipios del territorio nacional.

Especialmente, a 50 metros de la U.E.E. Abilio Reyes Ochoa, un centro electoral en la zona rural del municipio, entre 50 y 60 personas esperaban cerca del punto rojo tras haber registrado su voto. La coordinadora del Psuv daba instrucciones a los votantes que entraban y salían para que acudieran con su carnet y realizaran el registro para la «activación» del mismo.

A las 6:43 PM Yon Goicochea enviaba una nota de voz desde  la U.E.E. Abilio Reyes Ochoa donde denunciaba que permanecía abierto el centro electoral a pesar de que no hubiesen electores en cola y con la expresa negación de cerrarlo por parte del coordinador. Según Goicochea, «la razón para que no se haya cerrado es para traer autobuses llenos de votantes, autobuses que por cierto son de uso oficial, lo cual constituye peculado de uso y una violación a la ley electoral».