Veo con preocupación que el Gobierno quiera fijar los mal llamados “precios justos” para la venta de carne, pollo, huevos, entre otros. Si algo hemos aprendido es que el control de precio solo traerá mayor escasez y desabastecimiento de productos. Lo que más preocupa de este posible anuncio, que pareciera aun están analizando, es que con esto comenzará una ofensiva contra los productores y vendedores para generar una sensación de bienestar falsa, como siempre hacen en diciembre, como hicieron hace unos años con Daka, más aún cuando están por anunciar unas elecciones municipales.

Los precios de los alimentos en Venezuela aumentan de manera acelerada por el colapso de la producción nacional, el descontrol desde la misma cúpula del Gobierno que no logran estabilizar la moneda y esto es lo que trae la hiper-inflación.

Hasta hace tres años estaba llegando al país carne de Argentina y Uruguay, pollo y huevos brasileños que a través de las redes Mercal y PDVAL se vendían hasta 40% por debajo del precio de mercado compitiendo deslealmente el Estado contra los productores. Hoy cuando necesitan que el campo produzca, los productores no tienen caja para invertir, no han podido desarrollar infraestructuras, ni comprar tractores, ni siquiera hacerle mantenimiento a la maquinaria que tenían, tenemos la maquinaria agrícola más vieja de Suramérica.

Siempre estaremos defendiendo a nuestros productores y la producción nacional. En varias oportunidades hemos hecho un llamado al Gobierno a abandonar sus políticas de importación que solo responden a la corrupción, a abrir de inmediato el canal humanitario y a apostar por lo hecho en Venezuela. Las soluciones a la crisis alimentaria existen a corto, mediano y largo plazo. No descasaremos ni abandonaremos el trabajo, seguiremos para que más nunca un venezolano tenga que comer de la basura.

*Con información de Carlos Paparoni