Descontento, irregularidades y emigración frenaron el voto de los jóvenes el 15-O
Descontento, irregularidades y emigración frenaron el voto de los jóvenes el 15-O

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Paola Martínez / @mpaolams

“¿Dónde están los chamos? No han venido a votar” preguntó con preocupación una testigo de mesa en el Colegio Merici de El Hatillo, horas antes del cierre de los centros electorales el domingo 15 de octubre.

En los comicios regionales celebrados en Venezuela participaron más de 10 millones de electores, pero la presencia de jóvenes votantes pasó desapercibida, al contrario de pasadas elecciones. “A pesar de la presencia de jóvenes en los centros, las personas mayores nos superaban. No nos adueñamos del proceso”, opina Gabriel Valdez, presidente de la Federación de Centros Estudiantiles de la Universidad Simón Bolívar.

Las irregularidades que plagaron el proceso del domingo se sumaron al descontento que invade a parte de la juventud venezolana por el panorama político nacional e infundieron desconfianza en el camino electoral. Los niveles de participación de la oposición en estas elecciones, en la que obtuvo casi 5 millones de votos, regresaron a sus antiguos estándares tras haber obtenido 8 millones de firmas en la Consulta Popular del 16 de julio.

“Venimos de un escenario de calle en que muchos esperaban cambios, y luego sucedió la constituyente”, contó a Runrun.es la presidenta de la FCU de la Universidad Central de Venezuela, Rafaela Requesens. La dirigente de 25 años considera que los jóvenes se están desinteresando de la política luego de los cuatro meses de protestas antigubernamentales en que murieron más de 150 personas.

“Los jóvenes fuimos protagonistas de un proceso de manifestaciones que nos dejó un gran luto: heridos, presos, fallecidos. El ánimo actual no estaba para un clima electoral. Esa nube negra que algunos tenemos encima después de la ANC, que sin duda es el objetivo del gobierno, nos desmoralizó”, agregó Valdez.

Para la coordinadora nacional de Voto Joven, Luisana Sobero, el cese de las protestas en que participó gran parte del movimiento estudiantil y el repentino llamado a elecciones por la oposición sin contar con las condiciones necesarias, como el cambio de las rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE), afectó la participación juvenil del domingo 15.

“Fue difícil aceptar que íbamos a un espacio electoral. Desde el movimiento dejamos en claro que debían haber condiciones, pero de no darse igual teníamos que estar ahí. No se podían regalar las elecciones”, afirmó Requesens.

La decisión de ir a votar, para Valdez, fue la correcta. “Las injusticias que conocemos se fueron sumando con otras nuevas. Sin embargo, llamamos a votar. Lo hicimos en asambleas de vecinos, en redes sociales; lo hicimos para recuperar la democracia en el país”.

A pesar de que el movimiento estudiantil estuvo presente el 15 de octubre en los centros de votación en Caracas, careció de la fuerza del estudiantado que en comicios anteriores los ha caracterizado. La abstención también afectó la estrategia de la operación remate por parte de los jóvenes, que en esta ocasión no se llevó a cabo, pues todos los que estaban dispuestos a votar ya lo habían hecho más temprano.

 

Los votos que migraron con los jóvenes

Valdez considera que la migración fue otro factor que restó votos jóvenes en las elecciones. Cada uno de los estudiantes de la universidad conoce al menos una persona que se ha ido del país, comenta. “Todas las semanas tenemos reuniones para decirle adiós  a alguien. Desde el 30 de julio las despedidas han aumentado”.

El dirigente de la Unimet, Samuel Díaz, también relaciona los bajos niveles de participación en Miranda con la migración, específicamente en los municipios Chacao, Baruta y El Hatillo, los cuales demostraron una afluencia de votos menor a la usual en pasadas elecciones. En las regionales de 2012, la participación de los tres municipios se ubicó en promedio en 58%, pero para las del 2017 fue de 47%.

Aproximadamente 2.400.000 venezolanos habrían dejado el país para 2016, señala la coordinadora de Voto Joven citando el estudio del Departamento de Migración de la USB. Entre 60% y 70% de ese número corresponde a jóvenes.

Otro impedimento del voto para muchos jóvenes que en el año han cumplido la mayoría de edad fue su inscripción en el Registro Electoral. La apertura del registro para las votaciones de gobernadores solo se realizó por una semana en julio, del 6 al 15. Díaz indica que los cortos periodos en que no estuvo abierto, además de la poca divulgación del proceso, ha entorpecido la posibilidad de que estudiantes, a pesar de tener la edad requerida para votar, no pudieran hacerlo.

 

Seguir adelante

“La juventud es más irreverente y más sentimental. Se deja llevar más por las emociones y hay que ver cómo se maneja eso. No es fácil”, admite Requesens ante la pregunta de cómo continuar con la lucha por la democracia tras la derrota de la oposición. “La preocupación es hacia los jóvenes. Como se les vuelve a levantar el ánimo. Eso debe ser un trabajo en conjunto, con una estrategia y una organización. A pesar de los resultados negativos, hay que continuar”.

“Lo importante es seguir con la cabeza en alto”, dice el dirigente de la Unimet. Seguir haciendo el trabajo de bases, de hormiguita, y empoderar a la gente es la ruta que no se debe perder, considera.

Las decisiones ante un posible nuevo proceso electoral deben ser tomadas por todos, explica Valdez, no solo por los factores políticos. “Es una lección para todos, incluida la dirigencia estudiantil. No solo hace falta votar, sino involucrarse en todos los procesos”.