El viaje de los reubicados por el CNE en Petare
El viaje de los reubicados por el CNE en Petare

 Reuters#15Oct

Electores de todas las edades son trasladados en buses, motos y carros particulares desde sus comunidades o desde sus centros de votación originales a los centros reubicados por el Poder Electoral en el municipio Sucre del estado Miranda. En el Colegio Manuel Piar, donde fueron reubicados los votantes del Colegio San José, denuncian que personal del CNE, PSUV y FANB “se confabularon” para retardar el proceso.

“Hija yo cumplo 81 años el próximo 2 de noviembre. Votaba en el colegio San José pero me mandaron para un tal colegio Piar que no sé ni dónde queda. Le digo algo: votaré hasta que me muera porque hay que salir de esta gente y es mi derecho” dijo Leonor de Camargo, mientras activistas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) le gestionaban un traslado en carro particular con algunos de los voluntarios de la urbanización Palo Verde y Lomas del Ávila en el municipio Sucre de Miranda.

Leonor aprovecha la espera para contar que conoció a Nicolás Maduro de niño:

Yo conocí a Maduro cuando vivía en el edificio San Pedro en Los Chaguaramos y jugaba béisbol en la Técnica, sin zapatos, en chancletas. ¡Maduro, acuérdate cuando una vecina, que no diré su nombre porque ya tiene 90 años, viajó a Miami y te trajo un par de zapatos, chico!.

Son las 9:15 a. m. y Leonor es la electora número 450 que se presenta en el punto de traslado ubicado en la avenida principal de Palo Verde. Desde aquí mandamos electores del colegio San José al Manuel Piar, y los del Bertrand Russell que fueron mandados a la Escuela Baute de José Félix Ribas y a la Escuela Simón Bolívar de las Vegas de Petare. Comenzamos a las 6:30 a. m. y ya superamos las 450 personas indica David Guerrero, activista de movilización de la oposición, carpeta en mano, mientras dirige el abordaje de electores.

Los autobuses utilizados son de la línea Palo Verde-Chacaíto cuya directiva llegó a un acuerdo con los dirigentes comunitarios y activistas de la MUD para prestar el servicio. La línea de autobuses hizo un precio especial, por debajo del pasaje mínimo [que los domingos es de 350 bolívares], y prestarán el apoyo durante toda la jornada. Tenemos motorizados también para mover a los más jóvenes y carros particulares para personas con poca movilidad, dijo Rosana Giménez, dirigente vecinal de Palo Verde y Lomas del Ávila.

El viaje desde Palo Verde hasta Buena Vista no es largo. En menos de 10 minutos los votantes desembarcan. El conductor del bus, Luis Balanta, recibe instrucciones de esperar a electores que ya hayan votado para devolverlos al punto de origen. Hoy he hecho tres viajes. Creo que esto de cambiar de centro a la gente no debería ser. Yo voto en Julían Blanco. A mí no me cambiaron, votaré más tarde, comentó Balanta.

PSUV pide carnet de la Patria

En paralelo, frente al centro de votación ubicado en la Escuela Antonio Ortega de Palo Verde, se ubica el punto rojo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) donde los votantes muestran su carnet de la Patria y se anotan en un listado manual, y al otro lado de la acera, el punto 4×4 conformado por supervisores de las UBCh, Círculos de Lucha Popular, Movimiento Somos Venezuela y los Clap.

Estamos movilizando en todo el municipio Sucre. Tanto a los votantes que no fueron reubicados como a los que sí. Tenemos transportes pagados y también voluntarios. A esta hora [9:45a. m.] ha venido menos gente de lo esperado pero el flujo ha sido constante aquí en la Antonio Ortega. Los del 4×4 tienen sus propios listados y ellos van chequeando que su gente venga. Pero aquí no se obliga a nadie ni se les ofrece esto o lo otro, afirmó Diana Cardozo, integrante de la UBCh.

Ángela Fuentes cuenta que votó en Nazareno pero se trasladó a chequearse en Palo Verde porque, en su caso, se nacionalizó y fue migrada de centro. “Votar es fácil, hay poca gente. El personal del CNE y militares [hacen su trabajo] bien”, expresó Fuentes luego de firmar el listado del carnet de la Patria en un mesón donde hay propaganda de Héctor Rodríguez, candidato del PSUV.

“Votar es una obligación”

Unas cuadras más abajo, una vez ocupados todos los puestos, Rosana Giménez es la encargada de explicar a los electores cómo votar. Les muestra un tarjetón de los emitidos por el CNE y les aclara que para sufragar por Carlos Ocariz (candidato de la MUD) deben presionar en la tarjeta de determinado partido: No le den votar hasta que no les salga el símbolo de ‘check’, si lo hacen antes, el voto será nulo.

Los pasajeros escuchan atentos, entre ellos, una trabajadora de Smartmatic que prefiere no declarar ni sobre este proceso, ni sobre el del 30 de julio que dicha empresa denunció por fraudulento.

Unos puestos más atrás viajan Alirio Sánchez y su esposa Dalila Tovar. Esto de la reubicación es problemático, pero salgo a votar porque es una obligación con el país, para lograr un cambio. Creo que la oposición se ha organizado bien, dijo Sánchez. Su esposa apunta: El Gobierno reubicó a la gente para que se decepcionen pero yo salí a votar por mis nietas, para que puedan tener una vida mejor de lo que se está viviendo ahorita. Yo tuve una vida mejor en la cuarta República y quiero para ellas algo mejor.

El caos

En el municipio Sucre del estado Miranda, el CNE reubicó 15 centros de votación del total de 51 centros habilitados en la entidad: 6 en la parroquia Leoncio Martínez y 9 en la parroquia Petare.

Solo en el Colegio San José de Palo Verde —migrado hacia el Manuel Piar de Buena Vista— votan casi 6000 personas. “Yo voté tempranito, a las 8:30 de la mañana. Es sencillito. Hay gente pero no mucha. Es muy sencillo”, comenta Reina Altuna, residente de Palo Verde. Pero a las 10:00 a. m., cuando llegan los pasajeros de Balanta, el panorama es otro.

El colegio Piar es estrecho. Solo disponen de tres salones para poner las mesas de votación. En un salón ubicaron las 3 mesas que esperan a poco más de 1000 votantes naturales de ese centro, y en otros dos salones distribuyen las 7 mesas del Colegio San José, 4 mesas de votación en un salón y 3 en el otro.

Los miembros de mesa y testigos del PSUV controlan el flujo de electores en acuerdo con el Plan República, denuncian los representantes de la MUD Luis Malavé (Colegio San José) y David Pellicer (Colegio Manuel Piar). Llaman electores de la cola de uno en uno, y no de cinco en cinco como usualmente ocurre con centros medianos.

El pueblo ha respondido, la movilización es buena pero el Plan República y el CNE hacen el proceso lento. No permiten pasar electores de forma más fluida. Para las 10:00 a. m. había venido cerca del 30 % de los votantes del San José, dijo Malavé.

Pellicer apuntó: “Este centro abrió muy tarde, a las 8 de la mañana, porque la coordinadora del CNE —que desde un principio nos dijo que ella era del PSUV y que todo se haría como ella dijera— ha puesto trabas, juramentó a los miembros de mesa de uno en uno, no abría el centro. Aquí los miembros del PSUV, los del CNE que también son del PSUV y el Plan República se reúnen aparte y deciden qué hacer. Otra irregularidad es el voto asistido. Aún no es mediodía y ya he contado al menos 50 votos asistidos, todos del PSUV”.

Unos pasan rápido, otros no

La coordinadora del CNE —que prefirió no decir su nombre— dio una versión distinta: “Aquí todo va perfecto. Abrimos a la hora y la gente está votando sin problema alguno. Del San José nos migraron para acá porque ese colegio no quiso abrir”.

Pero en la parte externa del centro, electores desmintieron a la funcionaria: “Nosotros somos de la mesa 7 del San José. Llegamos a las 8 de la mañana y ya son las 11:00 a. m. y aún no hemos votado”.

Esto es lo peor. Nadie pasa. Nadie avanza. Solo están pasando a los del Piar y a nosotros no. Quieren que la gente se canse. Si no voto en una hora me voy y regreso en la tarde”, indicó Julio Viloria.

Mejor suerte tuvo Marcos Lombardo, migrado desde el San José: “La cola de la mesa 4 corre rápido, tardé 20 minutos. Solo acotaría que la cara de los candidatos es mínima. Eso es otra complicación porque nos han pedido votar por las caras pero en la máquina las caras ni se ven”, dijo Lombardo.

A unos metros del centro de votación, efectivos del Plan República exigen a una activista opositora que se abstenga de entregar propaganda electoral.