EL MONITOREO DE PRENSA realizado por el Observatorio Venezolano de Violencia Región Capital a los diarios El Nacional y La Voz arrojó un total de 155 delitos durante el mes de agosto, cifra en la cual predominan homicidios, robos y lesiones como los más frecuentes en sucesos que tuvieron, en su mayoría, una sola víctima.

Adicionalmente, se debe indicar que 47% de los artículos registrados corresponden a sucesos ocurridos en Distrito Capital y 32% en Miranda, siendo las parroquias Sucre y Petare las que presentan mayor cantidad de delitos cometidos de acuerdo con el análisis de la prensa.

Un dato destacado de este mes tiene que ver con el tipo de arma empleada para cometer el delito. Pese a que 65% de los sucesos registrados tuvieron incidencia de armas de fuego, dicho porcentaje representa el número más bajo en lo que va de año, lo que en consecuencia significa un mayor uso de armas blancas o la fuerza física y puede indicar un incremento de la delincuencia común y la violencia doméstica.

Por otra parte, los registros de agosto le otorgan la mitad de los delitos cometidos al hampa común y 20% a funcionarios policiales. Mientras que los móviles con mayor repetición en los artículos de prensa fueron el robo, en primer lugar, seguido de la venganza y otros.

La casa azotada por las sombras

El agravamiento del problema de la violencia en el Área Metropolitana ha traído consigo la ocurrencia, cada vez más frecuente, de hechos violentos en unidades de transporte, locales comerciales o casas de estudio. La Universidad Central de Venezuela (UCV), que se ha visto afectada durante los últimos años por constantes hurtos, falta de vigilancia e inseguridad en general, es una muestra clara de este deterioro.

En agosto se produjo el tercer hecho violento en los últimos cuatro meses en esa casa de estudios. José Daniel Sequera, periodista de 25 años de edad, fue localizado muerto en un área cercana al rectorado de la UCV el día martes 01 de agosto, luego de estar desaparecido desde la noche del día anterior. Sequera resultó herido por un arma cortante y falleció llegando al Hospital Universitario de Caracas.

A este caso se suman dos más ocurridos en la UCV: el primero data del mes de mayo, cuando Víctor Coello, de 47 años de edad, recibió un disparo que le ocasionó la muerte al resistirse al robo de su camioneta; el segundo, acaecido en julio, fue el asesinato de Paula Solís De Pinto, de 81 años de edad, esposa del profesor e investigador de dicha universidad, José Pinto. Solís fue hallada en los alrededores del Jardín Botánico luego de ser robada y maniatada.