Confusión y quejas reinaron en el centro de "contingencia" del Poliedro
Confusión y quejas reinaron en el centro de «contingencia» del Poliedro

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Solo se habilitó para electores de Baruta, Chacao y El Hatillo, pero vecinos de varias zonas del país acudieron ante información cruzada de que podrían votar allí

Victor Amaya / Tal Cual

Comenzaron con retraso. Y al calor se sumaron las quejas y los problemas. Especialmente la desinformación. Pocos estaban claros: quién podía votar en el Poliedo y quién no.

La información difundida desde días antes especificaba que solo los electores de zonas afectadas por la violencia serían habilitados para participar allí. En la página web del CNE el buscador por cédula identificaba a quienes podían hacerlo. Solo habitantes de Chacao, Baruta El Hatillo y algunas zonas del municipio Sucre de Miranda. El resto no. Los habitantes del municipio Libertador que encontraron sus centros electorales cerrados, por ejemplo, podían acudir a «cualquier otro» del municipio -y aún así en algunos los rebotaron porque «no le toca aquí». Pero al Poliedro no los dejarían entrar.

En el coso de La Rinconada había colas, muchas colas, y bastante desorganización. Tres entradas al recinto desde su perímetro externo agrupaban a funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, encargados de la custodia del lugar. Eran ellos los que intentaban organizar a los electores que se agolparon desde temprano para buscar votar.

El proceso comenzó tarde allí, y el «despelote» reinó. Que si es una cola por municipio, que si es una cola única, que si la tercera edad va aparte. Tantas versiones como incertidumbres.

«El alcalde anarquista de Chacao dijo que la escuela era municipal y allí no votaba nadie. Si salgo, me queman viva. Entonces aquí esta el pueblo alegre en defensa de su derecho», dijo Edy Ochoa, habitante de Chacao. Una candidata de ese municipio, Kathy Jaimes, dijo que la oposición tomó los centros y amenazó con quemar a los votantes. «En Chacao se vive un estado de terrorismo», afirmó como razón para votar en el Poliedro. Otros aprovechaban de entregar chuletas, violando lo establecido de no hacer campaña en las colas.

Los más desinformados eran del interior del país. Habían escuchado que en ese lugar podía votar todo el mundo. Al llegar, fueron rebotados. «Somos del estado Zulia, y estamos hospedados aquí desde hace una semana. Vinomos para el cierre de campaña. No nos hemos podido ir y vinimos desde las 6 de la mañana y nos dicen los funcionarios que no podemos votar. Somos casi 30 personas en este pedacito. Hemos sentido hasta repudio de los oficiales», dijo Rubén Arias.

Otro grupo, con personas de Maracay y Trujillo, manifestaron su descontento pues «nos dijeron que viniéramos para acá y ahora no nos dejan votar. No es justo», se quejó Juan Benitez. También había viajado a Caracas para el cierre de campaña del chavismo y no volvió a su estado natal «porque el pasaje cuesta 70 mil bolívares».

Otras inconformidades tenían que ver con la organización «Si allá adentro caben 20 mil personas, por qué hay que hacer la cola a la intempérie», cuestionó Meury López, habitante de los Valles del Tuy pero electora en Baruta, «donde yo vivía antes de que me saliera mi casa en Charallave».

Afuera, vendedores hacían su agosto, entre los puntos rojos que identificaban a los electores a través del carnet de la patria. «Se me acabaron las empanadas y ahora lo que me queda es puro papelón, que me piden mucho porque hace calor», soltó Zandra Luján tras su carrito. «Ahorita me voy a poner a hacer más porque a la gente le va a dar hambre luego de mediodía».

Pero pasadas las 2 de la tarde, el recinto comenzaba a despejarse. Afuera ya quedaban pocas colas, y los embudos eran apenas frente a las máquinas dentro del coso. A las 3 PM, el proceso fluía tan rápido que la confusión ya no era en cuál cola tocaba votar sino dónde quedaba la mesa a la que había que acudir. El comentario, dicho por un elector que pudo pasar, no pudo ser comprobado para esta nota pues el CNE mantuvo su prohibición de acceso a la prensa independiente.