El paramilitar y prófugo de la justicia que es candidato a la Constituyente
El paramilitar y prófugo de la justicia que es candidato a la Constituyente
Valentín Santana, líder del colectivo La Piedrita, se lanzó como candidato a la Asamblea Nacional Constituyente. Promete optimizar los Clap y alejar el hampa del 23 de Enero. Sin embargo, el aspirante lleva a cuestas una gruesa lista de deudas con la justicia. Es señalado presuntamente por homicidio, porte ilícito de arma de fuego y narcotráfico, pero para algunos en la zona es un Robin Hood de los desamparados

 

VALENTÍN SANTANA HA SALIDO de las murallas de La Piedrita a recorrer Monte Piedad y Agua Salud, en la parroquia 23 de Enero para promocionar su candidatura a la Asamblea Nacional Constituyente. Pero él no salió solo a compartir con la comunidad y dar a conocer su plan de trabajo, va acompañado por 6 hombres que forman parte de su organización y están armados con pistolas de alto calibre. Él junto a su indumentaria que exhibe emblemas de la revolución, lleva también chalecos antibalas para protegerse de sus enemigos.

Hace una grabó un programa de La Hojilla desde el bloque 7. Allí llamó a votar e hizo su oferta de campaña: la optimización en la entrega de los Clap, que todos los vecinos, sin distingos tengan acceso a las bolsas de comida. Sin embargo, en una venta de productos básicos organizado días antes en La Piedrita, él solo entregó los paquetes a quienes firmaban a favor de la constituyente. Quienes se negaron a plasmar su rúbrica los excluyó del beneficio. Santana también planteó limpiar la zona de delincuentes, que los vecinos vivan tranquilos en una zona de paz.

Él y su colectivo se describen como promotores de la paz. “Él es la antítesis de esa palabra. En mi vida había conocido a un hombre tan violento como él. No se dirige a los pobladores con un discurso de reconciliación, sino intimidatorio, habla de acabar con los opositores, a quienes tilda de fascistas, que deben ser perseguidos y destruidos para defender la revolución”, manifiesta un vecino al afirmar que el lanzamiento de su candidatura ha provocado dos tipos de reacciones entre los pobladores: rechazo y miedo.

Comenzó con un trabajo social

Cuenta que Valentín Santana lleva más de 30 años al frente del Colectivo La Piedrita, organización que fundó en 1985. En sus comienzos este frente comunal distaba de lo que es ahora. “Valentín era un luchador social. Se abocaba a denunciar los problemas de la zona, a buscarle solución. Varias veces me invitó a que lo ayudara en sus actividades sociales y culturales. Buscaba ayudas para todos por igual, sin importar ideologías: llamaba a reuniones para tratar el problema del agua, de la basura y la delincuencia. Pero a raíz de una tragedia familiar, se convirtió en un hombre irreconocible, despiadado y vengativo. Él quería frenar la violencia en la zona con más violencia”.

Después de haber consolidado su organización, Santana tuvo discrepancias con José Pinto, uno de los directivos del colectivo Tupamaro que también tiene su centro de operaciones en el 23 de Enero. Ellos tenían una lucha de poderes: se pelaban por quién tenía más simpatizantes y quién era el más influyente en la zona. El 21 de junio de 2006, fue asesinada una personas muy importante para Santana entre los bloques 17 y 18 de La Cañada. El homicidio fue atribuido a Julio Troconis, Edgar Aranguren y Wilfredo Da Costa, integrantes de Tupamaro.

Luego de ese hecho, ese mismo día mataron al padrastro de Troconis, de nombre Rafael González. Él había sido ejecutado dentro de su vivienda en el barrio El Observatorio. La esposa de González acusó públicamente a Valentín Santana de esa muerte. En aquella oportunidad dijo que ella se salvó de haber sido asesinada porque la pistola que supuestamente accionó el líder de La Piedrita para ultimar a González se había quedado sin balas. Los señalamientos fueron desmentidos por Santana, quien expresó que eran parte de un plan para desprestigiarlo. En su defensa alegó que ese día se encontraba de guardia como supervisor de seguridad en la Universidad Central de Venezuela, donde trabajaba.  

Los señalamientos contra Santana no se limitaron a ese homicidio, la lista pica y se extiende. En noviembre de ese mismo año Julio Troconis fue asesinado en las escaleras de la estación Plaza Venezuela del Metro de Caracas. En el lugar Valentín Santana fue detenido y le incautaron una pistola y un documento falso de porte de arma. Solo permaneció tras las rejas un día porque la juez del tribunal 45 de primera instancia, Mariela Hernández, lo dejó en libertad bajo régimen de presentación. El líder del colectivo declaró que él actuó contra Troconis en defensa propia. 

Dos meses después, el 30 de enero de 2007, la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones acordó privativa de libertad contra Valentín Santana por porte ilícito de arma de fuego, homicidio y uso de documentos falsos, pero su detención no se concretó. Meses después, José Pinto, enemigo de Santana fue víctima de un atentado en La Guaira. Una pareja de motorizados lo atacó a tiros y culpó a su ex compañero de este hecho. “Estos crímenes han quedado impunes. Él tiene tres órdenes de captura emitidas en 2007, 2008 y 2009. No se han concretado y él no se ha entregado. Aquí se pone de manifiesto el poder que tiene Valentín Santana no solo aquí, sino en las altas esferas del Gobierno. Por eso la gente le teme, le huye. También se cree con autoridad para matar a los delincuentes. No le deja esa tarea a los cuerpos de seguridad. Aquí han caído varios miembros de la banda del Quilombo y de otras organizaciones, a manos de Valentín y sus hombres”, refiere el habitante, quien mantiene su nombre en reserva por razones de seguridad.

A él también lo vinculan con supuestamente con el negocio de venta de droga dentro y fuera del 23 de Enero. En diversas publicaciones señalan que tuvo nexos con la red de narcotráfico de Dino Bourtese, quien está preso en Estados Unidos por esta causa.   

En 2008 se reportaron ataques contra medios de comunicación. A Valentín Santana y a su grupo lo señalaron de lanzar bombas lacrimógenas contra Globovisión y la Nunciatura Apostólica. En una entrevista concedida al semanario Quinto Día, él amenazó de muerte a Marcel Granier. Texualmente dijo: “Si agarramos por ejemplo a Marcel Granier, director de RCTV, lo vamos a pasar por las armas, sin vacilación lo vamos a hacer”.

Toques de queda y desplazamientos

Valentín Santana cada vez que ocurre una situación irregular en la parroquia y en especial, en La Piedrita, que está bajo sus dominios, impone toque de queda y lo anuncia, a través del parlante como lo hizo el sábado 10 de marzo. Ese día, él hizo allanamientos y quemó más de 30 vehículos como una arremetida en contra de un sujeto apodado El Gordo Culón, quien había asesinado a dos miembros del Colectivo La Piedrita: Raimond Bustamante y Oscar Navas. “Eso fue de terror. Hubo tiroteos. Me tuve que meter debajo de la cama hasta que cesara la ráfaga. Los hombres de Valentín se metieron en una casa con capuchas negras, le tumbaron la puerta y le cayeron a disparos. Buscaban al Gordo Culón, desordenaron todo y tirotearon la casa”.

Hace pocos días también hubo otro toque de queda en La Piedrita. Al día siguiente del secuestro del helicóptero del Cicpc por el inspector Oscar Pérez, se prohibió el ingreso de vehículos a La Piedrita por razones de seguridad. “Los que salimos al trabajo, debíamos regresar a nuestras casas a pie. No hubo transporte. La orden fue impartida por Valentín y fue cumplida”.    

Quienes se han opuesto abiertamente a la política de Santana ha sido expulsado de La Piedrita, según una habitante. “A quienes considera una amenaza les dice tienes un lapso de 24 horas para largarte de aquí. Varias familias se han ido, atemorizadas. Las casas han quedado desocupadas. De la premura, algunos las han dejado amobladas. Se han ido al interior del país. No se han atrevido a regresar, dicen: lo material se recupera, pero la vida no”.  

Un Robin Hood en el 23 de Enero

En contraposición a este rosario de irregularidades. Hay quienes respaldan a Valentín. Lo consideran un héroe, una especie de Robin Hood, que ha limpiado la zona de delincuentes y ha hecho obras sociales para favorecer a los más necesitados. En La Piedrita fundó una panadería, una herrería y habilitó la Casa Hogar, Eva Torres. El lugar lleva el nombre de su madre y da refugio a aquellos niños con enfermedades crónicas que provienen del interior del país y que viajan a Caracas a recibir tratamiento médico. “Él le tendió la mano a una amiga, que debía viajar a Caracas porque su hijo tenía que someterse a una diálisis en el JM de Los Ríos. Se quedó varios días y hasta comida le dieron. Por eso le agradezco de por vida”, dijo una residente de La Piedrita.   

Aún así los detractores de Valentín Santana cada día suman más, dejaron de creer en el proyecto socialista. Tienen hambre, sufren los estragos de la crisis económica. Se sienten defraudados por el chavismo y el régimen de Maduro. Ya La Piedrita y el resto de la parroquia del 23 de Enero dejaron de ser bastión de la revolución.