Recuperar a Venezuela no tiene fecha tope, por Andreina Muñoz-Tébar A.
Recuperar a Venezuela no tiene fecha tope, por Andreina Muñoz-Tébar A.

BanderadeVenezuelaDONALDOBARROS-1

@dremunoztebar

 

“Si dejamos que llegue julio desaparecerá Venezuela. Salvemos la Patria”

“Se acerca la elección. Ahora qué vamos a hacer antes de julio????!!!”

“Solo nos queda un mes para salvar el país”

“Si en este mes no salimos todos a luchar, en dos meses seremos todos esclavos”

 

Estas son algunas de las expresiones que recibo por el Whatsapp o leo en el muro de Facebook los últimos dos días.

Desde que Maduro y su régimen convocaron la Prostituyente, y doña Tibisay la organizó y programó en un abrir y cerrar de ojos, literalmente, buena parte del venezolano opositor le ha otorgado a ese procedimiento político, próximo fraude constitucional del Comunismo instalado en Miraflores,  la etiqueta de #FechaLimite . Si dicho fraude estuviese físicamente representado en un espacio o terreno, pues le colocarían  seguramente una señal de “Cuidado, Abismo” o “Fin de la Carretera”.

Quien escribe, sin bola de cristal a la mano que pueda adelantarme como hecho cierto un inesperado y cercano desenlace, cambios de posturas en poderes secuestrados, situaciones que siempre pueden ocurrir, por ahora lo único que da por cierto es que la lucha contra estos delincuentes de cuello rojo, por tanta sangre ya regada en el suelo, será tan larga como ceros a la derecha tienen en mil y un cuentas a nombre de testaferros, a lo ancho y largo del mundo. Qué más quisiera yo que el retorno de la democracia en una semana, en un mes; por el chamo padeciendo lupus, por el joven con SIDA, por la señora con diabetes, por el niño mal nutrido, por la viuda del amigo secuestrado y asesinado, por la mamá de Miguel y de Armando y tantos otros caídos, por la familia y la propia vida de los presos políticos, por las familias separadas, por quien me lee, por mis hijos, mi madre y mis hermanos. No porque democracia sea sinónimo de eficiencia y buena gerencia de gobierno; Más bien porque quienes nos gobiernan no solamente cercenaron las libertades y atacaron derechos humanos inviolables, además obviaron y siguen obviando la miseria y la enfermedad mientras amasan poder en una forma de gobierno que probablemente no esté incluida en los libros de texto a futuro, pero que yo misma me encargaré de explicar al detalle a mis nietos: La “Cholocracia”

La lucha, sin violencia y ciudadana, es de larga resistencia y aguante. La lucha, tal y como lo han podido plasmar brillantes plumas en artículos que circulan por chats y redes, ha logrado mucho en dos meses, logros que lamentablemente van acompañados de millones de lágrimas por esos venezolanos a quienes se les arrebató la vida por un derecho constitucional: manifestar. La lucha sigue, aun realizándose el Fraude auto-convocado por Maduro y sus secuaces, incluyendo en el combo a Tibisay y C.A del CNE, así como a los maleantes sancionados del TSJ.

No hay ni podemos permitirnos una Fecha Tope. «El que se Cansa Pierde», como diría Leopoldo en 2014. Sí! Tres años van de esa frase, él preso…. ¡Y nadie cansado!. La Lucha desde entonces ha sido permanente en distintas modalidades. Electorales, ganando una Asamblea Nacional. Ciudadana, exigiendo respeto a una constitución y a un poder electo por el pueblo. Y en aquel entonces, con una asamblea de mayoría opositora, muchos nos sentimos esperanzados, muchos sentimos más cerca el fin de un nefasto capítulo republicano, olvidando que luchamos contra un monstruo de múltiples cabezas, tantas como poderes públicos independientes deberíamos contar, poderes públicos independientes por los cuales reclamamos, manifestamos.  

Y a finales de julio, si es que Alí Baba y los cuarenta ladrones no salen en burro antes, estaremos todos en la calle en rebeldía y contrastando, frente al mundo, a los cuatro pelagatos que asisten a los centros electoreros de Tibisay; algunos por temor a perder la chamba, otros por 2 lochas de subsidio que le dan desde unas alturas que amasan millones, pero lo más importante más allá de la comparación de masas, estaremos señalando que se está llevando a cabo un fraude constitucional.

La democracia no postula ni vota por postulados fraudulentos. Todos somos parte de esa Venezuela que quiere salir de esta crisis causada por delincuentes malévolos que dividen y matan pueblo para no rendir cuentas; de cómo se tienen tantos verdes habiendo sido Militar… y luego Ministro o dirigente del Partido al mando, Maestro… y luego Gobernador, Cuñado de funcionario… y luego Empresario exitosísimo sin oficina física alguna, Jueces de la República… y luego tenedores de fortunas tan gruesas como la sumatoria de expedientes y demandas sin investigar o ejecutar, Hijas de un Expresidente… y luego herederas de una fortuna descomunal que a otros pretenden vender como “Legado”, Reposero Conductor… y luego tío de narcotraficantes.

¿Quién va a respetar, seguir, apoyar el trabajo “Prostituyentista” de más de 500 tarifados del régimen elegidos de manera fraudulenta? ¿Acaso podrán esos “electos” a dedo hacer aparecer los medicamentos, los alimentos? ¿Frenarán las continuas devaluaciones del propio gobierno? ¿Podrán frenar la hiperinflación que siente todo bolsillo en Venezuela?

No hay fecha tope pero el final está escrito. Incluso está cada día más cerca gracias a esa genialidad anti constitucional que dejará aún más en evidencia a la delincuencia rojita. Destruyeron nuestro aparato productivo, siembra y petróleo. Se robaron lo prestado por los panas. Cada día hay menos panas. Cada día menos dólares. Por su desfachatado y descarado modo de proceder se quedaron sin “soberano”. O es que acaso el soberano se seguirá calando esta crisis mientras 500 y tantos pelagatos hablan “paja” acerca del país que blinde las fortunas de los corruptos al mando. ¿Acaso poner en letra que los CLAP son la nueva forma de distribución alimenticia y soberana les asegura que haya alimentos para llenar las bolsitas?

Sigamos en la lucha. Materia suficiente hay para otro artículo en relación a la lucha. Porque… Todos estamos unidos en la necesidad de salir de esta pandilla, pero la pandilla sabe cómo hacer papilla esa unidad de reclamos, de derechos, de ciudadanía, de constitución.