Cuando las ganas de marchar pasan por encima de la lluvia y el cierre de todas las estaciones de Metro
Cuando las ganas de marchar pasan por encima de la lluvia y el cierre de todas las estaciones de Metro

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A los manifestantes que acudieron este jueves santo a la concentración convocada por la oposición en la avenida Rómulo Gallegos de El Marqués pareciera que se les pegó el lema del servicio postal americano «Ni la lluvia ni el calor ni la oscuridad de la noche impedirá cumplir con nuestra obligación».

Bajo una leve, pero constante llovizna, los adversos al gobierno de Nicolás Maduro comenzaron a llegar al punto de concentración y a refugiarse bajo el techo del Centro Comercial El Marqués, afortunadamente no estaban vendiendo producto alguno de primera necesidad en el Supermercado que queda en el piso superior del recinto, sino el tumulto hubiese sido insoportable.

Casi a las once de la mañana, el primer político en aparecer fue el diputado Miguel Pizarro. Ataviado con una chaqueta con la insignia de Primero Justicia hizo un desafío a la naturaleza cual Simón Bolívar luego del terremoto de 1812.

«Aquí estamos con lluvia y todo, convencidos en rescatar la democracia, el pueblo volvió a responder», dijo el parlamentario. «Lo de hoy es un ensayo en cada municipio para lo que será la gran marcha del 19 de abril, nuestra intención es tocar puntos locales, que la gente que no sale regularmente se movilice. No tenemos planeado acudir hoy a ninguna institución pública», alertó.

 

Minutos después apareció la Alcadesa Metropolitana (encargada) Helen Fernández con una felicitación a quienes salieron de su casa, pese al clima en la capital. «Tenemos lluvia y todas las estaciones de Metro cerradas y aquí estamos, hoy en el día del sacerdote hay que apoyar el trabajo de la Iglesia Católica y el respaldo que le ha dado al pueblo de Venezuela, es absolutamente condenable lo que pasó ayer (miércoles) con el Cardenal Urosa Savino en la Catedral de Caracas».  

La lluvia empezó a arreciar y en eso el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, hizo acto de presencia. «Estamos en la calle y vamos a seguir en la calle. Nosotros estamos marchando por la paz, el gobierno es el que promueve la violencia, un gobierno que niega el voto, que tiene presos políticos, que somete a hambre y miseria al pueblo no puede considerarse pacífico».

El diputado de Primero Justicia respondió a varias interrogantes de la prensa y en cada una de ellas, aunque no se lo preguntasen, hizo un exhorto a la Fuerza Armada Nacional a que deponga la represión y a frenar el accionar de los colectivos armados, haciendo hincapié en el cese de la violencia.

«Ya tenemos confirmados siete muertos desde que iniciaron las protestas por el golpe de Estado continuado de Nicolás Maduro, no queremos más caídos. El monopolio de las armas tiene que estar en manos de las FAN y no de grupos irregulares. Desarmar a la población es fundamental, hay una Ley Desarme que la hemos propulsado desde la Asamblea Nacional», expuso.

«El terrorismo mas grande que esta sufriendo Venezuela es el hambre. Quien está fuera de la Constitución es el gobierno».

Antes de culminar sentenció que este viernes santo, la Mesa de la Unidad Democrática dará a conocer los puntos de concentración de la marcha de este 19 de abril, fecha en la cual el chavismo también anunció una movilización.

«Hay que crear condiciones para que haya democracia en Venezuela, pasar del hambre al progreso».

 

 

La precipitación no cesaba y le tocó el turno al considerado cuarto bate del hemiciclo parlamentario, Henry Ramos Allup. «Tenemos la disposición de mantenernos en la calle y exponiéndonos a una represión brutal que ha desarrollado el gobierno», acotó. Aseguró que la administración de Maduro tiene una guerra de desgaste permanente. «Creo que primero se van a cansar ellos de reprimir, porque nosotros vamos a seguir protestando». Negó que estén politizando la Semana Santa. «Este período tiene que servir de estímulo para ejercer nuestros derechos».

Alertó que los objetivos de la oposición son claros y precisos. «Que cese el golpe de Estado continuado y que se fije el calendario electoral. En Venezuela siempre habíamos tenido certidumbre electoral, desde que estos rufianes llegaron al gobierno hemos caído en un estado de inercia». Dijo que a diferencia de Maduro, la oposición tiene a la mayoría de su lado. «A nosotros no nos repudia el pueblo como lo vimos en San Félix».

Abruptamente, Ramos Allup terminó de hablar, más gotas comenzaron a caer desde el cielo y la marcha partió en medio de un aguacero. Saltando charcos, esquivando huecos y con paraguas en mano, los manifestantes enfilaron por la avenida Sanz de El Marqués hacia la avenida Francisco de Miranda. «Y va caer…y va caer…este gobierno va a caer», «Y no…y no…y no me da la gana, una dictadura igualita a la cubana», eran algunos de los slogans escuchados a través del trayecto.

Con la lluvia siempre sobre sus cabezas, la muchedumbre arribó al Parque del Este y como si se tratase de algo providencial la precipitación amainó cuando a un cuarto para la una de la tarde comenzaron a cantar las notas del himno nacional frente a Parque Cristal. Minutos después, un animador desde un camioneta recordó la nueva cita para el 19 de abril y dijo «hasta aquí llegamos por el día de hoy».

Pero eso no complació a un grueso grupo que gritó al unísono. «Vámonos pa’ la autopista». Algunos pensaban que se trataba de la afrenta de espontáneos que iban a llegar hasta la Plaza Altamira, se equivocaron, las personas continuaron caminando y doblaron en la avenida principal de Bello Campo, rumbo a la Francisco Fajardo. «Vamos todos, dejen el miedo, hasta cuando vamos a aguantar esto, tenemos que salir de esto ya, reaccionen». Unos atendieron al gallardo llamado, pese a que tenían la certeza que iban a tragar «gas del bueno» como decía el fallecido presidente, Hugo Chávez, otros dieron media vuelta y prefirieron evitar o tal vez guardar el vigor para el 19 de abril.

Lo cierto es que a la altura de El Rosal un piquete de la Guardia Nacional en compañía de la Policía Nacional Bolivariana estaban prestos para descargar sus bombas y perdigones. Aproximadamente a la 1:40 pm se escuchó la primera detonación y a partir de allí, motos, tanquetas y hasta la ballena avanzó en dirección a la marcha. La feroz arremetida y la lluvia, que nuevamente empezó a caer, dejaron el terreno para los más osados, cuyo destino es incierto. Un herido por una lacrimógena en la cabeza fue confirmado y los efectivos lograron una vez su cometido de disolver una manifestación, quizás un ensayo para la iniciativa opositora del próximo miércoles o una escena que veremos repetida constantemente hasta que el pueblo se canse o se acaben las balas.

La gran conclusión de la concentración de ayer es que si el gobierno espera que la lluvia y el cierre de todo el servicio del Metro de Caracas amilane el derecho a protestar de la gente, está equivocado. Habrá que esperar a ver si la represión si les surte efecto. Esta historia continuará…