De acuerdo a la encuesta de coyuntura del cuarto trimestre de 2016 que realiza Conindustria, 45 % de las industrias del país tiene cronograma de producción asegurado para un mes y 90 % de las empresas manufactureras experimentaron una caída importante en sus procesos.

Según recoge El Carabobeño, 85 % de los entrevistados afirmó que sus ventas se redujeron mucho o poco; para 81 % la cartera de pedidos es menor o mucho menor; 20 % señaló que no tiene pedidos en cartera y está paralizado. Los sectores más golpeados por esta disminución de la cartera de pedidos son cauchos y plásticos, maquinaria y equipos eléctricos, muebles, repuestos de maquinarias y otras industrias, productos no metálicos, y químicos y farmacéuticos.

Al revisar el volumen de materia prima con el que cuentan para mantener sus actividades, 87 % apuntó que disminuyó mucho o poco, para 14 % se mantuvo igual y solo 9 % logró incrementarlo mucho o poco. Los sectores más afectados en este caso fueron madera y papel, maquinarias y equipos eléctricos, químico y farmacéutico y textil y calzado.

En cuanto a la situación actual del sector industrial, para 65 % es mala o muy mala, mientras que para el restante 35 % es regular. El 35 % de los encuestados evalúa como mala la situación actual de su empresa, para 63 % es regular y sólo 2 % aseguró que está entre buena y muy buena.

Entre los factores restrictivos a la producción nacional destacan incertidumbre en el escenario político e institucional, acceso a proveedores de materias primas, falta de disponibilidad de divisas y baja demanda nacional.

Esta crisis desató que 58 % de los consultados haya reducido su nómina poco o mucho, para 41 % se mantuvo igual y sólo 1 % dijo que aumentó.

“Esto tendría que ver por un lado con la fuga de talento hacia el exterior y por otro, con la incapacidad de algunas empresas de mantener sus nóminas completas debido a la caída de la producción y las ventas”, indicó Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, para quien ha sido determinante la falta de políticas públicas adecuadas y orientadas a incrementar la productividad y los obstáculos que permanentemente pone el Gobierno a la actividad nacional.

“Eso ha ocasionado un deterioro cada vez mayor de las empresas, lo que les impide generar los bienes y servicios que necesita el consumidor”.