En el día de la resistencia indígena, manifestantes y dirigentes de la oposición se encontraron en El Cafetal, histórico bastión de la oposición en Caracas, para defender la activación del referendo para revocar a Nicolás Maduro
Texto y fotos @boonbar
La Asamblea de Ciudadanos del 12 de octubre fue convocada inicialmente en el Colegio San Luis de El Cafetal, pero terminó realizándose en pleno bulevar del este caraqueño. Vecinos del municipio Baruta se aglomeraron en la amplia acera desde media mañana para esperar a los dirigentes de la oposición bajo un sol picante. Para la oposición, ese día de la resistencia indígena estaba llamado a ser jornada de información sobre la recolección de firmas el 26, 27 y 28 para activar el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro.
Un choque en plena vía contribuyó a ralentizar el tráfico del bulevar de El Cafetal al mediodía del 12 de octubre. Y a entorpecer el lugar de la concentración, donde seguían llegando potenciales firmantes del revocatorio con gorras y banderas tricolor que venían de otros centros de recolección de firmas que encontraron cerrados en Caracas. También se vieron franelas y estandartes de los partidos Voluntad Popular, Alianza Bravo Pueblo, Acción Democrática y Vente Venezuela.
La alcaldesa metropolitana encargada, Helen Fernández, llegó a la concentración junto con Oriette Ledezma, hija del alcalde Antonio Ledezma, quien cumple 600 días detenido luego de que fuera apresado en forma arbitraria por funcionarios del Sebin el 19 de febrero de 2015. En nombre de los presos políticos, Oriette exigió al Tribunal Supremo de Justicia, Maduro y Consejo Nacional Electoral que respeten el revocatorio en 2016. “No hay otra fecha. Vamos a seguir en la calle para que el Revocatorio se lleve a cabo este año”, dijo convalidando al mismo tiempo que la presencia de los venezolanos el 12 de octubre “es una muestra de civismo; la gente está diciendo que quiere pacíficamente -por el derecho que nos asiste-, revocar a este régimen incompetente”.
Unos pocos metros más allá, una señora de pelo canoso y acento español aseguraba fuera de los micrófonos “que el revocatorio no se va a dar, porque este Gobierno no quiere ir a elecciones”. Igual insistía que no iba a dejar de pelear por ese derecho constitucional. “Hay que sacarlos. El chavismo destruyó este país maravilloso que me recibió hace más de 50 años”.
La llegada de Lilian Tintori y Henry Ramos Allup fue todo algarabía. Rodeados de banderas de Acción Democrática, llegaron al punto de concentración acompañados por el diputado Timoteo Zambrano y la esposa del presidente de la Asamblea Nacional, Diana D’Agostino quien tomó la palabra ante las cámaras para decir que “hoy no celebramos el día de la resistencia indígena como quiere hacer ver el gobierno sino el día de la resistencia de la oposición. Toda Venezuela está en la calle porque estamos luchando por un solo fin: sacar a Nicolás Maduro porque se ha robado el futuro de los venezolanos durante 18 años. No nos vamos a amedrentar. Vamos a seguir defendiendo a nuestros maridos, nuestros hijos y nuestro pueblo. Unidas las mujeres tenemos el fin de defender a la familia”.
Tintori también abrió su declaración en nombre de las mujeres: “unidas estamos decididas a defender nuestros derechos, el articulo 72 de la Constitución, el del revocatorio humanitario porque estamos luchando por revocar el hambre, la escasez, la inseguridad, los encarcelamientos injustos y persecución”. Aprovechó para ratificar su solidaridad a Primero Justicia y el alcalde de Sucre, Carlos Ocariz, acusado por el Gobierno de terrorismo.
Pasadas las 12:00 del mediodía, dirigentes y manifestantes emprendieron una marcha improvisada de una cuadra de trayecto al ritmo de los gritos “re-vocatorio, re-vocatorio”. También le salió regaño amplificado a los vecinos de los edificios aledaños al histórico bastión de la oposición que no se sumaron a la asamblea del 12 de octubre.
La mini marcha se detuvo en Santa Paula, en la olla conocida como la esquina de la escuelita. Allí tomó inicialmente la palabra Henry Ramos Allup sobre un muro de piedra, a quien le costó hacerse escuchar por los ruidos del bulevar al mediodía. No había micrófonos, ni tarimas ni megáfonos. “Que nadie se quede en su casa. El pueblo mata trampa. Conviértanse en portavoces del revocatorio”.
El abogado penalista Alberto Artega, vecino confeso de El Cafetal, intervino para recordar el contenido de la carta pública a su ex alumna de la Faculta de Derecho de la UCV, la canciller Delcy Rodríguez, para alertar sobre las graves violaciones a los principios del derecho que infringe el gobierno. Su exhorto levantó aplausos y vítores: “tenemos derecho a una Venezuela sin presos políticos. La fuerza de la unión popular es invencible. No tengamos temor si estamos unidos en la causa del revocatorio”.
El megáfono finalmente apareció y Ramos Allup redondeó el discurso que había comenzado minutos antes a capella. El presidente de la AN reconfirmó que una comisión de diputados viajará ante la OEA para solicitar la activación de la Carta Democrática.
Aunque era una Asamblea de Ciudadanos, a la 1:00 de la tarde la concentración se diluyó sin que participaran los vecinos. Nadie levantó la mano para intervenir sobre el aún incierto referendo revocatorio.
