OVV: Los linchamientos solo contribuyen a hacer una sociedad más violenta
OVV: Los linchamientos solo contribuyen a hacer una sociedad más violenta

Linchamiento

 

Los linchamientos no contribuyen a pacificar o hacer una mejor sociedad, sino que exacerban los comportamientos violentos de delincuentes y ciudadanos, en opinión de Roberto Briceño-León, director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).

El alto porcentaje de impunidad en los casos de homicidios, estimado por estudios del OVV en un 91%, la desconfianza en las autoridades policiales y judiciales, y el hastío y la desesperación de la población ante un Estado ausente en la tarea de proteger a las personas, “hacen que la sociedad reaccione fuertemente, y el resultado sea una sociedad más violenta”.

El linchamiento de un chef en Los Ruices, en Caracas, el pasado mes de abril, encendió las alarmas de una situación que se viene presentado desde hace varios años, extendiéndose cada vez más a diversas ciudades del país.

Resalta Briceño-León que el linchamiento ya no se da mayoritariamente en zonas pobres de urbanización informal donde no hay protección policial, sino que ha comenzado a aparecer en zonas de clase media. “En Caracas, estos hechos vienen ocurriendo tanto en los barrios como en las urbanizaciones, también en algunas avenidas principales y líneas del metro”, afirmó la profesora Iris Rosas, coordinadora del OVV Región Capital (UCV).

Las noticias en los medios y redes sociales sobre los linchamientos se han hecho frecuentes, mientras la Fiscalía General de la República ha informado las cifras de los cuatro primeros meses de 2016: en el país se han registrado 74 linchamientos de presuntos delincuentes, con el resultado de 37 personas muertas y 37 heridas.

De acuerdo con el OVV, ha ocurrido un incremento sostenido de los linchamientos desde los años 2004–2005, notable en el último año. Este aumento, señala Briceño-León, se explica por dos factores: “la gente decide que actúa para protegerse, de manera preventiva, adelantada, porque piensa que el delincuente volverá a cometer delito, a atacar. Por otro lado, decide tomar la justicia por sus manos porque piensa que el sistema de justicia penal no la aplicará”.

El director del OVV señala que la respuesta de las autoridades ante estos actos “es muy ambigua”, los condenan de palabra, pero, de acuerdo con los estudios del Observatorio, en la práctica los toleran. “La comunidad sabe que si solo captura a los delincuentes y los entrega a las autoridades, la impunidad prevalecerá y quedarán en libertad”.

La profesora Rosas ratifica que “desde el año 2014, los ajusticiamientos por robos se vienen informando de manera alarmarte y con opiniones de varios especialistas en la prensa nacional -en medios impresos y digitales-; sin embargo, se observa que el gobierno, quien debe garantizar el cumplimiento de la ley y la justicia, no parece tener una política acertada para atender con justicia la violencia en el país, ni una postura clara para controlar la situación de los linchamientos”.

Las encuestas realizadas por el OVV dan cuenta de que un tercio de la población venezolana no justifica el linchamiento y dos tercios lo justifican. “Hace unos años, los linchamientos se cometían contra personas que habían cometido crímenes horrendos, pero esto cambió. Actualmente observamos que el linchamiento se dirige a delincuentes menores, incluso novatos, porque la desesperación es grande y las personas están dispuestas a responder de forma violenta para protegerse”, señala Briceño-León.

Esta situación, de acuerdo con el análisis de la profesora Neida Albornoz, coordinadora del OVV Táchira (UCAT), es reflejo del debilitamiento del Estado de Derecho, que ha generado una profunda desconfianza de las personas, hacia los cuerpos de seguridad en general. “En Venezuela, basta con consultar periódicamente las páginas de sucesos de cualquier medio de comunicación y ver que los sucesos que principalmente ocurren están relacionados con los delitos de violencia interpersonal, en los cuales la información acerca de los victimarios y sobre la actuación de los cuerpos de seguridad es escasa y en cuanto a atención a la víctima, denuncia y estado de las denuncias, es casi inexistente”.

En este sentido, para el profesor Jesús Subero, coordinador del OVV Sucre (UDO), los linchamientos son la confirmación “del indiscutible  fracaso del sistema judicial del país,  su fallida y hasta sus inexistentes  políticas públicas propias, para garantizar la  seguridad y la vida a la población”.

Para el profesor Carlos Meléndez, coordinador del OVV Lara (UCLA), “detrás del linchamiento hay un sentimiento de venganza, miedo y rabia que termina condensándose en relaciones que más que pacificar o contener, elevan las condiciones de violencia delincuencial que tenemos en Venezuela. Si bien es cierto que ser víctimas del delito atenta contra nuestra integridad en todo su sentido, no nos hace merecedoras del título de victimarios. La convivencia a la que aspira una sociedad democrática es herida de gravedad cuando el linchamiento cada vez se expande en nuestra población. La contribución que podemos hacer como ciudadanos pasa por emprender otras acciones, que eviten por todos los medios la palabra violencia”.

La profesora Gloria Perdomo, coordinadora del OVV, concluye afirmando que “ninguna forma de violencia y violación de la ley es justificable, ni aún en  situaciones tan graves como las que actualmente  afectan a la sociedad venezolana. Ante el incremento creciente de hechos delictivos, y ante  formas tan graves y hasta primitivas de violencia como las que hoy se nos muestran, es necesario sacar lo mejor de nuestras reservas morales, promoviendo comportamientos cívicos y exigiendo a las autoridades que actúen con apego a los principios de justicia y legalidad, para que sea posible la paz y la convivencia social”.