Antes de su coqueteo de 15 años de Bolivarianismo de izquierda, Venezuela, rico en petróleo, era un país de reinas de belleza y marcas de lujo, pero para aquellos que se han beneficiado de la revolución política del país, demostrar riqueza se ha convertido en una tarea complicada, más no imposible.

Los trajes a la medida y carteras de diseñador (favoritas de las élites de otros países) chocan con los ideales del Socialismo del Siglo XXI. En su lugar, los oficiales venezolanos limitan su vestimenta pública a camisas rojas, uniformes militares y las chaquetas temáticas con la bandera de Venezuela, favorecidas por el ex presidente fallecido, Hugo Chávez; sin embargo, muchos chavistas élites han combinado sus atuendos sobrios con un toque de “elegancia” relojes de lujo.

Un reloj extravagante parece diferenciar a uno de la manada revolucionaria sin atraer críticas del público, puesto que en tiempos de escasez, los venezolanos han estado ocupados en medio de las colas para para comprar papel higiénico y leche, o buscando medicamentos, como para prestarle atención a prendas, mucho menos para poder diferenciar un Timex de un Rolex.  

De aquí nace el blog venezolano, “Relojes del Chavismo.” La página fue lanzada durante una ola de protestas a comienzos del 2014, con el fin de identificar las marcas y precios de los relojes favoritos de los líderes revolucionarios del país, como es el caso del reloj Cronograph IWC Pilot Top Gun Miramar utilizado por el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López y el Rolex Yacht- Master del presidente de la televisión estatal, para aquel momento, Winston Vallenilla.

En mayo del presente año, el Jefe de Estado, Nicolás Maduro aumentó el salario mínimo de 11. 578 a 15.051 bolívares, es decir a un venezolano con dicho sueldo, le tomaría alrededor de 80 años ganarse los 12.600 dólares necesarios para comprar un Yatch-Master- , eso es sin considerar que el país cuenta con  la inflación más alta del mundo.

Puede ser que los oficiales Venezolanos se engrandezcan en relojes, pero a medida de que el país se acerca al borde del colapso social y económico, parecieran estar cada vez más cortos de tiempo.

Ilustración tomada de The Atlantic

Con información de The Atlantic