Maduro vende electricidad a Brasil mientras apaga a Venezuela - Runrun
Maduro vende electricidad a Brasil mientras apaga a Venezuela

@loremelendez

EN DICIEMBRE DE 2009, ante la crisis que se avecinaba, Corpoelec envió una carta a Electronorte, en Brasil, la compañía a la que le prestaba el servicio eléctrico para el estado de Roraima. En esa misiva se pedía la reducción del consumo de energía debido a los bajos niveles que el embalse de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, el Guri, presentaba para la época.

«Apenas se está iniciando el período de sequía de la cuenca del Río Caroní; de acuerdo a esta situación, las estimaciones de energía de los embalses operados por Corpoelec Edelca, para el año 2010, tienen una alta probabilidad de ser insuficientes para satisfacer la demanda eléctrica de nuestro país, por lo cual estamos tomando acciones para mitigar esta crítica condición», explica la comunicación firmada por Igor Gavidia León, entonces presidente de la compañía venezolana y hoy viceministro del servicio eléctrico.

Para aquel momento, la Cota del Guri estaba en 260 metros sobre el nivel del mar (esto es, 65% del volumen útil del embalse al cual se hace referencia en el documento), casi 17 metros superior a la que registra actualmente.

Jorge Nassar Palmeira, homólogo de Gavidia León en la empresa del norte brasileño, era el recipiente de la carta. Fue a él a quien se le solicito la «mayor colaboración» para poner en marcha la reducción del suministro de energía a través de la Línea Santa Elena – Boa Vista a 230 Kv.

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«De acuerdo con la reunión sostenida entre los técnicos de Corpoelec Edelca y Electronorte, es posible colocar en servicio 60MW de generación térmica en Boa Vista», señalaba Gavidia León en el documento, en el que luego detalla que la operación se haría de manera escalonada.

La misiva se firmó dos meses y medio antes de que el entonces presidente de la República, Hugo Chávez, lanzara una frase con la que culpabilizaba a los venezolanos, en especial a las empresas y centros comerciales, por «derrochar» la energía. «El Guri está a 13 metros de lo que llaman el nivel de colapso. De llegar esos parámetros habría que apagar las plantas del Guri, que generan electricidad para la mitad de Venezuela. Esa es la realidad», dijo el primer mandatario el 9 de marzo de 2010.

Esta vez, el gobierno de Nicolás Maduro no ha reaccionado como lo hizo el de Hugo Chávez en 2010, aún cuando el Guri continúa su descenso y la situación es más grave que en aquellos días. Al 6 de abril, su cota era de 243,66 metros, es decir, estaba apenas a 3,5 metros de la zona de paralización. Hasta ahora no se ha pactado con Brasil un descenso del consumo.

El consultor José Aguilar aseguró que todavía, con el escenario actual, se le vende a Brasil 3GW de energía, lo que se traduce en un promedio diario de 125MW. Esa misma cantidad es la que se raciona todos los días en el oriente venezolano y también equivale al total de electricidad que se ahorra al cortar el servicio en estados Carabobo, Aragua, Cojedes y Guárico, o en todo el estado Zulia. «Prefieren quitarle la energía a Sidor. Oscuridad para la patria y luz para la calle», dijo.

Desde febrero se han registrado dos grandes apagones en el norte de Brasil, específicamente en la región que es sostenida con electricidad que proviene de Venezuela: en el estado de Roraima. Entre el 7 y el 16 de marzo ocurrieron dos cortes que dejaron sin luz, durante varias horas, a 440 mil habitantes repartidos entre Boa Vista y ciudades del interior de esa provincia como Mucajaí, Iracema,Caracaraí, Rorainópolis, Alto Alegre y Cantáe Bonfim. Todos son abastecidas por el Guri y cuentan con una planta termoeléctrica que se activa cuando falla la energía.

Aguilar insistió en que no costaba dinero «devolver al país a su antiguo huso horario», una medida que permitiría ahorrar a la nación 7 Gwh diarios. «Ahí está 40% del racionamiento que sufre el país y no costaría dinero», afirmó el especialista.