Ayer ocurrió la primera comparecencia de un vicepresidente ejecutivo en la plenaria de la Asamblea Nacional en 10 años. El motivo fue escuchar a Aristóbulo Istúriz argumentar las razones del gobierno para solicitar una extensión del Decreto de Estado de Emergencia Económica por 60 días más.

En una reunión preliminar entre el vicepresidente, los ministros que lo acompañaron, la junta directiva y los jefes de fracción se acordó el mecanismo que se seguiría: exposición del vicepresidente, preguntas por escrito (10 diputados de la MUD, 5 del PSUV y ninguno de sus aliados), y respuestas del vicepresidente.

A diferencia de la sesión especial para consignar las memoria y cuenta del tren Ejecutivo, cuando Istúriz y los diputados intercambiaron exaltadas expresiones, ayer hubo otro tono. Los parlamentarios escucharon con atención el dialogante, casi conciliador discurso del vicepresidente.

En su intervención de 48 minutos Istúriz se explayó en explicar que persiste la guerra económica, que la caída de los precios del petróleo colapsó el modelo rentista y que es necesario impulsar un nuevo modelo productivo.

Aseguró que el decreto de emergencia le permitió a Maduro activar los 14 motores de la economía, crear el plan 50, reestructurar el sistema de distribución de alimentos, instalar un nuevo sistema cambiario, crear un plan para repatriar divisas, afinar el sistema de precios justos, ajustar el precio de la gasolina, tomar medidas de protección del empleo y los salarios y revisar el esquema tributario.

El clima del debate y las declaraciones posteriores de los diputados de la MUD indican que la mayoría en la AN rechazará la extensión del decreto. Al mismo tiempo, todo indica que el Ejecutivo se apoyará nuevamente en el aval del TSJ para garantizar su vigencia.

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