Apertura del Año Judicial fue una prueba de fuerza entre poderes públicos - Runrun
Apertura del Año Judicial fue una prueba de fuerza entre poderes públicos

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La ausencia del presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, marcó el acto que este viernes se realizó en el TSJ. Nicolás Maduro y Gladys Gutiérrez recalcaron en sus intervenciones la supremacía del Poder Judicial por encima del resto

@loremelendez

En la Apertura del Año Judicial 2016 hubo un puesto que quedó vacío en la mesa de los Poderes Públicos. Allí, a la derecha del Jefe de Estado, donde en años recientes se había sentado Diosdado Cabello, Fernando Soto Rojas y Cilia Flores, no había nadie. Minutos después de que comenzara la sesión solemne, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia despejó las dudas: no estaba presente ningún representante del Poder Legislativo.  

Poco después de las 3:00 pm, sería el primer mandatario, Nicolás Maduro, quien haría notar la ausencia durante su intervención dentro de la ceremonia,que había comenzado con más de una hora de retraso.

“Lamento mucho que el diputado (Henry) Ramos Allup esté ausente de este evento de Estado. Creo que le hubiera ayudado un poquito a entender que el país es más que ellos y sus ambiciones e intereses mezquinos”, dijo el Presidente, quien más adelante dedicaría más palabras a la inasistencia del máximo representante de la Asamblea Nacional que, por primera vez desde la creación del TSJ hace 16 años, era un opositor al gobierno chavista.

“En esta portada, primero que todo, (Simón) Bolívar. Menos mal que no vino Ramos Allup porque es capaz de echar a patadas también este retrato de Bolívar. Afortunadamente, ese tipo de Herodes de la historia patria no está aquí”, indicó Maduro mientras mostraba una versión ilustrada de la Constitución venezolana que le había regalado un grupo de niños. La audiencia, constituida por jueces, militares, las cabezas del Poder Ciudadano, diplomáticos y hasta por representantes de consejos comunales, le reía la gracia.

Ya a esas alturas, Ramos Allup había informado desde el Capitolio el porqué no estaba. Se trataba de una respuesta ante el “mal tratamiento protocolar” que los magistrados pretendían darle a su investidura. Narró que el día anterior a la ceremonia, una comisión de la AN había acudido al TSJ para participar formalmente a la institución que el Parlamento ya se había instalado. Ningún directivo del Poder Judicial los había recibido.

Todo ha sucedido en un momento en el que la Asamblea Nacional tiene a una comisión especial encargada de la revisión del proceso de designación exprés de 13 magistrados, a quienes el Parlamento anterior dio el visto bueno el pasado 23 de diciembre, cuando ya las sesiones ordinarias habían acabado. Allí, con sus togas, estaban los flamantes funcionarios del máximo tribunal que al final del acto se rehusaron a referirse a las investigaciones que se les siguen en el Poder Legislativo.

La tensión

La pugna entre los poderes fue una constante en los discursos del acto. Tanto la presidenta del TSJ como el primer mandatario recalcaron el poder de los tribunales, todo con la intención de dejar claro que cada una de las decisiones tomadas por los 32 magistrados de la máxima instancia legal debían ser acatados.

Fue así como Maduro se refirió a la juramentación, el pasado 5 de enero, de los tres diputados de Amazonas que días antes habían sido suspendidos por una orden de la Sala Electoral del TSJ, actuación que valió que el mismo tribunal declarara al hemiciclo en desacato.

“Con la nueva Asamblea surgió una tensión que se extendió del carácter político al constitucional (…) El TSJ, en uso de sus facultades, usó el mecanismo y accionó sentencias que fueron acatadas por todos los Poderes Públicos del país”, dijo el Presidente, seguido de un aplauso más sonoro que el que recibió cuando atravesó la alfombra roja que lo condujo al auditorio donde se celebró la sesión solemne.

“Con dignidad y de pie defendamos el derecho a la soberanía, a la paz y a la prevalencia de la constitución y la ley interna por encima de las amenazas. ¡Que a nadie le tiemble el pulso para tomar las decisiones que tengamos que tomar para defender los derechos sociales, la constitucionalidad! Hay un sólo poder árbitro que dirime todos los conflictos y tensiones que surgen. Uno solo, así lo reconozco como jefe de estado: el Tribunal Supremo de Justicia, único poder supremo para dirimir los conflictos o tensiones que surjan alrededor de leyes, acciones políticas del Estado o del pueblo”, destacó el jefe de Estado.

Más temprano, la presidenta del TSJ abrió el acto para ofrecer un balance de gestión, no sin antes reafirmar que el poder que preside tiene la “supremacía” constitucional.

“Siendo que el TSJ tiene carácter supremo como lo dispone el artículo 335 de la Constitución, la supremacía del órgano supone la no revisibilidad de sus actos. Así, el Tribunal Supremo tiene plena facultad para revisar los actos de los demás órganos de rango constitucional”, comentó tras referirse a la institucionalidad que los tribunales habían resguardado ante las amenazas, internas y externas, que recibió en 2015.

Cerca de las 4:00 pm, la sesión solemne que declaró el inicio del Año Judicial 2016 se acabó. El protocolo ordenó que un grupo de magistrados acompañara al Presidente de la República hasta la salida y así se cumplió. Al compás de la música marcial, Maduro se retiró escoltado por Calixto Ortega y Christian Zerpa, dos ex diputados del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela que ayer estrenaron sus togas en el TSJ. Su designación se revisa en la Asamblea.