Gobierno intenta combatir la escasez en época preelectoral
Gobierno intenta combatir la escasez en época preelectoral

EscasezTáchira

A dos meses de las elecciones parlamentarias y bajo la presión de un desabastecimiento de productos básicos que extraoficialmente ronda el 70 %, el Gobierno venezolano instauró la venta de bolsas preparadas con productos regulados en la red oficial de mercados y abastos, Mercal y Pdval. Estos sirven a la creciente población de escasos recursos del país en operativos llamados “mercado a cielo abierto”.

Cada bolsa, numerada y en algunos casos con código de barras, contiene dos kilos de leche en polvo, 3 kilos de harina de maíz, 3 kilos de azúcar, 3 paquetes de arroz, 3 de pasta y 3 de detergente para ropa, 2 botellas de aceite y una margarina –eventualmente un paquete de harina de trigo también, o salsa de tomate– al precio total de 800 bolívares (4 dólares a la tasa oficial de cambio más alta).

A veces el paquete incluye un pollo y un pedazo de carne de res y cuesta 1.500 bolívares (7,5 dólares), un precio más que apetecible en estos tiempos de inflación tan alta (según cálculos del Fondo Monetario Internacional podría superar el 200 por ciento) que las filas para adquirirlos comienzan a las cuatro de la mañana, como ocurrió la semana pasada en sector Nazareno de Petare.

La compra de las bolsas se ha convertido prácticamente en la única forma de conseguir productos básicos a precio regulado dentro del sistema público de distribución de alimentos, pues estos ni siquiera se consiguen en los Bicentenario, mercados más formales también propiedad del Gobierno. Sin embargo, en estos todavía se forman largas filas pero solo cuando llega pollo o carne, que se vende despresado a precios que superan el tope regulado. Así, aunque por orden del Gobierno un pollo entero debe venderse a 160 bolívares (0,75 dólares), en los Bicentenario se vende por partes a 140 bolívares el kilo de pechuga, el muslo a 135 y las alas a 130.

Según el portal oficial del ministerio de Alimentación con la venta de las bolsas en los mercados a cielo abierto se cumple “la misión de atender a todos los usuarios y transeúntes que necesiten comprar los productos en las redes capitalistas y no los consiguen por el acaparamiento y la especulación”.

Sigue leyendo este trabajo de Valentina Lares Martiz en El Tiempo.