Para Ramón Lobo, vicepresidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, no se puede tratar el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) de manera aislada, hay que contextualizar con todo el funcionamiento del sistema cambiario que ha establecido el Gobierno nacional y que hasta ahora había funcionado bajo dos esquemas.

Ahora, se crea un tercer mercado que es el Simadi, su nombre lo indica es marginal y cuando se habla de marginal, es que atiende una parte mínima del conglomerado. De acuerdo con los cálculos que se han venido manejando de lo que era el mercado negro y el mercado ilegal , éste último no atiende a más del 5% de la demanda que exige la economía nacional, mientras que 95% es atendido por los mecanismos formales que tiene el Estado que están asociados al Cencoex con una tasa de Bs 6,30 y al Sicad I, antes de entrar en vigencia el Simadi.

Explica que el Simadi es un espacio para atender distintas sugerencias, escuchar opiniones de diversos sectores, donde el gobierno nacional abrió ese espacio de encuentro entre aquellos que tienen la posibilidad de ofrecer y los que tienen la posibilidad de adquirir al precio que se pudiese estar ofreciendo, pero estas operaciones se harían dentro del marco legal y con las instituciones financieras que participan como las casas de cambio, las casas de bolsa y los bancos universales. Esta operación dará la prerrogativa legal a las empresas y a las personas naturales para que sus operaciones sean registradas contablemente.

No responde a racionalidad

El funcionamiento del Simadi, «permitirá derrotar al dólar guarimbero, que no es una tarea fácil, ya que este mercado negro, no responde a ningún tipo de racionalidad económica, es un instrumento que ha conseguido la derecha y particularmente, las estructuras oligopólicas para irrumpir, para perturbar el normal desenvolvimiento de la economía venezolana», dijo.

Ahora, el Simadi debe tender a un equilibrio y a conseguir su precio real en ese mercado, no en el mercado nacional que está compuesto por dos mercados adicionales.

Considera que al entrar en funcionamiento el Sicad, la subasta, cuando el gobierno nacional lo determine, la presión sobre el Simadi descenderá y por consiguiente, tenderá a buscar su precio de equilibrio. «El Simadi es una buena opción, que está funcionado operativamente, en sus inicios tuvo fallas en la plataforma, pero fue solventada de manera importante», agregó.

«Es importante señalar que determinados sectores privados que mantienen una posición en contra de la economía, que juegan al desabastecimiento y al acaparamiento de su producción, exigen divisas, pero resulta que ese sector no aporta más del 5% de lo que ingresa al país anualmente, pero consumen más del 60%, esos son elementos comparativos, pero tenemos que tener algún tipo de equilibrio. Tú quieres todo, pero no quieres aportar nada. Cuántas de esas empresas son transnacionales, tienen negocios en otros países y esas divisas salieron del funcionamiento de nuestra economía, se las llevaron, pero tienen que repatriarlas».