Castigando a Venezuela - Runrun
Luisana Solano Abr 24, 2014 | Actualizado hace 10 años

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La medida tomada por el Senado de los Estados Unidos que prohíbe la entrada a su país de funcionarios del gobierno venezolano y sus parientes así como a miembros de las Fuerzas Armadas  venezolana y sus nexos,  va más allá de cerrar sus fronteras  como castigo por las múltiples  violaciones de los derechos humano  en varias imperdonables formas o por su actitud antidemocrática.

El dictamen del Senado, aprobado  de común acuerdo por los  miembros Republicanos como los Demócrata, también contempla el congelamiento de las cuentas bancarias y hasta la posible confiscación de los bienes acumulados por parte de todo sujeto relacionado a los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.

Pero en realidad esta sanción está afectado a casi todos los venezolanos sin distinción alguna  porque toda relación con Venezuela ha pasado a ser considerada de «alto riesgo» y por lo tanto indeseable.

Según la explicación de un banquero  cuyo nombre no podemos revelar, todo esto empezó luego del incidente de las Torres Gemelas  (World Trade Center) a raíz del cual cuando el gobierno Norteamericano  creó el Department of  Homeland Security que entre otras medidas fue encargado de supervisar la entrada y salida de dinero para evitar que terroristas, como por ejemplo miembros Al Qaeda, tuvieran la facilidad de manejar fondos para cubrir sus operaciones dentro o fuera de los EE.UU.

Una de las directivas que el Homeland Security dictó a los bancos fue la de aplicar la regla  Know Your Clients – KYC  (conozca a sus clientes), en otras palabras «no hagan negocios con sujetos desconocidos o sin conocer  sus  nexos políticos, sus antecedentes,  su razón de ser y a que se dedican.»

La medida fue algo ridiculizada por parte de varios bancos los cuales alegaron «¿cómo va a ser que nosotros no sabemos con quien hacemos negocios ?» y no le prestaron mucha atención hasta hace unos meses cuando varios bancos recibieron fuertes multas por no investigar a fondo  a ciertos clientes que el Homeland Security  luego descubrió  que estaban involucrados, sea a través de testaferros o directamente, en el negocios del tráfico de drogas o con movimientos de extrema izquierda nacionales o internacionales.

El dictamen del Senado en contra del entorno del gobierno venezolano ha disparado tal alarma que centenares y centenares de venezolanos han sido notificados del cierre repentino de sus cuentas sin recibir ninguna explicación con los respectivos bancos alegando que ninguna ley los obliga a revelar sus razones.

Por supuesto no todos los venezolanos que tienen cuentas bancarias en los Estados Unidos tienen algo que ver con el terrorismo, extremismo o con tráfico de droga ¿Cuál es entonces la razón de la falta de discriminación?

«Es muy simple,» nos explica el banquero, «los bancos no tienen ni quieren mantener costosos departamentos  altamente calificado de investigación y no pueden diferenciar cuáles son los venezolanos que en una forma u otra tienen algo a que ver con los gobierno de Chávez o Maduro por lo tanto prácticamente todo venezolano está bajo sospecha.»

¿Y en el futuro?, preguntamos.

«Los venezolanos que estén dispuestos a ser investigados a fondo y presenten, entre otras cosas, antecedentes penales  y referencias  relevantes, podrán seguramente ser aceptados y volver a tener cuentas bancarias  en los Estados Unidos.»

Como ejemplo, nos dijo que Ocean Bank, que tiene capital venezolano, piensa enviar a Venezuela a especialistas que visiten e investiguen a posibles nuevos clientes de importancia, pero el banquero aconseja a  los que quieran abrir cuentas nuevas de esperar un poco de tiempo para que » se calmen las aguas.»

 

Tony Bianchi