Las medidas de Maduro: 56%, 22%, 111% por Alexander Guerrero E. - Runrun

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Inflación, escasez y devaluación; es decir, una inflación represada en 56% a finales del 2013 y en el umbral de la hiperinflación; un 23% de escasez, particularmente alimentos y medicinas; una moneda envilecida por las deseconomías del control de cambio y del monopolio estatal sobre el petrodólar; ambos mecanismos utilizados políticamente por gobierno explotar el mercado paralelo, un elemento de su “guerra económica”.

Como comerse huevos y gallina y quedar con hambre

Los causales de ese complejo desequilibrio en las cuentas fiscales y balanza de pagos se encuentran en la caída de la renta petrolera, un curioso fenómeno que ocurre, independiente del precio nominal de 100 $/barril, como consecuencia de los pesados acuerdos petroleros de PDVSA con Cuba, China, India, Petrocaribe, los cuales condicionan volúmenes y precios en condiciones económicas y financieras que afectan negativamente el ingreso en caja, de la presión fiscal, por la caída de la producción y por crecimiento de importaciones de combustibles en el mercado internacional. En esencia, debido al control de cambio.

Con China, los acuerdos comerciales, financieros y fiscales entre PDVSA y la agencia financiera china imponen severas condiciones sobre el ingreso petrolero dado los descuentos, fletes y condiciones fiscales dado el componente en moneda china de esos acuerdos, los cuales no se expresan en las finanzas de PDVSA, porque constituyen ingreso fiscal “directo” al fisco, al gobierno.

Con India, Petrocaribe, Bielorrusia, la situación es similar y con Cuba las cosas son aún peores dado que los cien mil barriles dirigidos a Cuba, además de las entregas en efectivo al fisco cubano constituyen el pago por servicios de diferentes facturas, salud, policiales, militares y todo aquello amigo lector que su imaginación cuente. Las cuentas con Cuba son componente de la historia oculta de la revolución bolivariana que algún momento de la historia deberían conocidas por la opinión pública nacional e internacional.

Ese pesado fardo comercial, financiero causada por la geopolítica del petróleo ha caído sobre las finanzas de PDVSA convirtiendo a la corporación petrolera en una empresa de elevado riesgo imposibilitada de accesar el mercado de capitales con emisiones públicas normales de deuda. Una de las razones es su negativa al total “disclosure” financiero requerido por bancos, autoridades de valores y calificadoras en el mercado internacional.

El ‘paralelo’ y la emisión privada de PDVSA

Por estas razones, PDVSA emitió recientemente ‘deuda privada’ en dólares, con la particularidad que sería adquirida en bolívares sin que se realizarían operaciones cambiarias; el gobierno y PDVSA reestructuraban pasivos de corto plazo y convertirlos en largo plazo, pero con bonos restringidos de un mercado secundario dado el carácter privado de esa emisión.

Los deudores fueron inducidos a beneficiarse de las ‘bondades’ de mercado paralelo para hacer efectivo los bolívares requeridos para la compra de esos bonos. Así, en un curioso debt-swap, acreedores, proveedores de alimentos y otra vitualla a PDVSA canjearon sus facturas por deuda privada, incluyendo el costo del descuento que hipotéticamente impondría el mercado sobre esos bonos. De acuerdo a la curva de rendimiento, esos bonos, tendrían un precio alrededor del 54%de valor facial. El gobierno que tiene una ‘cruzada’ contra el dólar paralelo juega a los privilegios en su uso.

A la escasez de dólares y agotamiento de las reservas

Esas precarias condiciones financieras de PDVSA afectaron al fisco y al BCV simultáneamente. No olvidemos que cada dólar vendido al BCV por PDVSA con destino fiscal lleva al fisco su contraparte en bolívares como ingreso fiscal petróleo, de manera que si PDVSA reduce sus ventas de dólares al BCV no se realizaría la contribución fiscal petrolera vía Tesoro.

El “faltante” ingreso petrolero causante parcialmente junto a la expansión fiscal, derroche e irresponsabilidad fiscal son causantes del colosal déficit fiscal mencionado arriba, ha sido desde 2012, inflacionariamente monetizado –financiado- por el BCV, lo que ha creado una colosal liquidez monetaria que nos coloca en el umbral de la hiperinflación, y que veremos efectiva en los próximos meses.

Así, la caída de las reservas internacionales a niveles superiores a los 10000MM USD durante este año, implica al mismo tiempo una brecha fiscal correspondiente efectiva de 14% del PIB por la incapacidad financiera de PDVSA para venderle al BCV los dólares que pagarían ambas ‘facturas’, las reservas internacionales y el ingreso fiscal. El impacto en las restricciones y racionamientos en CADIVI, así como en los arbitrajes para formar el precio del dólar en el mercado paralelo no se ha dejado esperar. El mercado conoce que el voluminoso déficit fiscal no será financiado con petróleo, ni con bonos en dólares, sino con bolívares, inflación y escasez.

Circularmente, los enormes problemas fiscales no podrán ser asistidos por el mercado internacional de capitales, con o sin crisis política, si no se resuelven esos problemas básicos de la economía, la escasez y la conflictividad social se nutrirán de una hiperinflación represada. Lo mismo le ocurrió a Mugabe en Zimbawe hasta que no le quedó otra que cuasi dolarizar para lo cual, por cierto, fue crucial el apoyo de Mandela, en Suráfrica.

La guerra de Maduro: saqueos, expropiaciones y Ley Habilitante

Las consecuencias inflacionarias mencionadas arriba creadas por el masivo financiamiento monetario del gobierno fueron convertidas en la “Guerra de Maduro” contra el sector privado. Saqueos y expropiación por el gobierno y su clientela política del sector comercial permitieron que por toma violenta ese mercado de electrodomésticos pasara a ser administrado directamente por el gobierno, no solo con la confiscación por reducción de precios, sino por el ahora control absoluto de precios y en lo sucesivo pro el control total de las importaciones por parte del gobierno.

La escasez diaria y cotidiana en alimentos, medicinas, vehículos, partes automotrices, insumos diversos por agotamiento de reservas internacionales, llega ahora al mercado de electro domésticos, controlado y estatizado por el gobierno quien se dispone -vía Fondo Chino con las partidas en moneda china- suplirlo de bienes. El mercado de vehículos se agrega a la lista de sectores económicos expropiados “de facto” por el gobierno. La razzia expropiadora se conducirá de ahora en adelante a través del control de precios y balances las empresas privadas.

Un acotación al respecto y pertinente. La expropiación del flujo de caja producido por activos en explotación económica privada por parte del Estado tiene diversas consideraciones jurídicas y económicas. Nos interesan las económicas –y desde luego la inexistencia de un estado de derecho que proteja derechos de propiedad. Una empresa puede ser expropiada de su flujo de caja y rentabilidad por una ley o por un acto violento del gobierno, así su propiedad nominal, balances y títulos no hayan pasado al Estado por derecho, lo cual con la acotación arriba, ocurre en los hechos. Eso es lo que ha ocurrido con una buena porción de la economía que estaba bajo propiedad privada y hoy está bajo propiedad del Gobierno y Estado.

Básicos problemas económicos: crisis fiscal y de balanza de pagos

En resumen, la economía nacional enfrenta los problemas típicos fiscales y de pagos de 1988-89, y 1995-96, momentos en la historia donde la crisis de balanza de pagos por agotamiento de reservas y la crisis fiscal por caída del ingreso petrolero. En esta oportunidad no ha habido shock negativo por caída de precios del petróleo, sino las des-economías de un voluminoso déficit fiscal -28% del PIB- generado por un Estado que es hoy es el 66% del PIB, y cuyas dimensiones no son financiables, y un gobierno cuyo presupuesto de gastos es el 53% del PIB.

Con esas dimensiones tanto del gobierno como del Estado, en una administración pública donde las fronteras del gobierno incorporan empresas públicas, del Estado, un déficit fiscal de las magnitudes que reportamos luce terminal en relación a la necesidad de financiamiento. Hoy las condiciones económicas y financieras han empeorado porque aunque los precios del petróleo no han caído, la renta del petróleo se ha reducido considerablemente parcialmente por los aspectos mencionados en los párrafos anteriores adicionalmente a la caída de la producción de petróleo por descapitalización de la industria estatal y desinversión.

Ambos factores han afectado igualmente la trayectoria de las empresas mixtas, convenios donde PDVSA posee nominalmente el 60% de esos capitales. Todo ello hizo posible que gobierno haya más que duplicado el gasto público (54%) y el Estado se haya apropiado del 28% del stock de capital del sector privado. Pese a ello, el PIB petrolero se ha reducido a la mitad!

El gobierno: controles, escasez, racionamiento y bayonetas

En estas condiciones, en lugar de enfrentar las crisis gemelas con el natural set de políticas económicas, desmontando los controles y creando mecanismos de expansión de la oferta de bienes y servicios, escoge por vía habilitante hacer lo contrario; extender los controles de precios, estatizar vastos sectores de la economía privada, y prepararse para racionar sistemáticamente los escasos dólares disponibles, para conjurar una hiperinflación causada por el propio gobierno.

Lo espantoso de la administración de las medidas económicas es que atacaran directamente las fuentes de la oferta contrayéndola aún más, con lo cual la escasez y racionamiento serían las únicas respuestas a la caída de los stocks y producción de bienes y servicios. El gobierno falla en lo elemental, sin mercados y con controles no se crea riqueza, el Estado y el gobierno la destruyen, solo le quedaran sus manos, la inflación y/o la escasez, el racionamiento y las bayonetas.

El gobierno asume así el control ilimitado y el monopolio de las importaciones, para administrar de esa manera el escaso volumen de divisas y sin acceso al mercado de internacional de capitales la escasez de fondos asfixiara la economía. Todo ello en un entorno político y social convulsivo, pero aparentemente la única carta política de gobierno cuya esperanza para sobrevivir es sobre el control dirigido a domesticar la población y dar paso al régimen de servidumbre, llamado Plan de la Patria.

El gobierno descansa en los fusiles y en el control de la sociedad a través de la escasez y el racionamiento “ordenado” como el que ya existe en los mercados en propiedad del gobierno y PDVSA, la conocida economía política del control ciudadano sobre la cual se ha fundado el comunismo cubano para sobrevivir en medio de una monumental pobreza de la sociedad cubana. El régimen de Maduro se juega esa carta, por esa razón, evadió tomar las medidas naturales que habría que aplicar en las precarias condiciones fiscales y monetarias en la cual se encuentra la economía, entre la hiperinflación y la escasez. El gobierno aplica en vivo el récipe cubano de 1962. El mundo dirige la vista hacia Venezuela.

@alexguerreroe