Emprendimiento sin frontera Venezuela-Colombia por Luis Colmenares Márquez - Runrun
Emprendimiento sin frontera Venezuela-Colombia por Luis Colmenares Márquez

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Hace poco comentaba que el gran enemigo a vencer era la desidia y la solución es ocuparnos de producir, innovar, generar riqueza, trabajar por un país mejor, sin andar buscando ¨enemigos invisibles¨, allí resaltaba la oportunidad que representa el intercambio con Colombia para la economía del Edo. Táchira y su situación actual, sin duda es necesario incluir al Edo. Zulia y continuar destacando el potencial que representa esta frontera entre ambos países.

Para quienes crecimos en estados fronterizos como es mi caso, nos resulta tácito referirnos a  los colombianos como hermanos. Nombrar una línea que nadie ve, de 2.219 km de longitud que separa a los territorios de ambos países es algo que no entendemos, ni queremos, porque para nosotros esa línea representa una unión que por muchos años nos ha servido para generar intercambio económico, el cual beneficia a ambas partes, compartiendo la abundancia de un lado para compensar la deficiencia del otro.

Los estados Táchira y Zulia pasan momentos difíciles con la creación de regulaciones para adquirir alimentos, gasolina, insumos de construcción, materia prima, entre otros, extra a esto, se genera una distorsión en sus economías por la diferencia entre el bolívar y el peso colombiano que cada vez se hace más grande. No voy a perder tiempo en lo que ya sabemos los venezolanos y hemos tocado previamente, lo que necesitamos no son regulaciones sino ¨más innovación y menos revolución¨ pero sí podemos avanzar en lo que juntos podemos mejorar.

Hace unos días tuve la oportunidad de cruzar por el Edo. Zulia en Venezuela para llegar hasta el Departamento de Magdalena en Colombia, en la frontera sentí y viví lo mismo que hace unos meses al atravesar la que conecta al Edo. Táchira con el Norte de Santander: Y es que se invirtió la cara de la moneda, el venezolano que antes viajaba a comprar ahora se queda a vender y el colombiano que antes vendía ahora se viene a comprar, lo que afortunadamente se mantiene intacto es la fraternidad y el apoyo entre ambos pueblos.

Que la moneda haya cambiado es una realidad que beneficia al que compra y al que vende, solo que cambian de posición. Es de destacar que la población fronteriza en ambos lados goza de una capacidad para adaptarse a los cambios e innovar soluciones para solventar necesidades, mayor a la que tienen las demás regiones en ambos países, ya que es bien sabido que los gobiernos de turno suelen velar por intereses políticos que distan mucho de las necesidades reales de dichas comunidades, así que por simple instinto natural sus individuos reaccionan con rapidez para asegurar su sobrevivencia. Esa velocidad de reacción para adaptarse e innovar  que se presenta como un instinto natural en estos ciudadanos, viene siendo una característica vital en un emprendedor, en consecuencia son estas regiones: zonas con  alta tasa de emprendimiento

Lamentablemente volvemos a encontrarnos con un ¨perfil de emprendedor¨ que nace por necesidad más que por oportunidad en su mayoría. Esa frontera viva, de intercambio comercial 24 horas necesita entonces instituciones que formalicen los emprendimientos que en ella nacen a diario, acordes a las necesidades que se presentan, con una visión compartida que unifique las reglas para ese intercambio y busque desarrollar una visión  a futuro que selle para ambos lados una relación ganar-ganar.

Un instituto que promueva el emprendimiento y la innovación, que imparta conocimientos necesarios para la creación, evaluación y ejecución de nuevos proyectos económicos, con una visión pragmática ajustada a las necesidades de la frontera, integrado por sociedad civil que viva en estas regiones de la mano con especialistas en diversas áreas, es el único tiro que se debería echar en la frontera y sería literalmente ¡un tiro al piso!

Formalizando e impulsando los emprendedores, se consolidaría un sector privado dinámico más robusto donde en consecuencia comenzarían a generarse más empleos formales, de calidad e ingresos mayores para la población,  aumentaría la producción y se comenzarían a cubrir más necesidades,  disminuiría el contrabando, se innovaría en cientos de temas que necesitan ser enfrentados y se contribuiría en superar la absurda paranoia de que el uno quiere el mal del otro, cuando la mayoría de venezolanos y colombianos lo único que queremos es el bien común.

Esta necesidad de fortalecer el emprendimiento en la frontera ha sido y será una gran oportunidad para los gobiernos locales así como nacionales, lo único que se necesita es disposición para trabajar en conjunto a fin de determinar objetivos comunes que brinden soluciones tangibles de una vez por todas y permitan exterminar la demagogia.

Es cierto que como sociedad civil nos queda difícil intervenir en asuntos de política mayor, pero es nuestro deber continuar aportando ideas enfocadas más en innovar soluciones concretas que en quejas y críticas negativas sobre lo que acontece a nuestro alrededor .

La historia se ha encargado de sellar una unión, superior a una simple línea que miles de personas pisan a diario sin detenerse a ver quien esta de un lado o de otro. El tiempo hará que más temprano que tarde, llegue el día en que se tenga la convicción de abordar los problemas comunes,  para que Venezuela y Colombia logren avanzar hombro a hombro en vez de que uno se tenga que cargar al otro a cuestas por tanta disparidad en sus economías.

Mientras no haya disposición y compromiso de involucrarse de forma sensata en este tema, los gobiernos pasaran y la moneda seguirá girando con dos caras opuestas, una con recursos y otra sin ellos…

Ing. Luis Miguel Colmenares Márquez

@lmcolmenares

http://www.facebook.com/CapitalismoEmprendedor