Laureano está claro por Henkel García - Runrun
Sendai Zea Ene 31, 2012 | Actualizado hace 12 años

El pasado viernes Laureano Márquez nos regaló un excelente artículo editorial en el que mostraba su genial y particular punto de vista acerca de las perspectivas económicas para el este 2012. Muchos amigos me comentaron al respecto y al leerlo sólo pude decir: Laureano está clarísimo.

Dentro del artículo encontramos frases que no tienen el mínimo desperdicio como ésta:

“Entre nosotros no hace falta ser productivo, sino que suba el precio del petróleo. Ser rico es buenísimo, por lo visto, cuando de un país se trata.”

Este punto evidencia uno de los principales dramas de la realidad económica venezolana, el petróleo nos permite captar renta no producida y por momentos nos podemos sentir en una bonanza que emborracha pero que sólo es sostenible hasta que el precio del “excremento del diablo” lo permita. Venezuela hoy en día produce por habitante entre un 8% a un 10% más que en el año 1998, pero consumimos 50% más. Muy buena parte del avance del consumo se debe a la gran masa de renta petrolera captada entre 2003-2008 y a otra gran fuente de divisas que muchos dejan de lado: Deuda. La tasa de crecimiento anual de la deuda pública externa en el período 2006-2011 fue de alrededor de 30%, elevando el monto adeudado (según BCV) de US$ 28.000 millones a cerca de US$ 95.000 millones. Laureano tiene razón, para consumir tanto no nos hizo falta matarnos trabajando, con renta y deuda todo se arregla…. Pero por cuánto tiempo.

Más adelante y para concluir menciona:

“Conclusión: el capitalismo es malo, pero en Venezuela, en el resto del mundo es buenísimo. Recomendación: no trate de hacer nada productivo ni eficiente. Métase en un guiso, que este año habrá y de los buenos. En términos de política monetaria se hará efectivo eso que en Venezuela se conoce popularmente como el “va a haber billete en la calle”. Eso parece que traerá aumento en la inflación (que ya es la más alta del continente y una de las más altas del mundo) porque cuando hay real sin productos que comprar las cosas suben, vainas del socialismo. Vale la pena resaltar que ese dinero que va a estar en la calle puede ser suyo, métase eso en la cabeza.

En conclusión, este año (o lo que queda de él, ¡avíspese!) será un año con una inflación cercana al 30%, con restricciones de divisas, política monetaria expansiva, mayores niveles de pobreza (gracias al aumento de los precios del petróleo), déficit fiscal inmanejable, altos niveles de corrupción, decrecimiento económico y mayor deterioro de la economía, en definitiva: un excelente año para hacer negocios en el país. Aproveche porque este año la cosa se acaba y si Venezuela toma el camino de la eficiencia productiva no quedará de otra: habrá que trabajar.”

Acá Laureano nuevamente se pasea por la falsa idea que muchas veces (y erradamente) manejamos los venezolanos sobre que no necesitamos ser productivos para “vivir bien”. También toca un punto importantísimo que es el desbalance que ocurrirá entre la cantidad de dinero que habrá en la calle y los productos disponibles que tendremos en la economía. El otro aspecto que resalta es el de la “viveza criolla” y más cuando esa viveza está enfocada en tener acceso a la gran rebatiña que ocurre con los recursos del Estado. Eso ha ocurrido en la 4ta y también ocurre en la 5ta, y para terminar con esto es necesaria una nueva relación Estado-Ciudadano, tema muy extenso de abordar esta vez.

En resumen Laureano da en el clavo en dejar entrever que 2012 será muy parecido a 2011, las malas prácticas continuarán, las medidas económicas que se tomen serán para comprar tiempo y mantener una sensación de bienestar que como todos sospechamos no la podremos mantener por mucho tiempo más. Seguiremos prendiéndole velitas al santo que resguarda a los precios del petróleo, continuaremos endeudándonos  y buscaremos aprovechar este buen momento coyuntural que hoy vivimos. Pero detrás  del humor, que en este artículo se acerca más al género de la tragicomedia, el mensaje es claro: Venezuela, como nación, reclama un modelo productivo verdadero para que así sus ciudadanos dejen de lado la costumbre de “vivir, viviendo” de las dádivas de los distintos gobiernos, los cuales tienen como principal objetivo mantenerse en el poder.

@HenkelGarcia