No se preocupe que es poca por Francisco Ibarra Bravo - Runrun

El señor de la sonrisa amplia y el bigote espeso que preside el banco central cuya moneda sufre la mayor inflación del planeta, ha estado particularmente activo en las últimas semanas. En una de sus últimas declaraciones nos ha dicho que la deuda venezolana, a la cual rara vez agrega el adjetivo “en divisas”, no solo es poca sino que además tiene un perfil muy manejable. En pocas palabras, que no nos preocupemos, que eso de estar discutiendo sobre los niveles de deuda y sobre el proceso de endeudamiento que se ha venido desarrollando en los últimos años es sólo cuestión de enajenados sin oficio.

Si esto lo dijese el presidente de un banco central serio uno podría darle algún tipo de credibilidad; como en este caso lo está diciendo el ministro de asuntos monetarios del gobierno revolucionario debemos mirar la cosa con lupa. Al igual que hace casi un año,  Merentes repite la misma partitura que el Giordani. Suena igual de desafinada aunque no venga acompañada de la melodía del llanto al que nos ha acostumbrado el Ministro. La idea general es que la deuda soberana de Venezuela es poco menos que una cuarta parte del PIB. Si comparamos estas cifras con la deuda de los países industrializados e incluso con algunos de nuestros pares de la región, podríamos decir que Venezuela no tiene realmente ningún problema en esta materia. Entonces entenderíamos que los pucheros de Giordani cada vez que toca el tema son obra de la emoción ante la meta alcanzada. Lamentablemente, en los temas de la deuda soberana es difícil tapar el sol con un dedo.

En realidad la deuda soberana de Venezuela es mucho mayor que la cifra que han pretendido vender estos señores por dos motivos fundamentales. El primero tiene que ver con el endeudamiento de PDVSA. Hace unos años, PDVSA era una compañía con un manejo de su deuda impecable. Hoy en día PDVSA tiene compromisos en títulos de deuda en divisas cercanos a USD 30.000 millones, esto agregaría 15%  de puntos de deuda sobre el PIB a la cuenta de Merentes y Giordani. Esta cifra es convenientemente omitida como si el endeudamiento de PDVSA no fuera consecuencia del enorme desequilibrio en materia económica que existe en el país ¿Cómo explicar el endeudamiento de una firma petrolera con niveles elevados de precios petroleros que además no ha logrado expandir su producción? La deuda de PDVSA es una deuda pública y como tal debe tratarse. En segundo lugar y como si lo anterior no fuese suficiente, existe además el inconveniente de tener que llevar la deuda en divisas a bolívares para poder compararla con el PIB nacional que es cifrado en moneda local. El tipo de cambio que se utilice tendrá efectos de primera magnitud en los ratios de deuda. El tipo de cambio utilizado por el dúo dinámico de la política económica es el oficial. Convenientemente sobrevaluado, el tipo de cambio oficial genera un ratio de deuda contra producto menor que un tipo de cambio no sobrevaluado. Como todos sabemos y las devaluaciones periódicas nos lo confirman, la sobrevaluación no es sostenible indefinidamente. En algún momento la realidad nos alcanza, en algún momento habrá luz, saldrá la foto nítida y no habrá nada que el maquillaje pueda hacer.

El hecho de omitir, interesadamente, estos dos aspectos solo busca mantener las apariencias, lamentablemente solo sirve engañar a personas desinformadas. La prima de riesgo venezolana muestra claramente el riesgo que percibe el mercado sobre la deuda soberana de nuestro país. Hay estimaciones que ubican el peso real de nuestra deuda en divisas en cifras cercanas al 70%, un nivel que obviamente no es poco. Sin embargo, existe una tragedia aun mayor. Cuando usted contrae una deuda debe estar generando la capacidad para pagarla. Adicionalmente a rezar porque ocurra un problema en oriente próximo y se disparen los precios del petróleo ¿Qué hemos hecho como país para aumentar el flujo de divisas que ingresan al país? La respuesta es que no hemos hecho nada y sobretodo el gobierno no ha hecho nada en esta materia. Nos hemos venido endeudando para mantener un tipo de cambio sobrevaluado y poder seguir en la fiesta. Hemos incluso hipotecado barriles de petróleo a futuro para poder continuar la farra pero nos dicen: no se preocupen que la deuda es poca.  Como si en algún momento no tuviésemos que pagarla.

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10