Congelado el precio del papel toilet... A comprarlo y guardarlo por Henkel García - Runrun

La semana pasada fueron congelados los precios de 19 artículos que normalmente compramos, entre ellos el del papel higiénico, lava platos (en distintas presentaciones), desodorante, champú, toallas sanitarias, pañales, crema dental, etc, etc, etc. La reacción inicial al enterarnos de la medida fue ir a comprar rápidamente los artículos de esa lista. Ahora cabe preguntar ¿Es ésta una decisión ilógica y egoísta? ¿Qué nos motiva a reaccionar tan rápidamente y sin dudas ante una medida como ésta? ¿Hacemos bien en acumular este tipo de artículos en nuestros hogares?

Les confieso que discutir sobre el tema de los controles de precios me parece llover sobre mojado. Uno puede dar el beneficio de la duda a quienes impulsan este tipo de políticas dentro del gobierno y aceptar que la intención final es beneficiar al consumidor final, pero la Historia Universal y también la local nos han intentado enseñar que los controles de precios traen consigo dos consecuencias no planificadas, uno, escasez y dos, la aparición de un mercado “negro” o alternativo.

Ya el venezolano ha pasado por este tipo de episodios y el temor de no tener a disposición los productos (muy importantes por cierto) de la lista mencionada, hizo que decidiera aumentar sus “inventarios” de esos productos. Nadie quiere quedarse sin su desodorante o champú preferido, ninguna persona quiere que su bebé no tenga pañales en los próximos meses. El otro factor importante en esta dinámica es que la gran mayoría de los productos con precios congelados se pueden almacenar por un tiempo bastante largo, eso hace muy lógica la decisión de almacenar esos productos, porque además de garantizarnos su suministro por algún tiempo, también es una forma de protegerse en contra de la inflación.

Debo dejar en claro que no soy partidario de las compras nerviosas, impulsivas y sin razón. Hay que tener un balance con respecto a la cantidad de producto que se está comprando durante este tipo de situaciones excepcionales. Mi consejo es que armen un inventario de emergencia que contenga cerca de 2-3 meses de consumo de los productos congelados. No debemos exagerar porque podríamos estar dejando sin acceso a esos productos, a personas que realmente lo necesitan de forma inmediata. Dos palabras a tener en cuenta: prudencia y solidaridad.

Finalizo con una idea que en estos días el economista Abelardo Daza nos recordaba. En 2000-2001 este gobierno logró bajar la inflación a un rango entre 12%-14% sin tener la necesidad de acudir a los controles de precios o Ley alguna, sólo les queda recordar que se estaba haciendo bien en esa ocasión para poder retomar el camino.

Henkel García

@HenkelGarcia