Deuda, precio del petróleo y bienestar - Runrun

Tres palabras que acaparan titulares y noticias en la prensa y en los diferentes medios, pero que a veces olvidamos la íntima relación que existe entre ellas. Quizás ya los venezolanos tenemos una noción de la relación que históricamente ha habido entre precios del petróleo y bienestar. Sin importar nuestra condición socio-económica anticipamos una mejora en nuestros ingresos, en nuestro nivel de consumo cuando hay un boom petrolero, así como podemos percibir el fin de las vacas gordas cuando los precios del petróleo caen (Relación Precios del Petróleo-Bienestar). Pero no resulta tan evidente identificar la relación entre Deuda-Bienestar y también Precio del Petróleo-Deuda.

Una de las causas de la crisis en varios países de Europa, Grecia como caso bandera, fue el recurrir a la emisión de deuda soberana para tapar desajustes fiscales. En palabras llanas, los gobiernos buscaron endeudarse para así crear una sensación de bienestar entre los ciudadanos que no iba acorde con el nivel de producción, ni de productividad. Cuando los mercados financieros se “atragantaron” de deuda proveniente de esos países, el “modelo” colapsó. Venezuela ha incrementado sus niveles de deuda soberana (y por otras vías) en un ritmo acelerado en los últimos 5 años, buena parte de esa deuda tiene como objetivo aumentar el consumo y por ende el bienestar (o la sensación de bienestar) entre nosotros. Nos endeudamos para mantener un tipo de cambio sobrevaluado y así poder importar barato y consumir más, nos endeudamos para que podamos consumir más sin realizar mayor esfuerzo (Relación Deuda-Bienestar). Lo irónico de todo esto, es que la aceptación de esos bonos por parte de los mercados internacionales depende del comportamiento de los precios del petróleo. Los inversionistas estarán dispuestos a pagarnos mientras tengamos capacidad de pago, y toda vez que de cada US$ 100 unos US$ 95 provienen del petróleo, queda clara la dependencia de esa capacidad de pago con los precios del “oro negro” (Relación Precios del Petróleo-Deuda)

Lamentablemente nuestra sensación de bienestar no depende, en estos momentos, de cuanto podamos producir, nuestra sensación de bienestar depende de lo que obtengamos por renta petrolera y también de lo que podamos endeudarnos. En lo personal me preocupa, y mucho, la inter-relación y la correlación de estas tres variables. Eso nos deja con un nivel de vulnerabilidad extremadamente alto. ¿Qué pasará si buena parte del mundo entra en un período de desaceleración económica y la demanda del petróleo cae (y con ella sus precios)? ¿Qué pasará si los mercados internacionales ya no muestran el mismo apetito por nuestros bonos? Preguntas que quedan en el aire y que es necesario que nos planteemos para poder preparar nuestro futuro personal y/o de nuestra empresa.

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia