¿Qué implicaciones traen las medidas cambiarias? por Francisco J. Quevedo
¿Qué implicaciones traen las medidas cambiarias? por Francisco J. Quevedo

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El Martes 10 de Febrero, el Vicepresidente para la Economía y el Presidente del BCV anunciaron un nuevo esquema cambiario de tres niveles que primeramente mantiene la tasa oficial de Bs. 6,30 p/$ para bienes esenciales a los sectores de alimentos y salud, segundo, unifica el Sicad para dejar deslizar el cambio de acuerdo a la oferta y la demanda, por invitación a subastas para aquellos segmentos no incluidos arriba, como ha sido, suponemos, partiendo de Bs. 12 p/$, y tercero, que establece un esquema de flotación que pretende absorber el mercado paralelo que hoy abrió en alza 0,4% en Bs. 186,49 p/$, sin especificarse rango alguno para este último nivel, manteniendo una incógnita para el cambio menos controlado.

Las reacciones no se hicieron esperar. Bloomberg informó la mañana del Miércoles 11 que los bonos venezolanos cayeron ante los anuncios. Diversas organizaciones financieras nacionales e internacionales también reaccionaron con desdén, considerando que las medidas son medias-tintas y más de lo mismo, como dicen los analistas locales. Y el paralelo al cierre de la mañana ya había subido 1%.

“La cabra siempre jala pal’ monte…” Este es un gobierno más inclinado a cambios radicales en lo político y lo social que en lo económico, es centralista, punitivo y controlador hasta la asfixia. Que las medidas son más de lo mismo lo reflejan el mantener la insostenible tasa oficial en Bs. 6,30, el arrancar un Sicad semi-liberado en Bs. 12 y no en 52,10, y el no comprometerse con una banda para las subastas, sino más bien anunciar que en las Casas de Cambio se impondrá un límite de US$ 300 diarios para la compra, aunque digan que en la banca no habrá limitaciones. Pero, entrampado por la necesidad de contener la inflación, nos brindó un coctel de timidez y tozudez que lo que hará es derramarse hacia el mercado paralelo.

Si nos atrevemos a estimar los diferentes niveles de cambio, entendiendo que el gobierno se inclinará por lo menos costoso, políticamente, para mantener la cara oficial en gracia, y no en desgracia, en cuanto pueda y por cuanto pueda, tendríamos lo siguiente como el “deber ser” al día de hoy:

 

  1. El cambio oficial se mantiene en Bs. 6,30 pero habrá, como siempre, retrasos en liquidaciones y una restricción progresiva de los rubros incluidos.
  2. El Sicad unificado arranca en Bs. 12 pero debería deslizarse hacia Bs. 27,56, considerando aunque sea el McDólar como marcador inicial de paridad.
  3. La tasa de subasta libre debería orientarse al cambio implícito que ronda Bs. 89,58, y devaluarse al ritmo de la inflación y ante la desconfianza.

 

El paralelo apunta hacia Bs. 190 nuevamente. Su cotización dependerá de cuánto se oferte en los tres segmentos oficiales. ¿Habrá oferta de divisas en las subastas, a Bs. 12 y a Bs. 89,58? Solo del Estado sería capaz de quemar dólares así, pero súmesele lo proveniente del lavado de capitales, del narco o la corrupción que podrían buscar legitimarse por esa vía, si el cambio resulta lo suficientemente atractivo. ¿Y podrán los inversionistas cambiar sus dólares allí? ¿Y los exportadores no tradicionales? Esto determinará la oferta.

Resta que anuncien en cuánto abrirán las subastas del tercer nivel, si será a la par del paralelo, en Bs. 187,89, o donde quedó el Sicad II, en Bs. 52,10, o al cambio implícito, como punto medio, cerca de Bs. 90. Los rumores sobran. Lo único cierto es que los viajeros, y presumimos que los boletos aéreos, seguirán anclados al Sicad, unificado ahora, donde creemos que seguirán también pegadas las operaciones de reaseguro y todo lo que no sea esencial y primario para la industria nacional, y para sostener esta la revolución y sus prebendas. Entendemos que las remesas y el dólar turístico que llega podrá venderse en las subastas del tercer nivel, y que la repatriación de capitales deberá acudir también a este segmento.

Quien quiera estimar cuánto le costará el dólar deberá remitirse a lo que contemple el Convenio Cambiario que le toque, pero eso sí, que estime contingencias,  como la restricción progresiva de rubros incluidos en los niveles más privilegiados, que contabilice “el peaje” más los retrasos en liquidaciones. El Sicad debe irse deslizando al ritmo de la inflación que puede ubicarse a inicios del año sobre el 6% mensual, pudiendo alcanzar entre Bs. 14-15 en Junio, muy conservadoramente. Y el Simadi creemos buscará el cambio implícito, por ser lo más oficial, que tenderá a deslizarse también con el INPC.

“Tanto nadar para ahogarse en la orilla…” Quedamos en lo mismo, con tres cambios y un mercado negro, con las severas distorsiones generadas por un esquema perverso e insostenible, y con anuncios a medias. Esperemos la Gaceta Oficial y veremos…

 

@qppasociados

 

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Lo que debes saber sobre el Simadi y los nuevos anuncios económicos

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