Jamás antes el crecimiento del consumo de los hogares venezolanos fue tan dependiente del crecimiento del precio del crudo. Durante 1998-2010, el consumo real por hogar creció aproximadamente 45,4% (el acumulado de los 12 años), ó 3,2% promedio anual. Lo grave es que el 70% de ese crecimiento, ó un 31,6% de los 45,4%, se debió únicamente al incremento de la renta externa petrolera, en lugar de al empleo o el salario (el crudo se multiplicó por 7 en precio, de 10,57$/barril en 1998 a 72,69$/barril en 2010).

En lo que va de 2011, 91 días, el crudo subió 21,5%, y si siguiese creciendo a ese ritmo a fin de año habría crecido 107% anual. ¿Llegaron las vacas gordas otra vez? No lo creo, pues se trata de una crisis coyuntural (el conflicto en Libia y las tensiones geopolíticas), y no de una bonanza larga como la del 2003-2008, período en que la economía global crecía a gran velocidad.

Cierto, este año podría recuperarse el consumo, pero sólo porque la renta crecerá. Recemos, entonces, para que no caiga, pues, repito, desafortunadamente, será del volátil precio del crudo de lo que seguirá dependiendo nuestro bienestar.

Ángel García Banchs

PhD en Economía Política de la

Universidad de Siena, Italia y

Profesor del CENDES y FACES/UCV

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