“Fuera del Perol” por Francisco J. Quevedo - Runrun

Barril-de-Petróleo

 

El desabastecimiento de productos de empresas estatizadas nos hace preguntarnos cosas como ¿qué pasa con la producción de cemento y cabilla? ¿Por qué PDVSA pareciera no poder elevar su flujo de caja para generarle divisas al país? ¿Por qué las industrias expropiadas, las fincas y centros comerciales parecen no dar pie con bola? La respuesta quizás sea una sola: La desatención de sus negocios medulares. Esta gente está, literalmente, apuntando fuera del perol.

PDVSA anda vendiendo pollos, construyendo casas hasta en Varadero, Cuba, y comprando votos dentro y fuera del país. ¿Cómo puede atender su negocio medular con tantas distracciones? Ahora se endeuda para sacar reales para atender programas sociales que llama “petróleo para el pueblo”http://www.pdvsa.com/common/punto.gif como el FONDESPAhttp://www.pdvsa.com/common/punto.gif, el FONDENhttp://www.pdvsa.com/common/punto.gif, el Hospital Coromotohttp://www.pdvsa.com/common/punto.gif, entre otras, y no le alcanza ni para invertir en exploración y producción. Irónicamente, la gallina de los huevos de oro anda pidiéndole a cada santo una vela. Y es que la petro-diplomacia compromete al menos un 30% de sus exportaciones que no se cobran o se cobran con médicos, instructores deportivos, agentes de inteligencia cubanos y clases de Inglés jamaiquinas, para mencionar solo estos trueques. No resulta ilógico concluir que no entra suficiente y sale más bien demasiado dinero. “No hay cama pa’ tanta gente” como cantaba la guarachera de Cuba.

El caso del C.C. Sambil de La Candelaria es un clásico y patético ejemplo de politiquería y demagogia. Una expropiación que dicen tuvo orígenes oscuros (aparentemente el centro comercial afectaría el negocio de otro “Mall” cercano que pertenece a un boligurgués de alta jerarquía), fue anunciada como una nueva clínica para el centro de Caracas, pero termina convertido en un refugio maloliente y en un antro de criminales.

Para comprender lo que pasa en las industrias estatizadas y estatales valen las comparaciones metafóricas. Imagínese a un jugador de fútbol en el Mundial Brasil 2014, quien en pleno juego anduviera vendiendo empanadas en un ladito del campo o pendiente del guiso de las apuestas o buscando verse bien frente y cuadrarse con el Presidente del equipo. ¡¿Y el juego?! Lo descuida, por supuesto. Más en preciso, imaginémonos a un Pastor Maldonado manejando en Mónaco a 240 kilómetros por hora mientras va «texteando» o hablando por el celular (¿Será por eso que…?).

Así deben estar las cementeras, las empresas metalúrgicas, las torrefactoras, las empresas lácteas, las fincas y otras expropiaciones y estatizaciones, incluso la electricidad y el agua, hasta los ministerios y demás entes del Estado, sumidos todos en el politiqueo y los guisos, absolutamente distraídas y alejadas de su razón de ser, producir cemento, cabillas, café, leche, carne y pollo, luz y agua, por ejemplo.

Y no olvidemos que quien llega a cargo público, llega a robar y a enchufar a los suyos, no a producir ni a “gerenciar”, y “voilá”. He allí el desabastecimiento, la escasez de divisas por falta de exportaciones, tradicionales y no tradicionales, pero, sobre todo, cobrables, el racionamiento, las huelgas y demás consecuencias que son obvio producto de la indolencia.

Y si pensamos en la ineptitud de los cuadros gerenciales públicos, el panorama se complica porque quién debía producir resultados, no sabe cómo. En fin, sea por el desenfoque, por los guisos, la incapacidad o por el politiqueo, las empresas públicas están regándolo fuera del perol.

 

@qppasociados