¿Qué dice Bank Of America en su último informe sobre Venezuela? - Runrun

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El banco señala que en última instancia las autoridades permitirán una devaluación profunda del bolívar cuando se enfrenten a la imposible tarea de sostener los precios.

En su último informe sobre Venezuela, fechado el 28 de enero, Bank of America explica que la decisión de la administración de Nicolás Maduro de no devaluar la moneda en la proporción adecuada introduce al país en un período de mayor inestabilidad económica.

Dado que el Gobierno recibirá por la mayoría de los dólares provenientes del petróleo el mismo tipo de cambio del año pasado, 6,30 bolívares, Bank of America considera que existe riesgo de que continúe recurriendo a la impresión de dinero en el Banco Central para cubrir la brecha que existe entre ingresos y gastos.

Este paso tendría como consecuencia una rápida aceleración de la inflación así como una caída importante de las posiciones en divisas, reseña El Universal.

No obstante el analista de Bank of America, Francisco Rodríguez, indica que se inclina porque en última instancia las autoridades permitirán una devaluación más profunda del bolívar cuando se enfrenten a la imposible tarea de sostener los precios y el racionamiento en medio de una mayor inflación.

Agrega que si bien esta eventual devaluación ayudaría a corregir el desequilibrio en las cuentas públicas al proveerle más ingresos al Gobierno, probablemente será ruidosa y desordenada, añadiendo un riesgo político considerable.

La gran caída

Aunque Bank of America indica que el país tiene suficiente capacidad para cumplir con el pago de sus compromisos de deuda externa, señala que los recientes “errores” han hecho a la deuda venezolana más riesgosa y por tanto decidió disminuir el peso de los títulos del país en su portafolio igualándolos a los del resto de las economías emergentes.

En realidad desde hace un año el mercado comenzó a percibir un mayor riesgo en los bonos venezolanos y el resultado es una tendencia decreciente en el precio de los títulos que obligará al Gobierno a pagar una elevada tasa de interés en caso de necesitar financiamiento.

El Global 27, el bono marcador, cerró el 28 de enero en 68,9% de su valor y exactamente un año atrás, se cotizaba a 102,7%, es decir, registra un desplome de 33,8 puntos.

En este mismo lapso el Pdvsa 22 sufre una caída de 29 puntos y en general todos los títulos reflejan el aumento de la desconfianza en medio de la falta de claridad sobre cómo el Gobierno cubrirá un déficit entre ingresos y gastos por el orden de 15% del PIB, señales de escasez de dólares y el descenso de las reservas internacionales.

Corredores explican que el mercado apostó a que la muerte de Hugo Chávez traería un cambio de política económica que impulsó el precio de los bonos pero al no concretarse, surgió la tendencia decreciente en el precio de los títulos.

El nerviosismo

El anuncio del vicepresidente para el área económica, Rafael Ramírez, de que revisará con lupa la deuda que surgió con las empresas privadas por divisas que fueron aprobadas y no han sido desembolsadas aumentó la incertidumbre en el mercado.

Empresas del sector privado recibieron aprobaciones de divisas en Cadivi y con esto importaron insumos y materias primas, pero al no haber el desembolso de los dólares tienen compromisos pendientes con proveedores en el exterior por el orden de 9 mil millones de dólares.

“Ahora nosotros tenemos la responsabilidad como administradores de recursos públicos de ver el sustento de esa deuda”, dijo el jueves de la semana pasada Rafael Ramírez.

Corredores explican que algunos fondos de inversión que tienen bonos venezolanos en sus portafolios aumentaron sus dudas sobre la capacidad de pago de Venezuela.

Fuentes señalan que el Gobierno quiere precisar si las empresas, que no han podido comprar divisas para repatriar dividendos, inflaron el precio de las importaciones hechas a las casa matriz para enviar dólares de esta manera.

El problema es que el desembsolso de dólares está prácticamente paralizado y aumenta el riesgo de mayor escasez.

FUENTE:  BANCA Y NEGOCIOS