Lentitud y dudas en el primer mes de las remesas a través de las casas de cambio
Lentitud y dudas en el primer mes de las remesas a través de las casas de cambio

Luego de 15 años de férreo control de cambio de los gobierno chavistas, el Ejecutivo de Nicolás Maduro sorprendió el 11 de junio con el anuncio de la apertura de remesas a través de tres casas de cambio, una política que acercó la tasa oficial a la del dólar del mercado negro como no se había visto hasta la fecha.

Días después del anuncio, las casas de cambio Zoom, Italcambio e Insular iniciaron operaciones a una tasa de Bs. 1.303.270 por dólar, la que actualmente se ubica en Bs. 2.500.000, mientras el dólar negro se acerca a Bs. 3.000.000.

Pero el incremento de la tasa no parece haber sido suficiente para llamar la atención de quienes envían remesas desde el exterior o las reciben en Venezuela. A un mes de la «apertura», el sistema presenta lentitud y plantea dudas que alejan a potenciales clientes de usarlo.

En una de las sucursales más céntricas de Italcambio, en Caracas, uno de los trabajadores afirma que cerca de 16 personas han recibido remesas desde junio, la mayoría entre 50 y 150 dólares. En una sucursal de Zoom, otro trabajador indicó que no superan las 50 transacciones, todas por montos similares a las de la primera. Los números distan de los USD 2 mil millones que el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) calculó que entraron por remesas durante 2017, y de los 6 mil millones que estimaron entrarían en 2018.

La economista Anabela Abadi dijo a Runrun.es que el hecho de que la información sobre el tipo de cambio se haya divulgado por redes sociales y no por una publicación oficial genera desconfianza. A esa desconfianza se suma la posibilidad de que el Gobierno esté al tanto del dinero recibido por los individuales y que estos se vean afectados por ello al permanecer vigente la Ley de ilícitos cambiarios que prohíbe las transacciones en divisa extranjera dentro del territorio nacional.

La opción de las remesas el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, la desestima por su pequeño universo de acción en comparación al tamaño del mercado paralelo, ya que no cuenta con la confianza y seguridad de las personas como para que las ayudas se canalicen por las casas de cambio.

A continuación, las principales dudas sobre las operaciones de remesas:

¿Cómo recibir remesas en Venezuela?

Una persona que se encuentre en el exterior debe realizar el envío de dinero mediante las casas de cambio Western Union o MoneyGram, que trabajan con las casas venezolanas Zoom e Italcambio respectivamente. Deben tener a la mano el nombre completo y correcto del receptor en Venezuela, pues de estar mal escrito el nombre no podrá ser efectiva la transacción.

Una vez realizada, la operación arroja un código que necesitará la contraparte en Venezuela para retirar el dinero. El receptor deberá presentar en alguna de las sucursales de los negocios su cédula de identidad y su RIF personal vigente, y deberá proveer un número de cuenta bancaria a su nombre a donde será transferido el dinero.

El servicio de Zoom solo acepta transferencias de hasta USD 40, aunque no hay limitaciones para la cantidad de transferencias que pueda hacer o recibir una persona. La empresa cobra una comisión de 4% sobre el monto recibido en bolívares, de acuerdo a una consulta realizada en una de las oficinas, aparte de la comisión que cobra Western Union por realizar el envío.

Por su parte, Italcambio no tiene ningún límite en el monto de las remesas que pueda enviar o recibir, aunque el servicio de MoneyGram sí puede tenerlos de acuerdo al país desde donde se envíe. Tampoco cobra comisión alguna por hacer la entrega del dinero mediante transferencia.

 

¿A dónde va la información de quiénes reciben?

Uno de los primeros temores que surgieron alrededor de las operaciones en casas de cambio fue el destino de la información de los receptores. La economista Abadi señaló que, al continuar en un esquema de control cambiario, el Gobierno va a querer tener la información de las personas que recurren al sistema, por lo que el ciudadano no va a estar libre de los riesgos que ello implica.

Un trabajador de Italcambio consultado indicó que los datos de los clientes que quedan grabados en su base de datos, también quedan a la vista del Banco Central de Venezuela, puesto que tiene la potestad de conocer tales informaciones como ente rector económico.

Aún en construcción

El control cambiario gobernó durante década y media todas las transacciones oficiales con divisas y, aunque el vicepresidente económico Tareck El Aissami aseguró que la medida busca “facilitar” los mecanismos para obtener divisas por “vías legales“, la legislación que maneja el control cambiario y tipifica sus ilícitos aún no ha sido modificada.

Aunque las casas de cambio están autorizadas para operar, hasta que una nueva normativa no se publique –acción que están esperando, según uno de los empleados– se desconoce el marco legal en el que trabajan las remesas.

Otro aspecto que afecta la confianza en el sistema de remesas es la falta de información acerca de los requisitos para que otras casas de cambio puedan recibirlas.

¿Quién podría usar el sistema?

Incluso con problemas, irregularidades y una tasa más baja que la paralela, es probable que algunos ciudadanos decidan recibir sus remesas a través de casas de cambio por facilidad y un menor riesgo, señaló Oliveros.

Especialmente los venezolanos en Colombia, muchos de los cuales pueden tener dificultades para bancarizarse, o que no posean cuentas electrónicas como PayPal, serán quienes mayor uso puedan hacer de esta vía para enviar dinero a sus familias en Venezuela, consideró el economista.

¿Por qué permitir la entrada de remesas?

La decisión de aceptar remesas no es desinteresada. El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) calculó que entraron más de $2 mil millones al país por este concepto en 2017 y, para 2018, estimó que el número ascendería a $6.000 millones.

Las remesas son la última de una serie de esfuerzos -infructuosos, en su mayoría- del Estado para hacerse con divisas, siendo uno de ellos la apertura controlada de las casas de cambio en la frontera, explicó Abadi. Pero en todas ellas, “el diferencial entre el tipo de cambio oficial y el paralelo no era incentivo” para hacerlas funcionar.

Frente al déficit de dólares por los bajos niveles de la producción petrolera, sumados a las deudas que mensualmente debe cancelar el gobierno, conseguir divisas es una obligación.

La economista comentó que la administración de Maduro ha dejado en claro su intención de buscar nuevas fuentes de divisas, y parece haber escogido la ruta de las remesas para intentarlo. En un video de VTV del 22 de enero de 2016, Aristóbulo Istúriz declara las intenciones de buscar nuevas vías de financiamiento.

¿Qué pasa con el DICOM?

La información que han dado las redes sociales de las casas de cambio indica que las divisas obtenidas serán ofertadas en el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom). Oliveros aclaró que “se ha establecido que esos dólares van a Dicom. Es un acuerdo informal, que no está escrito en ninguna parte”.

El propósito, según el economista, es ofertar las divisas en las subastas del Dicom, que son valoradas no a la tasa que publica el Dicom, que es la mínima, sino a una más alta que sea beneficiosa para los vendedores.

Por su parte, Abadi no cree que las divisas que entren por las casas de cambio lleguen a manos del sector privado mediante Dicom, ya que el proceso es “irregular, poco transparente e impráctico”. Señaló que, al entrar las divisas en espacios en que pueden ser administradas por el Gobierno, las probabilidades de que este decida subastarlas en el Dicom son muy pocas.