¿Qué pasa con los billetes de 100 Bs?, por Alexander Guerrero E.
¿Qué pasa con los billetes de 100 Bs?, por Alexander Guerrero E.

100bsf

 

Maduro y Reverol, mienten, no hacen falta billetes, más bien sobran, la hiperinflación los volvió añicos y el venezolano es tan pobre como un billete de 100 Bs no compra ni un coquito

 

 

Maduro y el Gral. Reverol, en una desastrosa presentaciónmanu militari, el Gral. solo sabe usar el fusil dijo con estas palabras “300 millardos de bolívares en billetes de 100 han sido exportados por ONGs de la mano del Tesoro americano a Suiza, Polonia, Ucrania, etc.se olvidó de Cuba donde en dinero verde enviamos unos 8 mil millones de dólares anuales, partimos para los dos bandas de gobernantes- enviamos petróleo y otras yerbas para generar una guerra financiera y monetaria contra Venezuela. El BCV publica en su página web que el cono monetario a finales de noviembre tiene 40% de los billetes impresos, unos 6111 millardos en billetes de a 100 Bs, el Gral. Reverol afirmó que más del 50% de los billetes de 100 Bs -300 millardos de Bs, unos 3000 millones de billetes de a 100 Bs- están escondidos en pases no amigos.

Como se desprende de sus declaraciones, lo que Reverol dice es falso porque más de la mitad de esos billetes los demanda y los transa el sector público, el Estado, quien compone el 70% de la economía nacional, por lo que si en caso se haber sido exportados, salieron de la banca del sector público. Pero no, ni Reverol, ni Maduro, y desde luego tampoco Merentes, el funcionario que los imprime, conocen, o ignoran supinamente, que la hiperinflación, así como destrozó el cono monetario que ellos anunciaron el domingo estaría implementándose en estos días, ha reducido el poder de compra de ese billete de 100 Bs. El setting montado por el gobierno fue la típica cacería de brujas a lo comunismo cubano, culpa a cualquiera de sus propias tropelías, por ignorancia, por represión y control político y una excusa para destruir capital privado.

¿Qué compra un billete de 100 Bs? Desde hace más unos tres años, el billete de 100 Bs, en general la moneda venezolana, ha perdido no solo su funcionalidad transaccional, como vehículo de pago, sino también perdió su utilización como vehículo de valor tanto precautelativa y especulativo. La crisis fiscal detrás de la hiperinflación, como no hay otra, acelera el proceso de sustitución del bolívar por el dólar, a través del mercado paralelo, al venezolano no le queda otra que refugiarse en el dólar dado el vertiginosa pérdida del poder adquisitivo del bolívar, así adquiere una reserva, el dólar off shore en paralelo, que algunos erróneamente llaman negro, un precio -arbitrado- para el dólar convertido el al mismo tiempo es el termómetro inflacionario porque expresa diariamente la pérdida de poder adquisitivo del bolívar. Veamos detalles.

En marzo 2013, cuando Maduro gana las elecciones, con un billete de 100 Bs -como mayor denominación monetaria en circulación- comprábamos unos 20 dólares, hoy se requieren 40 o más billetes de Bs 100 para comprar un dólar. El ciudadano para evitar empobrecerse y detener parcialmente la caída del poder de compra de su ingreso en bolívares, así como su empobreciendo, sustituye bolívares por dólares en un mercado de muchos compradores, un fenómeno natural de todo ambiente hiperinflacionario, ya que esta “degrada” -debase- aceleradamente el valor real de la moneda, dejando fuera de circulación los billetes de baja denominación y aumentando los billetes de alta denominación, con esto podemos concluir en primera línea que si algo sobra en el sistema monetario venezolano, y esta es una aseveración plenamente conceptual, son los billetes de 100 Bs, tanto que se sustituye por una moneda en el nuevo cono monetario pero es también sustituido por uno de 20.000 Bs que ahora es el billete de mayor denominación. El comportamiento del individuo es normalizado por un hecho, el precio del dólar es el faro de Diógenes, sustituir el bolívar por el dólar en un mercado de fuerte alza de su precio, el cálculo del venezolano es sencillo, lo único bien que merca precio diario y en alza es el dólar, ese será su refugio, los bienes cambian de precio con menor velocidad, no permiten su cobertura, el bolívar se pudre.

Ese es el entorno, el billete de mayor denominación al ritmo de la monetización del déficit fiscal venía creciendo su proporción de unidades en cono monetario, a la fecha de hoy alcanza el 40%, típico acontecimiento hiperinflacionario, donde bajo el impacto -shock monetario- de la monetización el déficit fiscal y por caída del poder de compra del bolívar, el BCV va degradando -debasement- al Bolivar, desapareciendo las de menor denominación, sencillamente son inútiles desde el punto de vista transaccional, el billete de 50, 20, 10, 5 y 2 pierden demanda, no pagan absolutamente nada, la gente los sustituye por billetes de 100 Bs, lo que generado que, inclusive, su precio se eleve, dado que la gente paga por ese billete una prima adicional a su denominación (de 100 Bs) pero con tal de tenerlo para sus transacciones personales.

Sin embargo, el gobierno atrapado entre la hiperinflación y una gestión política y económica atroz, imprime el billete de a 100 a una velocidad por debajo de la inflación real, aunque su proporción en el cono monetario se incrementa, en un cono que se invirtió totalmente, su poder de compra cae aun con mayor velocidad, la inflación real en la calle supera dos a tres veces la inflación que el gobierno -y otros- y el BCV han manualmente disminuido por razones políticas y económicas relacionadas con ninguna transparencia incrementando las asimetrías de información con la cual el gobierno reprime el sistema económico privado. Como es natural en hiperinflación, imprimir los billetes para alcanzar los precios y medios de pago es menor que el ritmo inflacionario, se hace físicamente imposible.

Así se desecha el proceso violento de sustitución del bolívar por el dólar en el mercado paralelo la cual se acelera en la medida que la inflación, definida como pérdida de poder adquisitivo del bolívar, corre, en entornos hiperinflacionario la secuencia hiperinflacionaria viene de la masiva monetización del déficit fiscal del gobierno que obliga a reducir el poder de compra del bolívar medido en precios y particularmente en el precio del dólar, su sustituto, convertida esta moneda, el dólar, en el menor costo de oportunidad, así su precios siga la misma vorágine hiperinflacionaria, como efectivo ocurre en el mercado paralelo.

El ciudadano ha caído en la trampa de la hiperinflación y empobrecimiento, creada por la masiva e insostenible monetización del déficit fiscal y una política fiscal criminal de un gobierno fiscal y financieramente colapsado, convertida en esquema represivo para detener la fuerza de respuesta social y política, es decir, domesticarlo, del ciudadano. Es el socialismo, el venezolano creyente del socialismo como paraíso, entrampado, se convierte en un individuo servil del Estado, pierde allí su libertad, bajo una agenda de empobrecimiento impuesto por el gobierno. Dejemos claro entonces, para descubrir la patraña y la mentira de Maduro y Reverlo, en relación a que el billete de a cien bolívares es sacado de circulación por ONGs y enviado a países para una supuesta guerra financiera y generar una crisis de pagos en el sistema financiero. La cacería de brujas iniciada por el gobierno tiene en cartera la nacionalización de los bancos privados, y las plataformas operativas de pago, política inútil, ampliamente demostrada, porque ello no garantizara que el problema de fondo sea solucionado, de un país bajo colapso fiscal.

Con estos cálculos en términos de poder de compra del bolívar, lo que compra un bolívar en relación a un dólar- ¿qué es lo según Maduro incentiva a un individuo a mantener en el exterior un billete de 100 Bs sabiendo que semanalmente ese billete pierde más del 15% de su poder de compra? Pues ninguno, nadie pierde dinero por gusto. Llevamos estos ejemplos a una muy sencilla discusión para develar las mentiras, tanto de Maduro como de Reverol, particularmente las cuentas monetarias de este, fatales, y quienes argumentan que los billetes eran exportados a otros países para algún día regresar a Venezuela y tumbar al gobierno por escasez de medios de pago.

Ni el General Reverol ni Maduro han comprendido que ellos han infraccionado la economía venezolana al extremo donde comprar cien dólares se requieren cuatro mil billetes de 100 Bs, y eso siempre que ese billete de 100 Bs aun circule, no hay que olvidar que el cono monetario ha sido cambiado por lo que ningún billete de 100 Bs circularía como efectivo circulante a partir del día que se implemente el nuevo cono, lo cual se desprende de las declaraciones del Gobierno, eso ocurriría en días. Se supone, como ocurre en sociedades normales, el tiempo para cambiar el viejo billete por dinero nuevo se extiende hasta que todos los billetes han sido sacados de circulación.

Por todas estas razones económicas y políticas, descartamos que hayan quebrado casas de cambio en Cúcuta por la sencilla razón que nadie con dos dedos de frente en Colombia podría guardar billetes de 100 Bs de una moneda legalmente no convertible. Lo que quiere decir que un billete de 100 Bs en manos de una casa de bolsa en Colombia, no tiene valor, el bolívar no es convertible, por ello no hay razón alguna que se haya acumulado en el exterior para algún supuesto beneficio en un mercado donde el dólar paralelo tiene su vida propia, off shore. La misma razón es análoga para quienes según el gobierno tenían billetes de 100 guardados en el exterior para hacer la guerra a Venezuela.

Otra leyenda urbana es el uso del billete de a 100 para falsificar dólares, veamos. El único billete falsificable es el de 20 dólares, el billete de 100 se podría decir que no es falsificable. Recordemos que el billete de 100 circula en todo el mundo, por lo que el FRB (Banco Central americano) conoce todas sus transacciones bancarias, en virtud que cada transacción en dólares efectivos es notificada a al FRB. De esa manera, el FRB mantiene cierto control sobre la moneda que emite e imprime y que circula por todo el mundo, y cualquier banco puede entonces reconocer su falsificación, y además de esto, como el costo de falsificación es muy tan alto y como la manera de detectarlo es fácil, vendedores/compradores de dólares en efectivo disponen de la maquinita portátil que determina si el billete es realmente verdad o es falsificado.

¿Cuáles entonces fueron es razones? Absolutamente políticas, generalmente relacionadas con el sistema financiero, el cual intervenido por via legal y convertido en servicio público por la ley, es un sector absolutamente en manos del gobierno, quizás útil a personeros del gobierno para servir de fuente y destinos de fondos con los cuales apoderados, testaferros, asociados al gobierno para la adquisición de empresas públicas, o empresas privadas, como ha sido el caso de los medios TV y prensa.

Vayamos ahora a cosas más terrestres y verificables, por teoría económica y valoración empírica la escasez de billetes es consecuencia del impacto de la hiperinflación, la cual opera a razón de 50=60% mensual. Recordemos que unos conos monetarios se destruyen únicamente por impacto de la hiperinflación, dado esta le va poniendo ceros a los precios, y en nuestro caso así el BCV decida no ponerle los ceros correspondientes, e inclusive escoda los índices de precios como efectivamente lo hace.

Y el consumidor quien recibe el impacto inmediato sabrá por propia inducción, por praxeologia o acción humana, sin importar su nivel de información y conocimiento sabrá que el Bolivar pierde poder de compra al ritmo endemoniado, razón por la cual decide salir del bolívar lo más pronto posible, comprando dólares o bienes cuyos precios se mueven, pero no a la velocidad e información que transmite el dólar paralelo. La velocidad de pérdida del poder de compra del Bolivar impide al cono monetario que actúa como palanca para que ejecute su función de pago, por lo menos, ya que el bolívar a este nivel no guarda valor real alguno en términos reales, y es así como efectivamente ocurre.

De manera que como el cono monetario no se rellena de nuevos y muchísimos billetes, la gente va sustituyendo el billete por bienes no perecederos, preferiblemente, aunque por razones de escasez, el ciudadano se las arregla para acomodar su demanda entre bienes de toda naturaleza; este el entorno de una hiperinflación no se vean los ceros. Estos, praxeologicamente los siente el consumidor en la pérdida del poder de compra de la moneda, por la manear cantidad de bienes que puede adquirir y que va disminuyendo en el tiempo y de manera acelerada, de manera que así se viva en La Vega o en al Country Club, no se podrá torcer la realidad económica y fáctica. Y como no se podía estirar más el viejo cono monetario, el BCV decidió rellenar de ceros el viejo cono monetario y crear nuevas denominaciones que reflejen apropiadamente el tamaño de la hiperinflación. El índice que multiplica el cono esta alrededor, de 250. Acá hay un artículo mío desde el viernes que explica con más detalle esos fenómenos: https://alexguerreroe.wordpress.com/

Hay gente que ha viajado al exterior y ha guardado billetes de a 100 para cuando regrese, a ellos cuarenta (40) billetes de a 100 les costara un dólar ellos no se preocupan tienen dólares, así se les queden esos billetes varados. En general muchos guardan billetes para poder atender emergencias básicas, pero no muchos, porque su valor se deprecia a la velocidad que todos apreciamos, se pierden en los bolsillos y la cartera, una semana guardado ya el billete ha perdido cerca de 20% de su poder de compra, y en dos semanas casi la mitad, pues entonces dice la teoría económica que la gente puede ser pendeja pero no idiota guardando billetes que se deprecian apenas los imprimen, si es que eso hacen.

Quien imprimió los nuevos billetes, los que vienen con el “nuevo” cono, No se sabe, el gobierno no es transparente, es opaco, corrupto y amoral, pero si el gobierno consiguió papel, tinta e impresoras (servicio) es probable que haya podido imprimir en la Casa de la Moneda en Maracay. Por cierto que Chávez estaba muy claro con los reales, fuero ion, son y serán de malas mañas, así, Chávez lo primero que hizo cuando tomo el poder en 1999, fue manda a Construir la Casa de la moneda en Maracay con todos los hierros, Chávez era profético, algún día haría lo que hizo Lenin entre 1919 y 1921 imprimiendo billetes como locos para “debasar” al bolívar y arruinar al inversionista, el capitalista grande y pequeño, y confiscar al sector privado como lo menciono Keynes en su crítica al Acuerdo de Versalles.

Allí Keynes explico que, hacia la revolución rusa además de fusilar para acabar y confiscar a los capitalistas, pero quien no conocen esos detalles no está mal volver a leer el Desarrollo del Capitalismo en Rusia de VI Lenin, y eventualmente los diarios del Banco de Rusia. Acá en este artículo mío pongo algunos detalles de lo que está haciendo Maduro, como lo que hizo Lenin en 1919, https://alexguerreroe.wordpress.com/ algunos, aun después de 18 años siguen sin creer, les pasara lo del gallego quien dándole con el dedo a la mesa afirmaba. ¡Franco se va hoy, el venezolano dice Maduro cae mañana, el gallego perdió el dedo después de 30 años de golpear la mesa con el dedo, el venezolano, un diputado de la AN su Presidente, ya perdió una falange diciendo que Maduro se va el mes que viene!

 

@AlexGuerreroE

alexguerreroe@hotmail.com

(*) Economista, PhD (London)