¡Si no hacen cola, no comen! por Francisco J. Quevedo
¡Si no hacen cola, no comen! por Francisco J. Quevedo

ColaVenezuela2016

 

«La gente hace cola porque tiene dinero para comprar…» nos han dicho. ¿Y se acuerdan que nos decían que la escasez era producto del exceso de demanda, que la gente hacía cola porque tenían real para comprar? Estas temerarias aseveraciones son groserías que presumen la ignorancia del pueblo. Pero este pueblo es zamarro y no se come el cuento de «la cola sabrosa». Por algo quiere, abrumadoramente, que los causantes de esta crisis salgan del gobierno lo más pronto posible.La verdad es que el pueblo, si no hace cola, no come. A los precios que se paga a buhoneros y bachaqueros, y con lo que ganan las mayorías en Venezuela, muchos, quizás hasta más del 80% de la población, el Venezolano de a pie no tiene con qué pagar la comida. Y si bien esas largas filas son una mezcla de hambre y sinvergüenzura, donde se conjugan la necesidad y el rebusque, hacer cola es, en revolución, un modo de vida y de sobrevivencia.

¿Cuánto gana el pueblo venezolano? Tres de cada cuatro venezolanos son pobres, arroja la Encuesta de Condiciones de Vida 2015 (Encovi) que realizan de manera conjunta la Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar, Esto empeora mes a mes. Hoy, 56% de la población tiene ingresos mensuales (¡Por hogar!) por debajo del salario mínimo, y 85% ganaría menos de Bs. 50.000 al mes, aún tras el reciente ajuste del salario mínimo, destacan otros estudios. Y si pensamos en dólares, lloramos.

¿Y cuánto cuesta comer? Según el Cendas de la Federación Venezolana de Maestros, durante el mes de Marzo de 2016, la canasta alimentaria se elevó a Bs.142.853, este aumento fue de 17,1% que apunta sobre el 665% anual compuesto, es decir, cuando se eleva a la doceava potencia, inflación sobre inflación sobre inflación. ¿Entonces, cómo llama usted a ese 85% de los hogares que ganan si acaso un 40% del costo de los alimentos que requieren, si no es «revolucionariamente pobre»? Y es precisamente esa la mayoría que una vez respaldó este error histórico que llaman «Socialismo Bolivariano».

Todo es a propósito. Para los regímenes dictatoriales de la izquierda como éste, como Cuba o la extinta URRS, crear dependencia es fundamental a su sobrevivencia, y esto se logra tanto en el empleo y la salud que tratan de monopolizar, como en la vivienda que si no es provista por el Estado es inalcanzable para la mayoría, así como con las ayudas sociales y la comida: Es irremediable, «ex-profeso», el pueblo tendrá que «ser feliz», nos dicen, haciendo su «cola sabrosa» para subordinar su voluntad y su espíritu, a fuerza de hambre y miedo, a la de la revolución.

 


@qppasociados