¿Por qué el paquetazo de Maduro no resolverá la crisis?
¿Por qué el paquetazo de Maduro no resolverá la crisis?

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Expertos afirman que las medidas de Maduro fueron sólo un ajuste de precios que no resolverán ni la escasez, ni la inflación

@loremelendez

Venezuela, el país donde el litro de gasolina valía menos que el de agua, el lugar donde el sueldo mínimo debía multiplicarse por 14 para costear la canasta básica, el sitio donde había tres tipos de cambio con brechas enormes entre sí, amaneció este jueves 18 de febrero con la noticia de las medidas económicas que anunció la noche anterior el presidente Nicolás Maduro para paliar la crisis. Pese a los ajustes -entre los que se cuentan el aumento de la gasolina, el incremento del salario mínimo y la modificación del esquema cambiario-  los expertos consideran que la economía distorsionada que ha signado al país durante los últimos años no ha cambiado, ni lo hará.

Los economistas Alejandro Grisanti y Carlos Miguel Álvarez, de la firma Ecoanalítica, explican que las decisiones del primer mandatario son un mero ajuste de precios que, en lugar de solventar los problemas, golpean todavía más el bolsillo de los venezolanos.

Álvarez sentencia que la subida del precio de la gasolina, aunque llega hasta 6.085%, afecta la economía de manera relativa y puntual, pero no lo hace de manera estructural. Explica que el beneficio fiscal es limitado y no cubrirá las áreas que podrían incentivar la producción y las inversiones en el país.

«Cuando ves el tipo de ajuste, la gasolina en Venezuela sigue siendo la más barata del mundo y así se sigue incentivando el contrabando de combustible. La medida hace que la gasolina, de no valer nada, ahora valga un poquito, pero la distorsión no se acaba», afirma.

Desabastecidos

Para Grisanti, la poca efectividad de las decisiones anticrisis tomadas por Maduro radica en que las doctrinas económicas que se han llevado a la debacle no han mutado.

«Las medidas no representan un cambio de modelo, porque este gobierno está empecinado en una política estricta de controles que termina asfixiando sector privado y que no atrae la inversión. Es una lástima que el gobierno siga aferrado a esto», apunta.

El economista recalca que el mandatario no presentó anoche un programa necesario para atacar las raíces de los problemas que generan la alta inflación, que según cifras del BCV se situó en más de 180% el año pasado.

La devaluación de 58,7% de la moneda nacional tampoco ayuda a salir de la crisis. Ni el incremento de la tasa más baja del tipo cambiario, que pasó de Bs. 6,30 a 10, ni la unificación de la segunda tasa (la de Bs. 12) con la del Sistema Marginal de Divisas (Simadi), que se ubica en 200 bolívares por dólar, podrá incrementar los niveles de producción necesarios para abastecer los mercados de alimentos y bienes escasos, ni tampoco para importar las medicinas y productos que faltan.

Explica Grisanti que el segundo mercado cambiario sólo sería útil si sirviera para distribuir las divisas de acuerdo con la oferta y la demanda y mejorar así el flujo de los verdes. Sin embargo, teme que las transacciones se lleven a cabo como lo han hecho hasta ahora: que la moneda extranjera se otorgue al comercio bajo el criterio del Banco Central de Venezuela. «El mecanismo de asignación no puede quedar en manos del gobierno, hay que cambiar el modelo», agrega.

Dicen Álvarez y Grisanti que el aumento de los salarios también resulta insuficiente ante la vorágine inflacionaria, ya que el poder adquisitivo termina consumiéndolo. Acotan que esta medida tiende a que los precios, de bienes y servicios, también se incrementen.

¿Qué hacer?

Los economistas sostienen que la primera medida anticrisis que debe tomar el gobierno pasa por una racionalización del gasto público que, al final conlleve a focalizar los beneficios hacia los sectores más vulnerables del país.

Grisanti señala que también es necesaria una convergencia cambiaria que permita salir del control de cambio.

«Lo que se tiene que hacer, Maduro no lo va a poder hacer porque ha perdido toda la credibilidad ante el sector privado y no va a poder crear la confianza suficiente para estabilizar el país. Esto necesita mercados internacionales, multilaterales, la confianza de empresas petroleras para venir al país y el mejoramiento de relaciones con China», destaca.