El economista Alejandro Grisanti, Jefe de investigación para América Latina por parte de la firma Barclays, difundió  sus estimaciones sobre la economía venezolana.

Durante el programa de César Miguel Rondón, Grisanti dijo que para finales de este año se espera “un déficit fiscal de los 30 puntos del PIB, que significa que una familia gastará 30 veces más de lo que ingresa”.

A pesar de que el Gobierno ha atribuido la caída del poder adquisitivo y los altos niveles de inflación a la llamada “guerra económica”, el especialista considera que el panorama de la nación se debe a un “modelo económico fallido que no ha sido capaz de poner las fuerzas productivas del país a producir y crear empleo”.

“En el año pasado, con el petróleo a más de 100 dólares por barril, la economía se contrajo casi un 5% y la inflación se disparó, y eso que tenemos los mayores ingresos petroleros. La caída del petróleo no es el principal causante de la caída del poder adquisitivo”, dijo el experto.

Sobre las acciones que se deberían tomar para solucionar los problemas, nombró el desmontaje del control cambiario, acotando que entre “las deficiencias que se pueden ganar, es la disminución de la corrupción. Por ejemplo, ya van 60 veces la diferencia entre el cambio y el oficial”, aclaró el analista, asegurando que esta medida permitiría financiar el incremento en las importaciones para las empresas, lo cual sería “una mejora para los venezolanos”.

“Tenemos fortalezas en el sector turismo, agrícola, y otras que hay que explotar y sacar. Me niego a pensar que Venezuela está condenada a tener una economía débil, cuando fuimos la envidia del mundo, fuimos el destino de la emigración internacional”, destacó.

Sin embargo, resaltó que según las estimaciones de Barclays, no se ve “una salida en el corto plazo porque el Gobierno no quiere actuar. Estamos en uno de los peores momentos que se han vivido en el país”.

Grisanti culminó su intervención con la siguiente anécdota: “Venezuela de 1920 a 1980 fue el país que más creció en el mundo. Uno llegaba a Londres y a casas de cambio y aceptaban bolívares, querían bolívares. Eso se puede volver a hacer”, agregó.