El dólar paralelo resiste al Simadi - Runrun
Roberto Deniz Mar 02, 2015 | Actualizado hace 9 años
El dólar paralelo resiste al Simadi

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El dólar paralelo ha resistido al Sitme, al Sicad 1 y al Sicad 2. Y apenas dos semanas después del nacimiento del Sistema Marginal de Divisas (Simadi) volvió a tomar fuerza y dejó atrás la barrera de los 200 bolívares por dólar.

Desde el Gobierno nacional se aseguró que este nuevo sistema daría resultados en ese intento por hacer desaparecer al también denominado “dólar negro” y se destacaron sus bondades. “Un sistema totalmente libre donde van a existir oferentes y demandantes de divisas, el mismo mercado es el que va a fijar la tasa, el mismo mercado es el que va a decir cuál es la tasa de cambio que se va a presentar”, dijo el Vicepresidente del Área Económica, Rodolfo Marco Torres, el 10 de febrero.

Un día después Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela (BCV) manifestó que si la cotización en el Simadi y el paralelo eran similares “no tiene sentido irse a un mercado ilegal habiendo un mercado legal”.

Pero los resultados van en otra dirección. La tasa del Simadi ronda los 176 bolívares por dólar y la del paralelo los 220 bolívares.

¿Por qué sigue subiendo el dólar paralelo?

Poca oferta.

El economista José Guerra afirma que este nuevo repunte del dólar paralelo está asociado a la poca oferta de dólares que se está transando en el Simadi.  Guerra explica que esta limitante se da por las propias restricciones del sistema y por la merma en el flujo de caja en dólares que sufre  el Gobierno. El también economista, Pedro Palma, coincide en ese diagnóstico: “el grave problema es que no haya oferta y demanda”, ya que la “demanda es lo que sobra”.

Cerrado el grifo en Cencoex y Sicad.

Otra de las causas que incide en el repunte del paralelo es que las otras vías por las que el Gobierno asigna divisas a 6,30 y a 12 bolívares están casi cerradas. “No están entregando dólares por Cencoex y las subastas del Sicad tampoco han arrancado porque no hay dólares que ofertar ahí”, opina José Guerra.

No es libre.

El Simadi no es un esquema libre y presenta trabas, tales como: los bancos tienen restricciones para ofertar, ya que sólo pueden vender los dólares que ofertan sus clientes; el BCV está interviniendo en las operaciones y puede frenar una transacción si no está de acuerdo con el monto al que se venderán los dólares; el BCV hace seguimiento de cualquier movimiento de entrada y salida que se realiza en las cuentas en dólares en los bancos nacionales. “Hay que darle el beneficio de la duda, pero la percepción que hay es que está lejos de ser un mercado libre como anunció el Gobierno. Es un mercado altamente intervenido por el BCV”, resume Pedro Palma.

Desconfianza.

Existe desconfianza entre los actores económicos. Directivos de empresas han señalado que prefieren esperar la evolución del sistema para saber si conviene o no comprar u ofertar dólares por esa vía.

¿Seguirá en ascenso el paralelo?

Para José Guerra el dólar paralelo “no sólo que va a seguir existiendo, sino que va a seguir subiendo” si no se flexibilizan las condiciones del Simadi y no mejora el flujo de dólares. Asegura que para muchos comercios, especialmente los que no venden productos básicos, el dilema puede ser “o compro dólares en el paralelo o cierro el negocio”. Por su parte, Pedro Palma alerta que en la medida en que se abra la brecha entre el paralelo y el Simadi se perderán los incentivos para ofertar dólares en el Simadi.